Sistema de PVC corrugado Sanecor, la solución más eficiente para la problemática actual de las redes de saneamiento y drenaje

Actualmente las redes de alcantarillado o drenaje urbano muestran todavía en España importantes problemas estructurales y de funcionamiento. La principal causa del mal estado de conservación de estas redes es su elevada antigüedad. Las inversiones destinadas a su renovación han sido insuficientes en muchas poblaciones. Esto, unido a la dificultad técnica y la gran afección a la población que supone la renovación de estas redes en los cascos urbanos de las poblaciones, hace que contemos con redes antiguas y deterioradas en muchos lugares de nuestro territorio.

La tubería Sanecor de PVC corrugado de Molecor ha sido diseñada para asegurar esa estanqueidad y garantizar el rendimiento a largo plazo en las conducciones de redes de alcantarillado y saneamiento.

Esta degradación favorece la aparición de fugas en las redes de manera que no todo el volumen de agua que entra en la red es transportado hasta su punto de destino. Esta falta de estanqueidad provoca que parte del agua transportada se infiltre en el terreno, produciendo una contaminación del terreno adyacente. Una infiltración que si se produce de manera continua durante muchos años puede llegar incluso a producir una contaminación de las aguas subterráneas y provocar la aparición de malos olores.

Aunque las tuberías de agua potable deben instalarse siempre por encima de las redes de saneamiento y drenaje, en algunos casos en los que exista cierta pendiente, el bulbo de contaminación del terreno podría llegar a alcanzar además los alrededores de alguna tubería de agua potable, llegando a producir una contaminación accidental de la misma.

Las raíces de los árboles se convierten también en una amenaza importante cuando aparece en sus alrededores una fuga de agua en la red de saneamiento. Las raíces detectan la presencia de agua, cargada de nutrientes, y crecen rápidamente en esa dirección, tratando de introducirse en el interior de la tubería o del pozo de registro. Esto conlleva todavía más daños en la red con el consiguiente aumento del volumen de pérdida de agua.

Otro efecto negativo para destacar de la falta de estanqueidad de las redes es la que ocasionan las fugas de agua al arrastrar finos alrededor de la tubería, produciendo un descalce de la misma con la consiguiente pérdida de apoyo y posibles hundimientos del terreno. En los casos en los que el nivel freático del terreno se encuentra por encima de las tuberías y pozos de registro, la falta de estanqueidad de la red de saneamiento provoca una entrada de agua desde el terreno hasta el interior de la red actuando en estos casos como una red de drenaje del agua del nivel freático, y conduciendo dicha agua drenada hasta la estación de tratamiento. Este volumen de agua procedente del nivel freático que se infiltra hace que disminuya la capacidad hidráulica disponible en las tuberías, lo cual puede comprometer el transporte del agua residual o del agua de drenaje de lluvia para las que fueron calculadas en su momento por parte del proyectista.

Una consecuencia más de la infiltración de agua con elevada conductividad procedente del nivel freático es la dificultad o incluso la imposibilidad de la reutilización del agua para riego. Los tratamientos convencionales de las EDAR no eliminan los sólidos disueltos existentes en el agua, ni siquiera en los tratamientos terciarios que se implementan. Para reducir esta contaminación es necesario el empleo de costosas técnicas de separación por membranas de ósmosis o de sistemas de evaporación, lo cual encarecen enormemente el coste del agua reutilizada.

La solución a todas estas consecuencias del mal estado de conservación de las redes de saneamiento y drenaje pasa por apostar por la renovación y el mantenimiento. Es necesario acometer la renovación de aquellos tramos de las redes que presenten problemas de estanqueidad, bien a través de la utilización de técnicas de rehabilitación de tuberías con tecnologías sin zanja o bien directamente con la sustitución de las redes existentes por tuberías nuevas.

Como hemos visto, la cualidad más importante que debe reunir cualquier red dedicada al transporte de aguas de desecho es garantizar la estanqueidad total del fluido para asegurar que no se produce ningún tipo de fuga que pueda causar la contaminación del entorno.

La tubería Sanecor de PVC corrugado de Molecor ha sido diseñada para asegurar esa estanqueidad y garantizar el rendimiento a largo plazo en las conducciones de redes de alcantarillado y saneamiento. Se trata de una solución plástica de PVC formada por 2 capas, una exterior corrugada que es la que se encarga de aportar rigidez al tubo y otra interior lisa que favorece la circulación del agua, evitando que se depositen materiales y se reduzca la capacidad de carga en la red.

Gracias a su elevada rigidez en torno a los 10 kN/m2, la tubería Sanecor aporta una gran resistencia frente a las cargas que gravitan sobre el tubo, tanto del terreno como del tráfico que circula por encima del mismo. Pero lo más importante es que dicha rigidez se mantiene muy elevada en el tiempo, ya que, al tratarse de una tubería de PVC, su pérdida de rigidez en el tiempo como consecuencia de la fluencia del material es mucho más baja que la que experimentan otros materiales plásticos. Esto asegura que, a largo plazo, la tubería siga resistiendo las cargas y no se produzcan apenas deformaciones en su estructura.

Posee además una excelente resistencia química, ya que el PVC es totalmente inerte tanto a los desechos orgánicos, como a sustancias tales como grasas, aceites minerales y combustibles, tan habituales en las aguas de escorrentía de las grandes poblaciones. El PVC es un material inmune a la corrosión, y muy resistente al efecto de abrasión que produce la circulación del agua por el interior del tubo.

Pero, la principal característica de esta tubería es su total estanqueidad. La unión del tubo Sanecor se realiza mediante unión por junta elástica y por el sistema llamado “de embocadura integrada”, en el que la copa o campana que aloja el extremo macho del tubo contiguo es también corrugada y mantiene la rigidez y espesores del resto del tubo. En cuanto a la junta elástica, el tubo Sanecor dispone de una junta bilabiada hasta diámetro DN500, y en diámetros altos de junta simple labio lo que permite un perfil que favorece la estanqueidad, y que la junta sea más plana y por tanto sea muy difícil de desplazar de su alojamiento durante el montaje. La tubería Sanecor posee, además una capacidad hidráulica óptima, ya que su mínima rugosidad disminuye el rozamiento del agua por su interior.

Todos los elementos que conforman la red deben evitar también las infiltraciones de agua del subsuelo al interior de la conducción ya que incrementa el consumo energético y los costes de depuración, pudiendo afectar al funcionamiento global de la red. Este aspecto debe cuidarse especialmente en juntas, acometidas, pozos, etc. siendo muy recomendable optar por sistemas de unión prefabricados a base de juntas elásticas, y cuyo adecuado montaje sea sencillo de realizar.

El sistema Sanecor cuenta con una de las gamas más amplías del mercado con diámetros nominales que van desde 160 mm hasta 1.200 mm, tanto para el rango de la tubería como el de sus accesorios, y posee una gama muy completa de arquetas y pozos de registro en el mismo material resolviendo con ellos los inconvenientes surgidos con otras soluciones plásticas anteriores, fundamentalmente referidos al coste, a la resistencia mecánica y a la adaptación in situ de la solución prefabricada.

En la actualidad no existe una conciencia social de los problemas que genera el mal estado de conservación de este tipo de redes por lo que muchas Administraciones Públicas no han destinado en los últimos años las inversiones necesarias para su renovación. Comencemos por poner en valor este tipo de redes, que constituyen un eslabón más de la cadena de infraestructuras hidráulicas existentes en el ciclo integral del agua, dándole el valor que se merecen e invirtiendo los recursos necesarios para su mejora y conservación.