Claves para elegir un sistema de filtración
Lo primero que debemos puntualizar es que la filtración es un sistema mecánico que retendrá las partículas o sólidos en suspensión en el agua, es decir, es un proceso físico. Para los sólidos disueltos tendremos que recurrir a otros sistemas de filtración por adsorción o membranas. En este caso hablaremos de los sistemas de filtración para retención de partículas superiores a una micra.
Además de los datos básicos de caudal a filtrar y presión disponible a la entrada del filtro tenemos que conocer la carga de sólidos suspensión (TSS) y la procedencia del fluido a filtrar.
Elementos como disponibilidad de energía, espacio para la instalación y si protege un sistema fundamental de la instalación (por si hubiera duplicar) serán de utilidad en la definición del equipo más conveniente. Por último, es muy importante saber que elementos queremos proteger posteriormente al filtro, así como conocer las legislaciones locales en caso de vertido.
Los elementos claves son:
- Caudal: determinará el número de filtros a instalar y el grado de automatización.
- Presión: desde filtraciones por gravedad a redes de alta presión.
- Grado filtración: tamaño de las partículas que queremos retener. Desde protección de contadores a protección de membranas de ósmosis. A menor tamaño de partícula a retener, más superficie de filtración.
- Electricidad: paneles solares, corriente trifásica, monofásica, pilas, señales 12 v, etc.
- Espacio: saber la disposición de la instalación nos permite ajustar los filtros al espacio disponible. Ubicación exterior-interior.
- Procedencia agua: río, pozo asentado, pozo nuevo, balsa, canal, tratamiento secundario EDAR, agua proceso industrial, etc.
- Automatización: cada vez se evoluciona más a sistemas autolimpiantes.
- Calidad agua: transcendental conocer la cantidad sólidos suspensión (TSS en ppm o mg/l), distribución de estos (análisis granulométrico) y tipología (orgánicos o inorgánicos).
Cuanta más información sobre el fluido a filtrar se disponga, más se afinará en la definición del sistema de filtración, el grado de filtración más adecuado para cada situación, ya sea de limpieza manual o automática.
Los sistemas de filtración física, sin entrar en explicaciones sobre el funcionamiento de los mismos, son:
- Filtros de anillas: filtración superficie con una ligera profundidad. Filtra a velocidad de tubería. Adecuado en aguas con alta salinidad o corrosivas al metal. Obtenemos punto de corte definido por la anilla.
- Filtros de malla: sistema muy rentable para grandes caudales. Menor huella. Filtración superficial.
- Filtros de arena: gran huella ya que tenemos que rebajar la velocidad de paso en función de la aplicación (desde 50 m3/m2/h hasta 5 m3/m2/h). Sistema que da las mejores calidades de agua, proporciona una filtración en profundidad.
- Hidrociclón: suele ir asociado a alguno de los anteriores, como sistema previo en aguas muy cargadas. Mediante el contacto de partículas con el hidrociclón, al aumentar la velocidad de paso por el vórtice que genera éstas, quedan retenidas en el equipo. Sistema óptimo para filtrar arenas y partículas grandes.
- Microfiltración: el agua circula a través de cartuchos de paso definidos, reteniendo partículas hasta 1 micra. Estos dispositivos suelen venir asociados a un sistema filtración previo para bajar los solidos en suspensión.
Con la información previa se definirá el sistema más adecuado para la aplicación propuesta por el cliente y que en muchas ocasiones podrá ser la combinación de dos de los sistemas anteriores.
En conclusión, cuantos más datos se dispongan más fácil será confeccionar el sistema adecuado. En aplicaciones singulares muchas veces lo mejor es pilotar sobre una hipótesis previa para conseguir afinar mejor el resultado. Por experiencia, la mayoría de las veces, y sobre todo en aplicaciones novedosas, no existe mucha información por lo que se aconseja realizar esta prueba piloto. En general los sistemas de filtración son extrapolables de manera aritmética.
En Lama son fabricantes de todos los sistemas de filtración mencionados, por lo que recomiendan el que más se ajuste a las necesidades de su cliente, en función de los parámetros anteriores. Además, los más de 70 años de experiencia y las 150.000 instalaciones repartidas por todo el mundo, les permiten conocer casi todas las aplicaciones del mercado, aunque día tras día siguen encontrándose nuevos retos propuestos por sus clientes.
