La importancia de la calidad del aire interior en las aulas: ¿Es el colegio de mis hijos un edificio sano?
Policarpo Gonzalez del Valle, socio director de Aire Limpio
20/04/2021Situaciones como la del COVID-19 no son episodios aislados. En los últimos 17 años han tenido lugar al menos seis episodios (incluyendo el actual) con capacidad de afectar globalmente a la población (SARS, MERS, Gripe Aviar, ZIKA y EBOLA). Aunque los niños y jóvenes se ven menos afectados por el COVID-19, los colegios pueden actuar como focos de transmisión y contagio del virus, en especial en espacios cerrados como aulas, comedores, gimnasios, salas, etc. Por este motivo, los colegios deben adoptar las máximas medidas de higiene, entre las que se cuentan la instalación y mantenimiento de sistemas de ventilación y filtración adecuados.
SIHEPA - AL 22.
Los colegios como barrera de prevención del COVID-19
Se puede realizar una labor muy útil mejorando las condiciones ambientales interiores de los colegios para prevenir el impacto de situaciones tipo coronavirus COVID-19. La transmisión del SARS-CoV-2 por el aire es lo suficientemente probable como para que la exposición por vía aérea al virus deba ser controlada. Cambios en el funcionamiento de los edificios, incluidos el de los sistemas de climatización y ventilación son necesarios.
La ventilación, los flujos de aire y la filtración ayudan a reducir la concentración de SARS-CoV-2 en el aire y por tanto el riesgo de transmisión por esta vía. Además, el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios, Real Decreto 1027/2007) obliga a que las aulas de enseñanza cumplan unas exigencias mínimas de ventilación y de calidad del aire interior.
Filtro HEPA H13.
La importancia del aire interior en los colegios
Un aire limpio y saludable es un requisito fundamental para el éxito académico de nuestros hijos, ya que la calidad del aire afecta al desarrollo cognitivo de los niños. Una mala o nula purificación del aire trasmite asmas, rinitis, alergias y propaga virus, etc. Además, muchos escolares faltan a clase por contraer enfermedades.
La asociación ASHRAE recomienda las unidades de purificación de aire localizada de partículas HEPA (High-efficiency particulate air) (Nivel de Evidencia A). Los filtros HEPA eliminan el 99,95% de las partículas incluso las de tamaño muy pequeño de 0,3 micras. Como purificador de aire, la reducción de contaminantes es inmediata por la combinación de filtros que incorpora.
Además, los filtros HEPA son especialmente efectivos con los contaminantes biológicos ya que el efecto está más cercano a las personas y filtran las partículas suspendidas en el aire (a las que con frecuencia van adheridas virus y bacterias).
Otra tecnología que ha demostrado la capacidad germicida es la fotocatálisis. Actualmente investigamos junto con el CIEMAT la capacidad germicida de la fotocatálisis frente al SARS-CoV-2.
Esta tecnología es capaz de destruir los microorganismos mediante su incorporación como una etapa más en los sistemas de climatización y acondicionamiento de aire, representa un incremento de seguridad frente a la pandemia. La posibilidad de eliminar el virus del aire interior de espacios cerrados puede permitir un descenso generalizado en el número de contagiados y, necesariamente, de fallecidos debido a la enfermedad. Diseñada para tratar el flujo de aire de los equipos de ventilación y climatización reduciendo el riesgo de contaminación por compuestos químicos (NOx, VOC's, SO2, etc.) y microorganismos (virus, bacterias, hongos, levaduras).
Luna de las cuatro etapas de filtración del SIHEPA: Monolito de Carbón Activado impregnado en Dióxido de Titanio (TIO2).
Sistemas de ventilación y purificación SIAV y SIHEPA en los colegios
Los sistemas de ventilación y los equipos de filtración tienen que ser equipos de falso techo de gran caudal y con las tomas aire de impulsión y extracción por conductos para garantizar el correcto flujo de aire en el aula y conseguir la eliminación de los contaminantes. Hay que huir de las soluciones “milagro” y de los purificadores e ionizadores de aire de tipo portátil que no pueden garantizar un suficiente caudal y la generación de un flujo de aire que remueva y circule el aire de las aulas.
Estos equipos deberían, al menos disponer de cuatro etapas de filtración que son: Una primera etapa con Prefiltro F7 con tratamiento antimicrobiano. La segunda etapa es un Monolito fotocatalítico de carbón activado cerámico impregnado de dióxido de titanio TiO2. Una tercera etapa de Irradiación por luz ultravioleta germicida UVGI y finalmente Filtro HEPA H13 con tratamiento antimicrobiano
Los rangos de caudales de 1.200 m3/h a 2.200 m3/h que se pueden utilizar de varias maneras: La principal como purificador de aire de altísima eficacia, instalado en el falso techo dando juego a zonas de más densidad de ocupación. En este modo recomendamos entre 6 movimientos de aire por hora. También se utilizan ya desde hace años como sistema de ventilación, optimizando costes de climatización y de acuerdo con los criterios y exigencias del RITE. Una tercera manera sería como sistema de control, gracias a las sondas de partículas en suspensión y de calidad de aire (VOCs + Partículas + CO2).
Mejoran la calidad del aire interior filtrando los contaminantes en el aire en las aulas donde actúan, creando una sobrepresión para garantizar la no introducción de aire contaminado de zonas adyacentes.
Policarpo Gonzalez del Valle, socio director de Aire Limpio.
Los 9 fundamentos de un ‘Colegio sano’
Y ¿cómo saber si el colegio de mis hijos es un edificio sano? La Universidad de Harvard ha identificado los 9 factores que hacen que un colegio sea calificado así: Calidad de aire, ventilación, temperatura, humedad, polvo y plagas, seguridad, calidad de agua, ruido, luz y vistas. Y la calidad del aire es uno de los más importantes.
En España, las aulas de enseñanza en los colegios que deben instalar acondicionamiento de aire (prácticamente la totalidad, aunque sea solo calefacción), tienen la obligación de disponer de un sistema de ventilación que garantice unos niveles de calidad de aire exigidos, y aporte el suficiente caudal de aire exterior que evite la formación de elevadas concentraciones de contaminantes. La simple ventilación por apertura manual de las ventanas no puede garantizar los niveles adecuados de calidad de aire interior.