Entrevista con Miguel Fernández, director comercial de Kaindl
“El suelo laminado, hoy, combina lo mejor de cada categoría: productos resistentes al agua, en AC5, y con estética de madera al tener acabados sincronizados; la impresión de la imagen en mayor resolución eleva la elegancia visual del suelo; el sistema de colocación flotante, con más de 30 años de experiencia, es conocido por los instaladores profesionales y los consumidores; y, una vez instalado, un laminado de gama media ofrece una imagen igual que un acabado de madera”. Así resume Miguel Fernández, director comercial de Kaindl, la situación actual de este producto que evoluciona de la mano de cuestiones como la sostenibilidad y el desarrollo tecnológico. Analizamos todo ello con su ayuda en la siguiente entrevista.

Miguel Fernández, director comercial de Kaindl.
¿Cómo está evolucionando el mercado de los suelos laminados en los últimos años y a qué es debido principalmente?
Los suelos laminados en general están resurgiendo. Norteamérica es el mercado que más presión pone al producto para desarrollarlo más en todas las facetas, ya sea en cuanto a resistencia al agua, acabados, biselados... Europa es pionera en el diseño. En pocas palabras se puede decir que el suelo laminado se ha reinventado y ha ganado mucho mercado de nuevo.
¿Cuáles son las últimas innovaciones en suelos laminados en cuanto a materiales, procesos de fabricación y acabados? ¿Hay un antes y un después con respecto al tema de la resistencia al agua?
Sin duda alguna la resistencia al agua siempre fue la característica más atacada de este producto. Sin embargo, las nuevas tecnologías han elevado al laminado a ser probablemente la mejor solución en muchos casos en cuanto a la relación calidad, precio, estética e instalación.
Claramente, hay un antes y un después. Hoy por hoy, la resistencia al agua va más allá de las 100 horas sin ningún problema, por lo que ya no se puede criticar al producto por no tener esta cualidad. El espesor del suelo también ayuda a compensar imperfecciones del subsuelo, cosa que no pueden hacer productos menos gruesos. Además, el laminado combina esto con nuevas tecnologías en el tablero que permiten instalar los suelos sin transiciones entre las habitaciones, son aptos para baños y cocinas y, además, respetan el medio ambiente, hasta el punto de tener un efecto positivo para al clima, al emitir menos CO2 del que capturan.

La gama AQUApro XPT de Kaindl integra productos con 100 horas de resistencia al agua, que se pueden instalar sin transiciones en las puertas.
¿En qué sectores está teniendo mayor implantación el suelo laminado? ¿Se están viendo cambios en su utilización en proyectos de obra nueva y reforma?
En general es una combinación de todos los canales. En estos últimos 12 meses ha influido la economía en la construcción. El laminado, por la relación calidad-precio, se ha puesto en una buena posición para ser el producto elegido. En nuevas construcciones, para la prescripción, que sea un producto sostenible ayuda mucho. En reformas, el espesor de la lama compensa muchas imperfecciones. Finalmente conseguir un producto con un comportamiento supremo a un precio muy asequible hace que las constructoras vuelvan a elegir el mismo producto para el siguiente proyecto.
El auge de los suelos vinílicos parece plantear una competencia muy directa con los laminados. ¿Qué argumentos tienen estos últimos a su favor? ¿Y en su contra?
No se trata de criticar la oferta de suelos vinílicos, aunque, lo que sí puedo decir es que este movimiento que vemos en España en estos momentos, pasó ya en Estados Unidos hace 3 años y, hoy, en EE. UU. la tendencia es comprar más productos laminados que no se llaman laminados. Se ha creado una nueva categoría que se llama ‘hybrid resilient’ u ‘organic resilient’. Hay marcas como ORCA (Organic Rigid Core Antistatic), AQUApro XPT, Revwood…, que podría decirse que son la siguiente generación de laminado –que, insisto, no se llaman laminado–, que lleva un súper tablero HDF con poquísimo hinchamiento que permite una mejor instalación y da más prestaciones.
Por el contrario, los vinílicos de poco espesor han tenido sus problemas en subsuelos que no están al 100% nivelados. El desnivel compromete el sistema de enganche y, después de unos meses de instalación, si se rompe, se separan las lamas. Por eso, ahora también el vinílico cada vez tiene más espesor. Al principio eran de menos de 4mm, hoy ya se encuentran hasta 7mm, algo que, claramente, tiene un impacto en el coste del producto.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la industria (competencia, materias primas, sostenibilidad, normativas…)?
La sostenibilidad es uno de los puntos más importantes, por lo menos aquí en Europa, con nuevas regulaciones están entrando en vigor. Este año que viene se implementará también la EUDR en Europa, al tiempo que hay normativas y tendencias que van hacia eliminar el PVC a todos los productos, saber qué material reciclado se está utilizando... Todo esto tiene una influencia brutal en el desarrollo en la industria. La competencia es grande, así que, visto de forma positiva, el que se duerma y no desarrolle un producto de buena calidad, sostenible y al precio justo lo va a pasar muy mal.
¿Qué medidas se están implementando para mejorar la sostenibilidad de los suelos laminados?
Como mencionaba antes, la sostenibilidad no es una opción, hoy por hoy. Tampoco es opcional el asegurar que el producto sea bueno o no comprometa la salud de las personas. Hay normas vigentes que no se puede optar por cumplirlas o no. Nosotros, por ejemplo, vendemos en todo el mundo y cada país, en parte, tiene su propia regulación. Un paquete de nuestro suelo laminado lleva hasta 7 sellos que confirman la calidad y el compromiso (PEFC, A+, ECO, TÜV, PEFC, EPLF, Blauer Engel, Greenguard...). El consumidor, gracias a que el laminado tiene más de 30 años de trayectoria, está más que seguro que la normativa no se tiene que inventar (como podría pasar con productos nuevos). Ya está todo definido.
Por otra parte, la normativa EUDR va a hacer más transparente todavía la cadena de suministro.
¿Cómo está evolucionando la distribución en la venta de este tipo de pavimentos y cómo influye la decisión del consumidor entre marcas premium y opciones más económicas?
La distribución profesional sabe que el laminado es un producto que no da dolores de cabeza si se compra la gama correcta.
En cuanto a la gama de productos, cada proyecto tiene un uso y hay que definir qué uso se le va a dar a ese suelo: no es lo mismo poner un suelo en una escuela que en una casa de una persona en silla de ruedas... Para cada tipo de proyecto hay que buscar la solución y el diseño adecuados.

Entre las novedades de Kaindl para este año se encuentra la perfeccionada tercera generación de bisel prensado.
¿Cómo se espera que evolucione el mercado de suelos laminados en los próximos años?
Yo creo que va a seguir la tendencia que ya se ha visto en Estados Unidos: mejor calidad en el producto con nuevos acabados, biseles, diseños y, cada día, con más enfoque a la sostenibilidad.
¿Cuáles son las últimas novedades de Kaindl para este año?
Vamos a relanzar la colección a partir del 1 de mayo. Siguiendo la tendencia del desarrollo del laminado, Kaindl se sitúa al pulso del tiempo cubriendo todos los puntos citados.
Principalmente, la gama AQUApro XPT (eXtended Performance Technology) recoge productos con 100 horas de resistencia al agua, que se pueden instalar sin transiciones en las puertas. Combinado con acabados sincronizados y una nueva tecnología sin repetición del diseño en las lamas, tenemos productos de hasta 20 lamas diferentes.
Además, lanzamos la última tecnología en bisel prensado. Ya es la tercera generación de este tipo de bisel, así que lo hemos perfeccionado con una inversión importante en la maquinaria.
Toda esta tecnología y diseño los combinamos con lo que no puede faltar: productos sostenibles. Así, este producto híbrido no solo tiene un resultado ecológico positivo, sino que, no contentos con eso, lo producimos con una manta ecológica que repele la humedad, y es reciclable. A esta gama le llamamos Floorganic XPT. Un producto que se puede instalar según sale de la caja sin necesidad de poner una barrera de vapor. Y coronamos el producto con un embalaje sin plástico.
Por último, en cuanto a diseño, hoy lo que rige en el mercado es la simple elegancia. Nuestros diseños Aviva y Sarocco son la respuesta a esta tendencia.

La resistencia al agua es uno de los principales argumentos de los nuevos laminados. Kaindl garantiza más de 100 horas, gracias a su tecnología Aquapro.