La norma donde la climatización y ventilación comparten protagonismo con la salud
José J Arboledas Herranz. Responsable de Formación y Proyectos Especiales de Keyter
28/02/2023Cuando se nombra una norma, se indica su procedencia, UNE (Una Norma Española), EN (Origen Europeo, Comité Europeo de Normalización (CEN)… y en este caso también es OMS (Organización Mundial de la Salud). Y la explicación es muy sencilla. Es de las pocas normas en climatización y ventilación que conozco, donde la técnica no es la única protagonista, comparte ese papel con la salud, y es de agradecer.
Las normas, hasta ahora, se basaban sobre todo en la seguridad, para evitar accidentes, tanto de personas (PRL), equipos, instalaciones…pero ¿de la salud?
¿Y por qué mezclar a la OMS en estos aspectos ingenieriles? Porque somos los responsables de la Calidad de Aire Interior (IAQ) en los locales donde, como se ha dicho infinidad de veces, pasamos la gran mayoría de nuestro tiempo. Somos los encargados de ventilar, de limitar la concentración de contaminantes del aire que respiramos, y en esta Norma ya no es el ser humano el único foco de contaminantes con sus emisiones de CO2, si no que el propio edificio, lo que lo rodea y lo que contiene, se convierte en el principal foco de emisiones de agentes contaminantes.
Estos agentes contaminantes son:
- Benceno.
- Monóxido de carbono.
- Formaldehido.
- Naftaleno.
- Dióxido de nitrógeno.
- Hidrocarburos poliaromáticos. (4-Isopropyltoluene, Isopropylbenzene, ...)
- Tricloroetileno.
- Tetracloroetileno.
Toda una colección de sustancias, un porcentaje mínimo de la realidad, que la OMS considera, depende cual, de dañinos para la salud, cancerígenos, mutágenos… en definitiva, merecedores de no estar cerca de nosotros o de nuestras familias. Pongámosle nombre a este grupo de sustancias, COVs (Compuestos Orgánicos Volátiles). El Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico los define como “los compuestos orgánicos volátiles (COV) son todos aquellos hidrocarburos que se presentan en estado gaseoso a la temperatura ambiente normal o que son muy volátiles a dicha temperatura. Se puede considerar como COV aquel compuesto orgánico que a 20°C tenga una presión de vapor de 0.01 kPa o más, o una volatilidad equivalente en las condiciones particulares de uso.”
Y los cataloga como:
“Compuestos extremadamente peligrosos para la salud: Benceno, cloruro de vinilo y 1,2 dicloroetano.
Compuestos clase A: los que pueden causar daños significativos al medio ambiente, como, por ejemplo: acetaldehído, anilina, tricloroetileno, etc.
Compuestos clase B: tienen menor impacto en el medio ambiente. Pertenecen a este grupo, entre otros, acetona y etanol.”
Como se puede observar la disparidad de criterios es alta, COVs no contemplados por la OMS si lo son por el Ministerio y al revés.
¿Y de dónde proceden todos estos compuestos? La respuesta la tienes, por ejemplo, justo debajo de las narices. Seguramente estas leyendo en el PC, ese PC está sobre una mesa y casi seguro que la mesa es de tablero de partículas o MDF. Un gran emisor de formaldehidos que, literalmente, estás respirando un buen número de horas al día. Pero no sólo la mesa, las estanterías, gran parte del mobiliario, suelos técnicos… están hechos de lo mismo. Estás rodeado.
Las demás sustancias están en otros componentes del mobiliario, acabados superficiales o tratamientos. Se pueden encontrar datos sobre estos contaminantes en el siguiente Código QR que enlaza con la web de Keyter.
Un pequeño resumen. Quiero aclarar que los fabricantes ya han tomado medidas para bajar o eliminar estas emisiones. Los datos aportados se basan en la generalidad y en datos oficiales, nacionales e internacionales:
- Tabiquería Seca: Alpha-Pinene, Methyl ethyl ketone,4Butanal, Toluene,1-Chlorodecane, beta-Pinene, Methyl, isobutyl, ketone, Limonene,1,3-Dimethylbenzene,1,4-Dimethylbenzene, Hexanal, Camphene, …
- Techos Acústicos: 2,2,4-Trimethyl-1,3-pentanediol diisobutyrate, Acetic acid, Hexanal, Tridecane, Dodecane, Tetradecane, Acetone, Pentanal, Undecane, Benzaldehyde, Decanal, Nonanal, ….
- Tableros de partículas: Formaldehyde, Hexanal, N, N-Dimethyl acetamide, Acetaldehyde, Propanal, Pentanal, Acetone, Toluene, 2-Octenal, Octanal, 3-Octen-2-one, Heptanal, …
- Melaminas: Acetic acid, alpha-Pinene, beta-Pinene, Nonanal, Decanal, Pentanal, Hexanal. Butanal, Limonene, Octanal, 3-Carene, …
- Pinturas al agua: 1,2-Propanediol, 2,2,4-Trimethyl-1,3-pentanediol isobutyrate, 2,2,4-Trimethyl-1,3-pentanediol diisobutyrate, n-Butyl ether, Nonanal, ecanal, Acetone, Acetophenone, Acetic acid, Octanal, Benzaldehyde, 2-Ethyl-1-hexanol, Benzene, Nonane, Heptane, Hexane, 1,4-Dichlorobenzene, …
- Adhesivos: 2-Methylpentane, 3-Methylpentane, Tetradecane, Pentadecane, Ethyl acetate, Toluene, 1,3-Dimethylbenzene, Ethanol, Tridecane, 1,4-Dimethylbenzene, acetic acid, Benzene, …
Y la gran pregunta es, ¿cómo se eliminan estos compuestos del ambiente?, ¿cómo puedo evitar respirarlos?. La primera respuesta que puede venir a la mente es, mediante filtros. Esta idea hay que desecharla inmediatamente. Estamos hablando de moléculas, por lo que ni el mejor de los filtros podría pararlos. La única forma es diluirlos, eliminarlos mediante ventilación, y aquí es donde entramos los diseñadores, instaladores, fabricantes… dimensionando, instalando y creando equipos que ventilen adecuadamente a cada una de las circunstancias. Porque obviamente, cada edificio será tan contaminante como lo sean sus elementos constructivos, el ambiente que le rodea y los muebles y equipos que contiene. El diseño de la ventilación debe ser a medida.
Mejor lo explicamos con un ejemplo:
Un local comercial, horario de lunes a viernes de 08.00 a 20.00 y el sábado de 08.00 a 14.00, de 100m2 (10x10x3), ocupación de 30 personas (IDA 3 - 864 m3/h), con las siguientes fuentes de contaminantes:
- 120 m2 de Tabiquería seca
- 120 m2 Pintura en base latex (genérica)
- 100 m2 Techo técnico de perlita
- 300 m2 de Tablero de partículas (Estanterías y mobiliario)
En este caso los mayores emisores son:
- Formaldehido.
- Benceno.
- Tricloroetileno.
- 4-Isopropyltoluene.
- Limoneno.
- Tolueno.
- …..
Si tomamos una semana tipo, 168 horas, y hacemos las siguientes ventilaciones obtenemos los siguientes perfiles de concentración de contaminantes en aire en función del caudal de ventilación:
Ventilación Pobre (432 m3/h), 50% de las necesidades actuales RITE.
Los datos medios arrojados durante el tiempo en que el local permanece abierto, es decir, ventilado, son los que aparecen en la gráfica 1.
Y su evolución en el tiempo la podemos ver en la gráfica 2.
Los picos los podemos asimilar al olor que existe en un local al abrirse, los materiales no paran de emitir, por lo que la concentración sube. Se observa como el local no abre el sábado tarde y el fin de semana sube la concentración más que el resto de días. Permanece más horas sin ventilar.
Ventilación Reglamentaria (864 m3/h), 100% de las necesidades actuales RITE
Apreciamos una caída de las concentraciones medias y en la evolución en este tiempo, pero no suficiente. Recordemos que la ventilación que estamos aplicando es para los materiales, la ventilación Reglamentaria es aditiva a esta. (Gráficas 3 y 4).
Ventilación Duplicada (1.728 m3/h), 200% de las necesidades actuales RITE.
La concentración de formaldehido aún es superior, si retornamos a la tabla de límites de concentraciones, este valor es solo para exposiciones de 30 minutos.
¿Cuál es realmente la ventilación necesaria? La Norma a este respecto no es clara y deja en manos de la OMS que determine estos valores límite. Por ahora lo que podemos hacer es, al menos, respetarlos. (Gráficas 5 y 6).
Ventilación Triplicada (2.592 m3/h), 300% de las necesidades actuales RITE.
De esta forma bajamos la concentración de formaldehido por debajo del nivel indicado por la OMS, aunque no sea del todo correcto. (Gráficas 7 y 8).
Volvemos a recordar que este caudal es el de ventilación de los COVs, la sala debe ventilar a las emanaciones de las personas y a los COVs. Por tanto, el caudal total es de 864 + 2.592 = 3.456 m3/h.
Conclusiones
Los cambios normativos y reglamentarios sobre ventilación van a implicar:
- Clientes más exigentes, no en la generalidad, pero sí en sectores sensibles a la IAQ.
- Mayor conocimiento del edificio.
- Mejores conocimientos de los materiales y acabados usados. Literalmente ventilar va a ser una especialidad dentro de la climatización.
- Disminución, por parte de los fabricantes, de emisiones en materiales y acabados.
- Mejores técnicas de recuperación de energía. Recuperaciones frigoríficas activas o activo pasivas, de las que Keyter ya cuenta en sus equipos.
Muchos dirán que este tipo de ventilaciones son desmesuradas y que no son necesarias. Lo desmesurado es no aplicarlas.