“Creo, realmente, que es el momento de apostar”

El consumo interno de España se ha desacelerado más que en la unión Europea. Sobre todo en la gama baja, que es la que hacía volumen. En madera, por ejemplo, lo que más fabrica España es parqué multicapa, en que la capa superior viene barnizada y lleva una base en madera de pino. De estos tipos de parqué, el más barato es el formato en tabla pequeña y los más caros son los de tablas de metro y medio o dos metros de largo.

El que se ha puesto habitualmente en obra nueva, en edificios, era el parqué más sencillo, el de tabla pequeña. Como ahora la obra nueva ha bajado muchísimo, el consumo de parqué de gama baja ha disminuido bastante y es el que ha provocado la bajada en España. A nivel residencial particular ha bajado también, pero se mantiene un poco, no ha sido una bajada muy fuerte. A nivel de precios, hay varios fabricantes en España que vendían parqués muy bien de precio, y éstos han notado mucho la disminución de la obra.

El futuro pasará por la exportación, ahora incipiente, sobretodo en el mercado americano y en el continente europeo. También hay empresas fabricantes que antes no exportaban a Marruecos y ahora lo están haciendo. Incluso ha habido alguna feria en Marruecos y varios fabricantes españoles han ido para allá; es un mercado incipiente y, además, con poder adquisitivo. A nivel de Estados Unidos, hay varias empresas que exportan ya desde hace años y, así como aquí ha bajado bastante la producción, allí se ha mantenido. En Sudamérica se ha entrado poco, pero hay algunos fabricantes que están apostando y cada vez exportan más.

Por otra parte, para las instaladoras salir no es una solución frente a la crisis, pues están muy atomizadas y son competitivas a nivel regional, pero no más allá.

No hay apenas exportación de parqué a países asiáticos. Piensa que el principal país mundial exportador es China. Hace unos años vendía mucho producto sencillo y barato, pero ahora toca todos los mercados, también el del producto bueno y caro. Hay más de mil fabricantes de parqué, cuando aquí casi se pueden contar con los dedos de la mano. Si a todo eso le añades que en importar parqué de China se tarda dos meses y en exportarlo, lo mismo, hay una gran barrera de entrada...

El parqué multicapa es el principal que se exporta desde aquí, y también algo en tarima maciza. Son productos, en definitiva, de alto poder adquisitivo. El producto muy barato, muy sencillo, no tiene tanta salida afuera. Yo diría que tanto afuera como aquí ha desaparecido la gama media. El que estaba en la gama media, o se ha ido a la alta o a la gama baja, pero la media prácticamente ha desaparecido.

Lo que se lleva…

…en España es el parqué multicapa. La base es de maderas de conífera y la capa noble la elige el consumidor. “Es fruto de un aprovechamiento de las maderas frondosas que evita el encarecimiento de las mismas, garantiza un suministro futuro y, al ser un parqué de varias capas, proporciona gran estabilidad al sistema”, explica Nevado.

Vuelve la moda del roble “de toda la vida”, blanqueado, agrisado y marrón; y quedan a un lado las maderas exóticas. “Se permite la intrusión de nudos en la madera, y eso no se considera un defecto (de hecho, nunca lo ha sido), sino una característica propia de la madera que la hace más natural y auténtica”, añade el presidente de Acip. Predominan los acabados naturales, mates, sin brillo, “incluso aceitados en lugares de prestigio”.

En cuanto a los formatos, se tiende hacia lo grande, tablas de un metro o más.

Lo más...

Ángel Nevado explica que, en parqué, lo más novedoso es la madera termotratada y con relieves. En colas lo es la aplicación de colas de silano, “más limpias y de espectro amplio de uso”. Y en barnices, la reducción de los componentes orgánicos volátiles en todo el ciclo del barniz.

Es un consumidor con cultura de madera, que valora sus cualidades, y que posee una economía sin tensiones transitorias por la crisis. El consumidor de parqué es fiel, no cambia a otros pavimentos. Ahora se ha de buscar abrir mercado hacia el consumidor habituado a suelos cerámicos.

En la parte norte de España se utilizan mucho más las tarimas macizas que en el sur. Su aplicación también es más genérica, y no se limita a viviendas particulares, sino que se realiza también en tiendas, hoteles, bares, etc… Pero lo cierto es que, si bien como decía antes, exportar es difícil, hay distribuidores que están abriendo delegaciones por Andalucía, Castilla o Extremadura para ampliar el mercado. En estos sitios antes no se tocaba el parqué, y ahora se está colocando un poquito más que antes, pero el tema todavía está muy verde.

En los países nórdicos está mucho más implantado el parqué para interiores, pero en países como el nuestro, de aire mediterráneo, la tarima exterior ha tomado mucha fuerza. Toman fuerza maderas hasta ahora poco utilizadas, como el pino termotratado, la acacia, y otras maderas tropicales que irán sustituyendo poco a poco al ipé, pues su elevado consumo está disparando su precio. Hay mucho producto para tarimas que se compra en Sudamérica, como tarimas tropicales, por ejemplo. O en África. Algunas vienen ya mecanizadas y acabadas. En otros casos, la madera llega en bruto y luego el fabricante las mecaniza aquí. No hay una cifra oficial ni de producción ni de consumo.

En interior, el 70-80% de lo que se vende es parqué multicapa. Casi todo lo que se produce es parqué multicapa y la tarima de interior es de un 6-7% en relación con todo el parqué que se está comercializando. Pero es un porcentaje muy estable en años, se viene manteniendo.

Se sigue importando, si bien las marcas españolas han cogido bastante prestigio en los últimos años. Antes, era muy difícil identificar fabricantes españoles entre los pavimentos que se colocaban.

En la Asociación Nacional de Fabricantes de Parquet (ANFP), la gran mayoría de empresas que hace parqué sólo hace ese producto. Suelen ser empresas muy tradicionales, que fabricaban parqué antes y lo siguen haciendo. Sí que es cierto que algunas antes sólo fabricaban un tipo de parqué y ahora han diversificado.

Independientemente de esto, hay distribuidores que antes llevaban sólo una marca y ahora están adoptando nuevas marcas. En Construmat, por ejemplo, se vio mucho la entrada del PVC, o la tarima tecnológica para exteriores, que es una mezcla de madera y polietileno. Es decir, se está apostando por diversificar.

Para el que sólo fabrica parqué, se trata de una competencia pura y dura. Para el distribuidor no; es un complemento. No hay muchas empresas instaladoras que compren directamente a fábricas, siempre se pasa por distribuidor. ¡ Ojo!, que éste también selecciona y, de los productos que tienen menos salida, ya no hace stock. Hace un año, tenías una tarifa con casi todo en stock, y ahora solamente hay en stock los productos de mayor rotación. Quien hace ahora stock, ya no es el distribuidor, sino el fabricante.

“El parqué es natural, único. Es el único suelo que apetece sentir, además de con la vista, con el sentido del tacto. No está frío en invierno, no está caliente en verano. Tiene una fácil limpieza y un mantenimiento que, con los últimos avances en barnices, prolonga la vida del parqué y su buen estado.

La madera envejece con gusto, adoptando tonalidades y matices propios que elevan su atención ante el consumidor. Son suelos ‘auténticos’ al que otros pavimentos intentan imitar (laminados, cerámicas…).

Un suelo de madera se escoge normalmente con el corazón más que con la razón. Pero, con la tecnología actual, la madera atiende también a un servicio de uso razonable sin grandes molestias, ni en la instalación, ni en el mantenimiento”.

El parqué requiere mucha menos energía en su producción que cualquier otro elemento (aluminio, piedra…). Es renovable. Almacena CO₂ en su producción. Funciona como aislante acústico y, con sistemas adecuados de instalación, es eficiente en combinación con suelos radiantes. En este aspecto siempre hay que seguir las instrucciones del instalador, pues un mismo parqué puede o no ser más o menos eficiente en función de cómo se haya instalado.

Lo que está haciendo mucho daño es el pavimento laminado, sintético. Es bastante más barato y se está vendiendo como suelo ‘de mucha batalla’. Así que hay gente que, ante el temor de que la madera se manche o se ralle o cambie de color, pues pone el pavimento laminado, cuya apariencia es cada día más parecida a la madera.

Alguna fábrica de las más importantes de España está pasando una situación de apuros e, incluso, ha llegado a concurso de acreedores… Los fabricantes están luchando por exportar, en Marruecos hay muchas empresas que han estado en la feria para intentar entrar allí, y alguna lo está consiguiendo.

Quizás, afuera se están haciendo esfuerzos pero, por ejemplo, en Construmat, fabricantes de parqué prácticamente no había ninguno. Lo que no debería hacerse en una crisis, que es reducir la inversión en marketing, es la realidad que nos estamos encontrando. De los expositores que hubo, buena parte eran de tarima tecnológica, composite, y cuatro o cinco de PVC.

No hay ningún fabricante de parqué, ni uno solo, que fabrique tarima tecnológica. Es otro mundo.

El Museo de la Ciencia de Barcelona —CosmoCaixa—. Cuenta con parqué de roble industrial, un parqué poco conocido, de grandes prestaciones y reducido precio.

Queremos que el consumidor asocie la profesionalidad tanto a las maderas y materiales auxiliares utilizados, como al profesional que los utilice. El intrusismo se da, sobre todo, en la instalación de formatos preacabados y parqués de precios reducidos. En la gama alta o parqués que requieran una instalación profesional, el intrusismo no está tan extendido.

Menos que en el resto de Europa, donde hay fabricantes que canalizan sus productos tanto hacia el consumidor como el profesional.

Cada vez nos exigen más. El problema es que se exige mucho y se hacen inspecciones en obra nueva, pero en obra residencial hay muy poco control. Lo que hay que hacer es formar a la gente para que realmente no se ponga sólo los guantes y el casco si fuera necesario en una gran obra y por miedo a que venga una inspección, sino que realmente los utilice en el día a día. Esto es: usar las rodilleras, las botas, la mascarilla, unas gafas a la hora de cortar.

No es que sea un sector muy ruinoso en cuanto a accidentes, pero sí que es cierto que vas por obras y mucha gente no está usando todas estas medidas.

Hay mucho altibajo, hay mucho nervio, mucha empresa que está reduciendo plantilla e inversiones, y creo realmente que es el momento de apostar. Esto es como la bolsa, no hay que esperar a que haya subido para comprar. Cuando el mercado ya está en su punto más bajo, es cuando hay que empezar las inversiones para luego coger la remontada. Y creo que el momento ese está al llegar. No ha llegado todavía pero está al llegar.

Es difícil, pero yo quiero pensar que cuando pasen las elecciones habrá un impulso para arriba, gane el partido que gane. Pero ahora hay mucha incertidumbre, hay muchas inversiones que están paradas, o se están reduciendo… Creo que a la que haya un cambio o una renovación política, se animará un poquito el consumo.

El problema gordo que vamos a tener es que hay muchas empresas que están reduciendo tanto su capacidad que, cuando se anime el consumo, no van a poder asumirlo.

Mire, el trabajo del parqué es muy estacional. En verano aumenta mucho, y en invierno normalmente afloja. Yo preveo un último trimestre que va a ser bastante duro por falta de trabajo, y quizás suceda lo mismo el primer trimestre de 2012. Incluso, a nivel de morosidad puede haber bastantes novedades, porque hay algunas empresas muy tocadas. Pero, a partir de ahí, a mí me gustaría pensar que 2012 va a ser un año mucho mejor que 2011, que va a ser parecido a 2010. Aunque habrá empresas, como decía, que no estarán preparadas y otras que sí…

No muy a corto plazo, pero en un plazo de un año, yo creo que todos estaremos mejor que ahora. Con la crisis hemos acumulado un stock enorme de viviendas y este stock ahora se está reduciendo, los pisos están bajando de precio. A medida que este stock se vaya reduciendo y se vuelva a iniciar de nuevo la construcción de viviendas y si el banco (quiera Dios) abre un poquito el grifo, yo creo que la demanda subirá, y fuerte.

A lo mejor en seis meses, o un año, o un año y medio. Yo creo que pasadas las elecciones, alguna inversión de estas que están paradas podría volver a ponerse en marcha. Habrá una recuperación de la demanda importante. Recuerdo una conversación que tuve con el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona. Decía que como la gente tiene memoria de corto plazo, si 2012 lo comparas con 2011, será un aliciente que anime al sector.