Mejorar con Patent Box la rentabilidad de la I+D+i
La profunda crisis de la Obra Civil en nuestro país, con una caída de la licitación pública de los 40.000 millones de euros en 2007 a unos 5.227 millones de euros en 2013, ha catapultado a las empresas del sector hacia la internacionalización (Fuente: MFOM). La actividad en el exterior de las empresas constructoras españolas es casi frenética. Están presentes en prácticamente todas las grandes licitaciones internacionales. Desde el AVE de La Meca a Medina, gestionado por un consorcio de 12 compañías españolas; el metro de Riad, ganado por FCCCO; el mayor proyecto de infraestructuras en la historia de Australia, que es la autopista urbana en Melbourne y el Metro de Fortaleza en Brasil, adjudicados a Acciona Infraestructuras; el metro de Lima que será construido por ACS y FCCCO; la ampliación del Canal de Panamá y una autopista en Italia, desarrollo por Sacyr; un complejo turístico en Macao y el Metro de Ottawa por ACS; autopistas en Texas que llevará a cabo Ferrovial; la modernización de autopistas en Brasil por Abertis; un centro hospitalario en Montreal que ejecutará OHL; la modernización de una refinería en Perú por parte de Técnicas Reunidas; tendidos eléctricos en el Amazonas por Isolux-Corsán; las líneas de Metro de Ankara por Comsa-Emte, y un largo etc.
A día de hoy, más del 80% del negocio del sector proviene de fuera de nuestro país. Así, en el ranking que elabora la revista Engineering News-Record (ENR), encontramos por volumen de contratación internacional en el año 2014 entre las 100 primeras empresas constructoras a 8 españolas. No cabe duda pues, que somos una potencia mundial en el sector de la Construcción.
En este contexto, los grupos constructores nacionales que trabajan a nivel internacional no deben desaprovechar las oportunidades existentes para mejorar su rentabilidad, derivadas de la aplicación de sus desarrollos en materia de innovación. La utilización de los instrumentos fiscales adecuados puede contribuir sustancialmente a la generación de recursos adicionales, aun a sabiendas que la primordial limitación que encuentra el sector privado a la hora de innovar es el factor coste, principal barrera a la innovación en términos de retorno de la inversión (según datos de 2012 del INE). Al coste como barrera de la innovación, le siguen el conocimiento y el mercado, tal como se desprende de la 9ª edición del Barómetro internacional de financiación de la innovación elaborado por Alma Consulting Group.
En los últimos años se ha disparado el interés de las empresas constructoras por los mecanismos de financiación de la innovación como herramienta impulsora de su competitividad, y de hecho muchas de ellas admiten que sin la financiación indirecta que proporcionan las deducciones por actividades de I+D+i sería muy complicado innovar. A pesar de ello, todavía el 19% de las empresas españolas que podrían aplicarse deducciones fiscales por I+D+i no las están utilizando.
A esta realidad se suma que en algún momento pueden encontrar limitaciones en la aplicación de dispositivos fiscales relacionadas con la I+D+i, aun cuando gran parte del conocimiento que generan se produce en los centros ubicados en España. En estos casos, en los que parte del conocimiento sirve para mejorar la competitividad de la empresa a través de su internacionalización, un mecanismo al que pueden acogerse es la reducción de la base imponible por cesión de activos intangibles (Patent-Box), desarrollados por la TRLIS en su artículo 23. Este dispositivo permite una reducción en la base imponible de un 40% de la renta neta, permitiéndose la cesión intragrupo, lo que resulta especialmente interesante para empresas de un mismo grupo de consolidación con actividad en varios países. El sector Construcción ha conseguido una reducción de 6.029 millones de euros mediante la aplicación del Patent Box.
Para su correcta aplicación, hay que tener en cuenta el tipo de activo a ceder, su valor de acuerdo a lo establecido en el artículo 16 del TRLIS, el marco contractual de la cesión, y el análisis de la rentabilidad de la puesta en marcha del proceso. Es necesario además, contar con los apartados del tipo impositivo del país de la filial, la retención que se les practica a los royalties y la posible aplicación de la deducción por doble imposición internacional en la matriz española. Conviene también conocer la posible existencia del dispositivo en aquellos países en los que se está desarrollando actividad, ya que la transferencia de conocimiento y cesión de activos intangibles está volviéndose multidireccional, tanto en el seno del grupo como a terceros.
El Patent Box es pues muy atractivo para las empresas constructoras por diversos motivos: les permite mejorar la rentabilidad de sus operaciones en el ámbito de la I+D+i, sirve de incentivo para el desarrollo de nuevas interconexiones, sinergias y spill-overs entre los diversos agentes implicados, además, es complementario y compatible con las deducciones fiscales.
Las Administraciones por su parte, han articulado iniciativas y dispositivos en el sector Construcción para mejorar la adquisición e incorporación de soluciones tecnológicas al sistema productivo. En otros ámbitos, en lo que respecta a los incentivos fiscales por inversiones medioambientales, son deducibles las relacionadas con evitar la contaminación atmosférica y del agua, así como la reducción y tratamiento de residuos. En este caso, la base de deducción está directamente relacionada con la inversión ejecutada para la protección ambiental.
Para aplicar la deducción es condición sine qua non contar con el Certificado de convalidación emitido por la Comunidad Autónoma donde haya sido realizada la inversión, pudiendo ser aplicada en el próximo Impuesto de Sociedades las deducciones generadas por las inversiones puestas en marcha en el período 2002-2013 (Consulta Vinculante V0395-13). Ejemplos de inversiones que pueden acogerse a este incentivo son: reciclado de hormigón, tratamiento de aguas-decantación de sólidos, recuperación de RCDs, asfalto o pavimentación de viales, pantallas cortavientos, sistemas lava-ruedas, cubetos y zonas impermeables, ataguías y tablestacados, reciclado in situ con cemento, equipos de machaqueo, segregación de residuos en origen, pantallas acústicas y cerramiento de equipos, etc.
La ayuda de consultores externos es un apoyo fundamental para poder acogerse con éxito a los mecanismos disponibles de financiación de la innovación. De hecho, según se desprende de la 9ª edición del Barómetro internacional de financiación de la innovación mencionado con anterioridad, el 75% de los encuestados necesitan ayuda de expertos para gestionar las deducciones fiscales por I+D+i. Para Alma Consulting Group, estar trabajando con más del 80% de las compañías del sector Construcción, garantiza el profundo conocimiento de las peculiaridades del negocio, así como de reducción del coste fiscal, entendido en términos de retorno de la inversión.