Molins propone la medición individualizada en domicilios para evitar concentraciones excesivas de gas radón
Una medición individualizada de los niveles de gas radón por domicilio. El negocio de Construction Solutions de Molins propone seguir el ejemplo de varios países europeos y facilitar el acceso a esta información a los ciudadanos evitando así concentraciones que afecten a su salud en el lugar donde aparentemente se siente más protegido: el hogar.
Con motivo de la celebración hoy del Día Europeo del Radón, Molins recuerda que Bélgica o Reino Unido ya actúan en esta dirección. En el caso de las islas británicas, es el propio gobierno a través del Ministerio de Salud, el que facilita a los ciudadanos el servicio de medición para que lo realicen ellos mismos.
No obstante, Molins advierte de que en España, esta labor no puede ser 'doméstica' sino que debe ser realizada siempre por entidades acreditadas y no por el propio ciudadano por su cuenta.
Más del 10% de los edificios en España presenta niveles alarmantes o superiores al límite permitido por estándares internacionales, según el Centro de Seguridad Nuclear (CSN). De ahí la necesidad de abordar su rehabilitación de manera integral, teniendo en cuenta posibles filtraciones de gas radón y que esa información quede reflejada en el informe de evaluación del edificio.
En cuanto a la obra nueva, el Código Técnico de Edificación (CTE) ya incluye desde 2019 en su apartado de Documentos Básicos, concretamente en el de salubridad, una sección específica de protección frente al radón. No obstante, por prevención, Molins aconseja hacer la medición particular incluso en vivienda nueva con licencia de obra posterior a ese año.
Este problema no sólo afecta a la vivienda particular, sino también a centros de trabajo y oficinas. En este contexto, desde junio de este año es obligatorio que en todos los puestos de trabajo situados en planta baja y bajo rasante -donde la concentración puede ser tres veces superior- en municipios de riesgo se realicen mediciones por laboratorios acreditados por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC).
Además, es necesario hacer mediciones en una serie de puestos de trabajo, especialmente en los más expuestos como edificios culturales (3 de cada 10 afectados), centros educativos (1 de cada 4) y sector público (1 de cada 5).
El radón procede de la desintegración del uranio, está presente en la corteza terrestre y puede filtrarse a los edificios por la porosidad del terreno. Radiactivo, inodoro e incoloro, es altamente cancerígeno y provoca unas 1.500 muertes al año en España. Es responsable del 4% de todos los fallecimientos por cáncer de pulmón a nivel nacional, que aumentan al 7% en las comunidades autónomas más afectadas, como Galicia o Extremadura.
Soluciones para decir ‘STOP’ al radón
A día de hoy, son más de 3.000 municipios los que se enfrentan a la obligación de protegerse contra el gas radón. Y son ya las dos terceras partes de España las que obligatoriamente deben instalar una solución anti radón.
El sector de la construcción ha reaccionado desde hace tiempo como actor clave con soluciones más tradicionales, también menos sostenibles, como las láminas; pero, más recientemente, también con nuevas soluciones innovadoras como las membranas líquidas cementosas aplicables sobre soportes de cemento, hormigón y albañilería.
Es el caso de Molins que propone decir STOP al radón con un sistema completo de impermeabilización y aislamiento que actúa como barrera eficaz frente a este gas radiactivo evitando que se filtre a través del terreno y se acumule en viviendas, edificios y espacios interiores. Permite el sellado de grietas y juntas de dilatación, entre otras aplicaciones, y cumple con todos los estándares y directrices de la normativa internacional y nacional. También con el Código Técnico de la Edificación incluso a partir de 1 milímetro.