Retrofit, la solución sostenible para mejorar la CAI y asegurar un entorno saludable
Luis Satrústegui, director de Grandes Cuentas de Aire Limpio
03/12/2024Las instalaciones de climatización en los edificios son esenciales para mantener la salud y el confort de sus ocupantes. Sin embargo, con el tiempo, van perdiendo sus prestaciones y rendimiento y se van haciendo tecnológicamente obsoletas, consumiendo más energía y disminuyendo la calidad del aire que suministran. La vida útil de una instalación de climatización varía entre 15 y 30 años, por lo que prolongarla a través de actualizaciones tecnológicas y optimizaciones es una solución mucho más rentable y sostenible que sustituir el sistema al completo.
El consumo energético de los sistemas de climatización y ventilación de un edificio tipo suele suponer el 60% de su factura eléctrica, lo que, dentro del esquema de costes del sector hotelero cobra aún más relevancia, ya que es una de las variables más importantes a la hora de fidelizar a sus huéspedes, que son también sus clientes finales. El confort térmico y un aire limpio y saludable son elementos fundamentales en su oferta de “bienestar”.
Un bienestar que debe lograrse en paralelo a una gestión eficiente del consumo energético –para que su oferta económica sea competitiva en precio- y dando, además, el debido cumplimiento a normativas de sostenibilidad cada vez más estrictas.
Los equipos HVAC de los hoteles sufren mayor desgaste por uso intensivo
De hecho, los equipos de climatización de los hoteles pueden sufrir un mayor desgaste debido a su uso intensivo, algo que podría paliarse en parte disponiendo de sistemas de ventilación bien optimizados y sin fugas, y aquilatando el uso de dichos sistemas a la ocupación real de zonas comunes y habitaciones.
En ese contexto, de la misma forma que una empresa hotelera sabe bien que no necesita “echa abajo” el interior de su hotel para actualizar su decoración y hacerla más agradable a su público cliente objetivo, sino que utiliza pintura, muebles y otros elementos decorativos para actualizar su oferta, tampoco debería ser necesario, hoy en día, “echar abajo” el sistema HVAC por completo para disponer de un entorno más confortable para sus clientes, sino que la solución más optimizada en costes sería, sin duda, realizar un retrofit completo de su sistema HVAC.
Las razones para una pérdida de confort térmico o de un consumo energético excesivo en los sistemas CAI pueden venir, por ejemplo, de la existencia de fugas en los circuitos, que es algo que, hoy en día, tiene una solución sencilla, sin necesidad incluso de realizar obras; de filtros obsoletos o con mal funcionamiento, o de una mala monitorización y gestión de la ventilación, sin atender a la ocupación real de las diferentes zonas del hotel.
Mejorar el sistema HVAC sin sustituirlo por completo
Pero vayamos por partes. ¿Qué deberíamos hacer para verificar el buen funcionamiento de los sistemas HVAC y mejorarlos, sin sustituirlos por completo?
La solución, como ya hemos indicado, viene de la mano de realizar un retrofit del sistema. Para ello, el primer paso es realizar una inspección completa y exhaustiva del sistema de climatización preexistente, analizando el estado de los equipos, su eficiencia, fiabilidad y operatividad.
A continuación se realiza una propuesta de posibles actuaciones de mejora, ajustada a la situación real del sistema HVAC. Este tipo de propuesta puede incluir desde la integración de tecnologías más eficientes, hasta la sustitución de filtros, ventiladores o sensores por otros que permitan optimizar la ventilación del edificio y mejorar el bienestar y la salud de sus ocupantes.
Por ejemplo, es conveniente contemplar el estado de los filtros físicos y sustituirlos por otros de polarización activa, que utilizan la polarización electrostática sobre una media filtrante y no generan ionización. Esta tecnología sustituye a la filtración tradicional y consume menos energía debido a su baja pérdida de carga, con un coste de mantenimiento inferior respecto a la filtración tradicional.
Además, en la actualidad, en los entornos de uso colectivo más exigentes –que es el caso de los hoteles, por su alta rotación de ocupantes-, también se suelen implementar filtros fotocatalíticos, que combinan la luz ultravioleta UVGI de espectro germicida y la oxidación por medio de radicales hidroxilo, lo que permite desactivar el ADN de microorganismos para un entorno libre de virus, bacterias y hongos.
En los entornos de uso colectivo más exigentes como los hoteles, también se suelen implementar filtros fotocatalíticos.
Conductos estancos, una solución que ya no requiere obras
Una vez realizadas las mejoras propuestas, el siguiente paso, ya sobre un sistema optimizado, es realizar una prueba de estanqueidad de los conductos. Por muy precisa que sea una instalación, su complejidad imposibilita garantizar el 100% de estanqueidad.
Para ello, hasta ahora, solían utilizarse sellantes exteriores, pero algunos conductos no son accesibles, no solo en reformas, sino incluso en obras de nueva construcción, en las que muchas veces, en las etapas finales, ya no es posible acceder a los techos. Encontrar fugas en los circuitos en esas condiciones requiere cerrar áreas del inmueble –que en el caso de un hotel se traduce en pérdida de ingresos- y una elevada inversión en tiempo, que ni siguiera garantiza su precisión.
En actualidad, existen sistemas que permiten la detección y el sellado de fugas de forma no intrusiva. La clave pasa porque, con el nuevo sistema, al contrario que el sellado tradicional, se actúa desde dentro, lo que hace innecesario tirar abajo techos o paredes. Y una vez detectadas las fugas, se introduce un polímero nebulizado que forma una capa cristalizada en los puntos con diferencia de presión, incluso manteniendo abiertas o cerradas las compuertas. Y este proceso de sellado puede realizarse minimizando las necesidades de cierre al público de las estancias, lo que lo hace idóneo en entornos hoteleros.
Sistemas de monitorización expertos para adecuar ventilación y ocupación
Finalmente, un buen retrofit del sistema HVAC debe incluir la optimización de los sistemas inteligentes para la monitorización en tiempo real del sistema renovado, lo que mejora su funcionamiento. En este caso, es recomendable contar con sensores multiparamétricos avanzados que monitoricen todo tipo de contaminantes, y no solo CO2 como sucede con los sistemas más básicos, y que se controlen desde un sistema de monitorización CAI experto e integrado con el BMS del hotel.
Dicha actualización del sistema HVAC con control inteligente y automatización permite un ajuste en tiempo real de las operaciones del sistema de climatización y facilita la monitorización continua de parámetros críticos, ajustando automáticamente el flujo y calidad del aire en función de la ocupación y las condiciones ambientales del hotel. Esta tecnología –que aúna BMS-Retrofit con monitorización CAI integrada- asegura un uso eficiente de la energía, maximiza la vida útil de los equipos y minimiza las interrupciones operativas, lo cual es clave en un entorno de alta demanda como el hotelero.
Obviamente, todo este proceso, no exento de complejidad, que hemos detallado requiere contar con un partner muy especializado que abarque todos estos sistemas. En definitiva, una consultoría CAI integral que asuma la actualización completa del HVAC sin necesidad de que la empresa hotelera deba destinar recursos internos durante todo el proceso, reservándolos para su objeto de negocio final, que es fidelizar a sus huéspedes.
Cumplimiento de los estándares legales de sostenibilidad
Además, la realización de un HVAC-Retrofit en hoteles, como el que realizamos desde Aire Limpio, no solo es una estrategia eficiente en términos energéticos y de salud de sus ocupantes, sino también una inversión en el cumplimiento de las regulaciones y estándares de sostenibilidad actuales.
Contribuye a la descarbonización al reducir las emisiones de GEI, optimiza la eficiencia operativa y mejora la calidad del aire interior. Y todo esto fortalece el compromiso del hotel con la sostenibilidad y el bienestar de sus huéspedes. Al implementar estas soluciones, los hoteles no solo elevan su perfil ESG, sino que también aseguran su competitividad y relevancia en un mercado que valora cada vez más la responsabilidad ambiental y social.
Obviamente, este procedimiento es válido para cualquier edificio de uso colectivo pero, ¿por qué cobra especial importancia en el caso de los establecimientos hoteleros? Entramos aquí en el terreno de la percepción subjetiva.
Somos lo que respiramos
Para fidelizar al cliente y que repita estancia es necesario que todo haya sido perfecto: la decoración, el personal, la comida, la ropa de cama, la almohada mullida, el baño impoluto, la iluminación… esa sensación intangible de “haberse sentido a gusto” que, en un porcentaje elevado, aunque no sean capaces de verbalizarlo, depende en gran medida de un confort térmico, grado de humedad y aire purificado óptimos.
En ningún hotel se plantearían servirnos un vaso de agua turbia, con depósitos y partículas en suspensión, y, de la misma forma, tampoco es aconsejable que “sirvan” a sus huéspedes un aire que no cumpla con los más altos estándares de salud y confort. Y si, además, puede hacerse ajustando al mismo tiempo los costes generales del hotel y reduciendo sus emisiones, a nadie le queda duda de que estamos ante una solución de HVAC idónea para una industria hotelera sostenible y saludable. Somos lo que respiramos.