El Poliestireno Expandido (EPS) es un material plástico celular con numerosas aplicaciones en el campo del envase y embalaje gracias a su alta capacidad de adaptación. Por este motivo se encuentra en multitud de sectores: desde la electrónica de consumo (línea blanca y marrón), hasta en muebles, herramientas, juguetes, vacunas e industria alimentaria (carne, fruta, hortalizas, pescado, helados). Cada vez son más los sectores que confían en el EPS como el material idóneo para su envasado o embalado. Además, hay que considerar también sus diversas aplicaciones (cascos, tablas de surf, estructuras de sillas para bebés, etc.).
Entre las características más importantes de los envases y embalajes de EPS son, además de su versatilidad y su sostenibilidad (100% reciclable), su ligereza de peso, lo que reduce considerablemente los costes de transporte. Tienen una gran resistencia a la compresión, y son rígidos y apilables, lo que permite embalar productos pesados. Una de sus cualidades principales es la adaptabilidad a cualquier producto. El tipo de embalaje puede calcularse en función de los requisitos de protección y resistencia. Esto permite optimizar el consumo de material y a la vez garantiza la seguridad del producto embalado.
Tiene un excelente comportamiento en la amortiguación definida y calculable de impactos ya que ofrece una sólida protección y una alta resistencia en caso de impacto contra cantos o esquinas y capacidad de protección. La facilidad de manipulación permite apilar la mercancía sin problemas, tanto en el almacén como en el punto de venta.
Dispone de una gran capacidad de aislamiento térmico. Únicamente un material de embalaje que ofrezca una baja conductividad térmica permite satisfacer las exigencias en cuanto al mantenimiento de la cadena de frío y control de la temperatura requeridas. El EPS también tiene una gran resistencia a la humedad. El producto envasado en EPS admite rociado con agua al no ser absorbente de la humedad.
Entre sus beneficios técnicos destaca el hecho de que no necesita montaje, se facilita el enmallado del palet, que el EPS puede combinarse con otros materiales para formar un envasado y/o embalado mixto que reúna las propiedades deseadas del EPS a las que una las del material con el que se combina; que resulta perfecto para el envasado de pequeñas cantidades; y que permite la diferenciación clara del producto en el punto de venta gracias a su aspecto atractivo para expositores y promociones.
Aplicación de EPS en todos los campos
Los envases de EPS son una óptima alternativa para garantizar las condiciones de mantenimiento de los alimentos. Gracias a su capacidad aislante y de conservación de la temperatura durante largos periodos de tiempo, se consiguen mantener todas las propiedades de los productos. Además el EPS tiene una gran capacidad de amortiguación de impactos, siendo una característica muy importante también de cara a garantizar un transporte y almacenamiento óptimo de los alimentos. Todos los envases fabricados con EPS cumplen con la legislación vigente en materia de contacto alimentario.
Entre los alimentos que habitualmente utilizan como envases EPS se encuentran pescados y mariscos; productos lácteos; productos cárnicos; bebidas; frutas y verduras; y helados y pastelería.
Otra aplicación muy importante de los envases y embalajes de EPS es en electrodomésticos y electrónica de consumo, gracias a su gran versatilidad y capacidad de adaptación, así como por su excelente comportamiento en la amortiguación de impactos. Estas características han hecho que el EPS se posicione como el mejor envase y embalaje para electrodomésticos, puesto que además permite la posibilidad de apilar la mercancía sin problemas, tanto en el almacén como en el punto de venta.
La fragilidad de ordenadores, accesorios, componentes electrónicos, aparatos de audio y vídeo, exigen una sólida protección que también ofrece el EPS. Gracias a su estudiado diseño, los envases de EPS son especialmente aptos para ser utilizados en cadenas de embalaje, transporte y almacenamiento.
También en la horticultura y la jardinería, desde las bandejas para el transporte de plantas, pasando por los semilleros, hasta placas especiales para las instalaciones de calefacción en invernaderos, el EPS ofrece una gama de soluciones que abarcan todas las etapas de desarrollo y crecimiento de las plantas, protegiéndolas durante el transporte hasta su destino final, así como piezas de soporte para el cultivo hidropónico.
En los envases y embalajes para juguetería es importante el efecto 'display' de los mismos del EPS, capaces de convertirse en buenos expositores de los productos. Los envases y embalajes de EPS permiten la manipulación y el transporte sin riesgo para los juguetes.
En los sectores de farmacia, perfumería y cosmética los envases y embalajes de EPS garantizan la seguridad de los productos durante el transporte y a su vez se transforman en atractivos 'presentadores' de los mismos cuando son colocados en el escaparate o mostrador del punto de venta. Así mismo, el EPS ofrece las garantías de total higiene y aislamiento térmico para productos farmacéuticos.
Un producto 100% reciclable
El gran valor ambiental del EPS es su capacidad de reciclado del 100%. Gracias a esta singular característica, este material se presenta como la alternativa más viable es términos de reutilización y optimización en el uso de los recursos naturales, sin verse por ello mermada la calidad de los productos envasados o su capacidad aislante. Las empresas del sector a través de Anape, conscientes de la necesidad de cerrar el ciclo de vida del producto y con el fin optimizar la gestión del residuo de EPS generado al final de su vida útil, en el año 2000 fomentaron una iniciativa pionera, el proyecto ECO-EPS. Tiene como fin recoger, reutilizar y reciclar el EPS post consumo a través de una red de centros ECO-EPS. Gracias a esta iniciativa, se garantiza una correcta gestión y tratamiento de los residuos de EPS de envase y embalaje así como de los generados por el sector de la construcción y rehabilitación de edificios.
Estos centros son gestores de residuos, y como tal, cumplen con todos los requisitos legales establecidos tanto en la normativa de ámbito estatal como la autonómica. Hay que considerar también que además de gestionar, tratar y reciclar los residuos, estas empresas actúan dando un servicio de acopio y transporte de los residuos en los puntos donde estos se originan y concentran.
Ser centro ECO-EPS implica adaptar las instalaciones propias de la actividad de transformador de poliestireno expandido a los requisitos de gestor de residuos no peligrosos. Para ello, se acondiciona una zona de acopio, triturado, acondicionado y reciclado del material. Además, se debe implantar un sistema de calidad que permita garantizar la trazabilidad de los productos reciclados, asegurándose también la calidad de las materias primas utilizadas (residuos de EPS).
La red de centros de gestión de residuos de EPS está gestionada y coordinada por anape, la Asociación Nacional de Poliestireno Expandido. Actualmente cuenta con seis centros establecidos por distintos puntos de la geografía española: Andalucía, Islas Baleares, Cataluña, Galicia y Madrid.
Para lograr el reciclado de los residuos de EPS, es fundamental la comunicación con los sectores que los generan. Como ejemplo, se tratará el caso de los residuos del sector del electrodoméstico y la electrónica de consumo, al ser uno de los principales destinos de aplicación de los envases y embalajes de poliestireno expandido y porque los embalajes de estos productos cuentan con una elevada tasa de recuperación.
Anape, en calidad de entidad coordinadora del Proyecto ECO-EPS, contacta con los principales puntos de venta de este tipo de productos así como sus fabricantes. Se estableció que los lugares de recogida de estos residuos se realizarían en los ‘puntos limpios’ urbanos y en áreas acondicionadas de las grandes superficies de venta, al ser lugares de gran concentración de residuos de envases y embalajes de EPS.
Cuando se ha generado una cantidad suficiente de residuos, estos se trasladan a los Centros ECO-EPS, donde son valorizados, gestionados y tratados bajo la supervisión de Anape.En el Proyecto ECO-EPS de Anape también colaboran Cicloplast, que es la entidad constituida para la adecuada gestión de los residuos plásticos y, a través de un convenio de colaboración, Ecoembes, entidad dedicada a la gestión de residuos de envase y embalaje.
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