Entrevista a Sergio Sánchez Pinilla, gerente de Aefam
17 de junio de 2009
Aefam es una asociación joven, fundada hace un par de años. Explíquenos los motivos para dicha creación.
Aefam nace de la necesidad de nuestras empresas de dar a conocer a todos los niveles la verdadera realidad de este sector y todas las ventajas que aporta, así como para que seamos reconocidos como un sector y una realidad independiente.
Nuestra intención es convertirnos en el punto de encuentro y foro de debate de todas las empresas de la construcción prefabricada modular y, de esta manera, a través del consenso y del diálogo entre todos los profesionales del sector, potenciar esta actividad y hacer que se acabe con los prejuicios y con las lagunas legales a las que nuestras empresas se enfrentan.
Usted ha sido nombrado hace poco. ¿Cuáles son sus objetivos en la asociación, a corto y medio plazo?
La asociación tiene que seguir creciendo, y no sólo en el número de asociados, que es lo que nos dará la fuerza y representatividad suficiente para que se nos tenga en cuenta en todos los foros a los que acudimos, sino también en cuanto a los contenidos y servicios que ofrecemos a nuestros asociados en particular y al sector en general.
Debemos ofrecer ventajas y proyectos atractivos que hagan ver a las empresas de este sector que esta Asociación apuesta claramente por ellos y que deben pertenecer a la misma.
Aefam está apostando muy claramente por intentar regular de una forma más precisa la construcción prefabricada modular. Uno de los grandes objetivos que tenemos desde la Asociación es poder conseguir que se nos reconozca claramente como un sector con identidad propia, con unos preceptos legales y éticos perfectamente definidos que sean válidos para todas las empresas de la construcción prefabricada modular que hagan que todos podamos mejorar y seguir creciendo.
Como ejemplo de lo que la Asociación está haciendo, querría destacar entre otros, los siguientes proyectos: la puesta en marcha de un estudio de las implicaciones que para este tipo de construcción tiene el nuevo CTE, la realización de un Estudio de Mercado que en breve se repetirá para su actualización sobre la realidad del sector, el lanzamiento del Sello de Calidad Aefam, el estudio para la puesta en marcha de un Código Deontológico en la construcción prefabricada modular, la creación de una Central de Compras y Seguros para los asociados, el desarrollo de una herramienta ERP específica con la ayuda del plan Innoempresa Suprarregional 2009, la solicitud de Asociación Colaboradora de la Secretaría de Turismo y Comercio para la ayuda en la internacionalización de la empresas, así como el diálogo con las diferentes administraciones públicas en busca de una comunicación fluida que permita encontrar soluciones a estas demandas.
Tradicionalmente las estructuras modulares no han sido demasiado bien valoradas como elemento de construcción de cierto valor... ¿Cómo cree que cambiará esta percepción?
Y ¿Cuáles son los principales escollos con lo que suelen encontrarse las empresas de este sector?
Uno de los mayores problemas al que se enfrenta la construcción prefabricada modular es el de esa falta de identidad como sector independiente y perfectamente diferenciado.
En este sentido, nuestras empresas demandan una legislación específica en temas tales como el transporte de los módulos, la aplicación del Código Técnico de la Edificación, CNAE, certificaciones de calidad, etc.; temas, todos ellos, en los que la Asociación está trabajando.
También, y aunque es un sector cada vez más profesionalizado, se enfrenta a la falta de una formación específica para sus trabajadores por lo que desde Aefam estamos trabajando para que se le de un mayor peso dentro de la formación universitaria tanto en Arquitectura como en Ingeniería.
Además, no podemos dejar de lado la situación de crisis y recesión a la que nos enfrentamos. Obviamente a todos nos está afectando la misma sobre todo en el tema de la morosidad y dilación de los pagos. Nuestras empresas, como otras de otros sectores, tienen que soportar pagos a más de 200 días de media por parte de la Administración Pública o grandes clientes, y eso cuando se cobra, lo que hace que se esté poniendo en peligro su viabilidad a pesar de tener trabajos y proyectos para ejecutar.
Desde Aefam estamos trabajando con el fin de poder ir dando soluciones a estas y otras demandas a las que nuestros asociados se enfrentan.
Si bien en países como EE UU son más habituales, ¿qué explica el desconocimiento o desconfianza que existe en España hacia este tipo de construcciones?
La cultura que se tiene de este modelo de construcción es cierto que es muy diferente en países como EE UU y Japón e incluso, sin irnos tan lejos, en países europeos como Inglaterra, Francia o Alemania. Entendemos que esta desconfianza y desconocimiento es fruto en su mayoría por el uso mayoritario que se dio, ciertamente, a la misma, así como de una gran falta de información sobre lo que este sector está haciendo en la realidad en estos momentos.
En estos países citados más arriba desde hace mucho tiempo se ha apostado por este tipo de construcción para hacer los proyectos que ahora se empiezan a hacer aquí, por lo que debemos verles como ejemplo y como un espejo donde fijarnos.
Sin embargo, si es cierto que esto está cambiando poco a poco en los últimos tiempos y ya no se relaciona exclusivamente a la construcción prefabricada modular con los ‘barracones y las casetas de obra’.
Cada vez son más conocidos por todos los proyectos que se están haciendo con módulos o mediante prefabricados, y además cada vez se apuesta más por ellos, empezando por la Administración Pública.
¿Qué tipología de construcciones podemos encontrar con estas estructuras?
La construcción prefabricada modular es capaz de satisfacer todas las necesidades para todos los tipos de proyectos.
Desde pequeñas instalaciones dedicadas a vestuarios, comedores, puntos de información o venta, puestos de vigilancia, etc. a grandes proyectos como naves industriales, oficinas, residencias, hospitales, pasando por colegios, guarderías, iglesias, etc. y desde luego por el uso residencial.
Cualquier uso puede ser cubierto con este tipo de construcción y sin diferencia alguna en cuanto a calidades ni diseño en comparación con la construcción tradicional y además con unos tiempos de ejecución impensables de otra manera.
¿Es compatible la construcción modular con el diseño arquitectónico?
Por supuesto. Cada día encontramos más ejemplos de construcciones modulares singulares alrededor nuestro.
Cada vez más arquitectos e ingenieros de reconocido prestigio están apostando por llevar a cabo sus proyectos utilizando este tipo de construcción. Que el proyecto se ejecute en fábrica en lugar de directamente sobre el terreno no significa que tenga que quedar al margen del diseño.
Nuestras empresas apuestan cada día más por innovar en sus productos, quedando ya muy lejos aquellos tiempos en los que los proyectos se limitaban a una simple suma y superposición de módulos.
En nuestra web pueden encontrar cantidad de imágenes de proyectos de nuestros asociados donde corroborar esto.
Porque no sólo estamos hablando de construcciones temporales...
La temporalidad es algo que definirá el cliente y sus necesidades. La gran ventaja de este tipo de construcción es que se adapta perfectamente a esta necesidad y a los cambios que puedan producirse.
Así se pueden ejecutar proyectos para periodos muy definidos. Pero también hay cada vez más un mayor número de construcciones con intención de perdurar indefinidamente en el tiempo
Y, como decíamos, si las necesidades cambian nuestra construcción se amolda a este cambio como un guante. Pueden crecer o reducirse en tamaño, cambiar el tiempo para el que se pensó inicialmente y, por qué no, incluso cambiar de lugar.
Por ejemplo una construcción de una oficina que nace con una idea de un periodo de vigencia de muy corto plazo puede hacerse definitiva sin mayor esfuerzo, o viceversa y en un momento determinado cambiar su emplazamiento a otro lugar si así lo requiere la necesidad del cliente.
Respecto a la construcción tradicional ¿qué ventajas aporta la de tipo modular?
La principal ventaja son los tiempos de ejecución. Estamos hablando de que cualquier proyecto se puede ejecutar 3 y 4 veces más rápido que en la construcción tradicional.Así, como ejemplo, un proyecto de un colegio de 700 metros cuadrados tendría un tiempo de ejecución y puesta en funcionamiento de 3-4 meses.
Además, se asegura que no va a existir desviación alguna ni en el plazo ni en el presupuesto que se cierre desde el principio.
Otra de las grandes ventajas es la flexibilidad de las mismas.Éstas pueden aumentar su tamaño en cualquier momento y muy rápidamente en caso de que así se necesite, pero también por su carácter portante, pueden ser desmontadas y retiradas, o trasladadas a otro lugar si, por ejemplo, alguna instalación queda vacía y sin uso, o se necesitan llevar a otra localización en función de la demanda del servicio.
Otra ventaja es la sostenibilidad de este tipo de construcción. Según estudios realizados la emisión de dióxido de carbono es de un 50% menos (transporte incluido) en la ejecución de un proyecto en comparación con la construcción tradicional.
Por no hablar del consumo de agua o de la generación de residuos y escombros. Además en caso de que se tenga que retirar la instalación la huella que deja allí donde estuvo es prácticamente inexistente.Todas estas construcciones son reciclables al fin de su vida útil o de su uso. Además todas pueden ser fácilmente reparadas o adaptadas para nuevos usos, siendo los materiales usados o dañados retirados en planta y llevados a plantas de reciclaje en función de los productos que la componen.
Y todas estas ventajas no están ni mucho menos al margen de la calidad ni del diseño en este tipo de construcción.
Parece que el sector del prefabricado le va a ganar el primer puesto al ladrillo...
No estamos ante una competición entre ambos sectores. La construcción prefabricada modular es una alternativa cada vez más real a la construcción tradicional, pero también estamos ante sectores complementarios y que pueden convivir perfectamente.
De lo que estamos muy orgullosos es que nuestros proyectos cada día sean más conocidos y se nos tenga más en cuenta, pero no queremos entrar en una competición ‘contra el ladrillo’. Además hay que tener en cuenta que una gran parte de los clientes de nuestras empresas son empresas constructoras ‘tradicionales’ (según nuestro último estudio de mercado más de un 50% de la facturación de nuestras empresas es con el sector de la construcción)
Para finalizar, ¿qué futuro le augura a este tipo de construcción?
No podemos obviar que la situación económica actual es difícil, pero como decía en la pregunta anterior somos muy optimistas.
Es cierto que aunque la crisis está afectando a todos los sectores y nadie se salva de estos momentos tan difíciles, la construcción tradicional ve como existe una saturación de oferta y la demanda se ha parado por completo.
Esto, por muchos de los motivos que enumerábamos anteriormente, no está pasando de forma tan grave con la construcción modular ya que, lo que en un principio se entendió como algo negativo y que podría ser esa ‘temporalidad’, sobre todo dentro del ámbito del alquiler, nos permite ser optimistas y ver en esta crisis una oportunidad.
Además la portabilidad de este tipo de construcción nos permite acceder a mercados emergentes y que nuestras empresas se internacionalicen en búsqueda de nuevas oportunidades.
Este sector parte con la ventaja de que, si sabemos aunar esfuerzos entre todos, tiene mucho camino por recorrer y mucho por hacer, lo que hace que, aunque suponga en ocasiones que tengamos que enfrentarnos a ciertos escollos y dificultades, veamos muchas posibilidades para poder seguir creciendo y desarrollando nuestros productos.
Estamos completamente seguros que tenemos mucho por descubrir en este sector y que aportar a la sociedad.