Gina35: elegancia en movimiento
La cocina ha dejado de ser un espacio estático. Rekker, en su búsqueda por la innovación y la excelencia en el diseño, presenta Gina35. Una cocina que desafía las líneas tradicionales para dar paso a la fluidez de las curvas.
Gina35 es una obra de arte, una sinfonía de piezas sinuosas que nos transportan a un entorno vivo y lleno de personalidad. Está inspirada en la serenidad de la vegetación mediterránea, que se refleja en los sutiles bordes que imitan las formas orgánicas de la naturaleza.

Uno de los aspectos más innovadores es la integración de curvas en elementos clave de esta estancia, particularmente en la isla central, los armarios y las superficies de trabajo. Esta elección no es meramente decorativa, sino que responde a una propuesta funcional y ergonómica, pensada para mejorar la experiencia de uso.
En la isla, los cantos curvos suavizan el impacto visual de la estructura y permiten un flujo continuo de movimiento a su alrededor, eliminando las aristas y los cortes abruptos que interrumpen la fluidez.
Vanguardia tecnológica y maestría artesanal
Gina35 es el resultado de una cuidadosa selección de materiales excelsos y de última tecnología, concebidos para ofrecer un proyecto que combine belleza atemporal, funcionalidad y durabilidad.

Detalle de los bordes redondeados de Gina35. Foto: Maria Pujol.
Los frentes y puertas de 35 mm de grosor, que dan nombre a la colección, están elaborados con roble teñido, un material noble con un aspecto natural y sofisticado, combinado con un revestimiento de MDi de Inalco. Esta unión garantiza solidez, resistencia y refinamiento en cada detalle.
El acabado Umbra de Inalco es uno de los pilares de la cocina. El característico veteado y los tonos marrones, rojizos y negros dan profundidad y generan un juego de sombras.
Además de ser altamente resistente y de fácil mantenimiento, se integra con la calidez de la madera, logrando el equilibrio idóneo entre lo moderno y lo natural. La colección ofrece una amplia variedad de acabados, tanto en frentes como en superficies, adaptándose a todos los estilos.
Otro aspecto distintivo es la incorporación de técnicas tradicionales de ebanistería, como son los cajones ensamblados con cola de milano. Este detalle artesanal refleja la implicación de la marca con la precisión y la dedicación en cada pieza.

Cajones ensamblados con cola de milano en la cocina de Gina35 de Rekker. Foto: Maria Pujol.
“En Rekker, creemos que la cocina es el corazón del hogar, una estancia donde las formas, los materiales y la funcionalidad se combinan para crear algo más que un espacio para cocinar. Con Gina35, hemos diseñado una cocina que se siente, que envuelve y que transforma la manera en que interactuamos con nuestro entorno. Cada curva, cada detalle y cada textura están pensados para generar una sensación única, donde el diseño no solo acompaña, sino que inspira”, comenta Javier Castilla, CEO de Rekker.
Funcionalidad que inspira
Su diseño ad hoc concebido a partir de un exhaustivo estudio del espacio y de la distribución, brinda una capacidad de personalización sin igual. Cada compartimento está orientado a maximizar el espacio para asegurar el orden y la accesibilidad total.
Las superficies de trabajo, presentan sutiles curvas en sus bordes que confieren un acabado fluido y ergonómico y despiertan una experiencia sensorial al tacto que trasciende la estética.
La modularidad de su diseño facilita la flexibilidad, la optimización del espacio disponible y la adaptabilidad tanto a cocinas de gran tamaño como a espacios más reducidos.
Con Gina35, Rekker demuestra su compromiso con la innovación y la calidad, apostando por cocinas que no solo se viven, sino que también se sienten.