¿Cómo influye el color en la experiencia del usuario?
Expertos en Interiorismo de tiendas físicas y oficinas de Moinsa explican el importante papel que cumplen los tonos en los espacios.
El color de un espacio comercial cobra especial interés cuando se trata de crear una experiencia de compra única. La elección de un color u otro puede influir en los usuarios potenciando en ellos el impulso de compra o, al contrario, desestimulándolos hasta el punto de abandonar la tienda. Moinsa, compañía experta en interiorismo, explica a continuación cómo puede llegar a influir el color en la experiencia del cliente, además de clasificar los estilos y colores dependiendo de los tipos de espacios.
El interiorismo de un espacio comercial debe estar constituido por varios elementos, cuya correcta combinación impulse las ventas: el mobiliario y su distribución, la iluminación y la paleta de colores. En los espacios de trabajo sucede algo parecido: una buena elección del color puede influir positiva o negativamente en la productividad de los empleados. El color en interiorismo no sólo ayuda a la iluminación de los espacios, también tiene la potencialidad de dotar de personalidad a las zonas e influir en el estado de ánimo de las personas. Tonalidades demasiado cálidas o fuertes, como el naranja, el rojo, el granate o el negro, no son muy recomendables para un ambiente de trabajo que precisa concentración. Por el contrario, los tonos fríos y relajantes, como el blanco, el beige o el azul cielo, pueden ser ideales para conseguir un ambiente positivo y libre de estrés.
¿Cuál es el color más adecuado?
Para determinar cuál es el mejor color se recomienda tener en cuenta cuál es el concepto que se desea comunicar. Otros elementos a considerar dentro del interiorismo son la iluminación, el tipo de producto o servicio que es ofrecido, la estética de la marca, el público objetivo y el estilo de mobiliario. De esta manera es posible clasificar estilos y colores dependiendo del tipo de espacio:
Oficinas y espacios de trabajo
En estos espacios es muy importante aprovechar al máximo la luz natural que entra por las aberturas. Por eso, los colores claros, como el blanco y el gris, son los más predominantes. Aunque cabe señalar que en los últimos años hemos sido testigos de un cambio de paradigma en el diseño de oficinas, está claro que muchas empresas que buscan promover el buen clima laboral y la comunicación interna optan por diseños de oficinas flexibles, abiertas y lúdicas, con ambientes frescos y divertidos que se nutren de colores llamativos que ayudan a diferenciar rincones e interactúan con los usuarios.
Centros comerciales
Para estos espacios, es recomendable la utilización de colores neutros (blanco, gris y negro) para diferenciar zonas interiores, favorecer la iluminación y generar flujos de visitantes en las zonas comunes y de paso. Aunque existen múltiples ejemplos de centros comerciales que diseñan espacios para el ocio y entretenimiento de los visitantes, plagados de colores y arte urbano.
Tiendas físicas
Dependiendo del tipo de producto y el público objetivo, se puede optar entre una amplia gama de colores. Para una correcta elección, lo ideal es contar con asesoramiento especializado en interiorismo comercial y ventas, que, teniendo en cuenta los colores corporativos y la estrategia de marketing de la empresa, aconsejará qué colores son los más recomendables implantar.