Centros escolares con sistemas de ventilación, clave para mejorar la calidad del aire

2020 está siendo un año de lo más inusual y el inicio del curso no iba a ser menos. El gran número de alumnos por aula ha puesto sobre la mesa la necesidad de mejorar la ventilación de los colegios. El método más común siempre ha sido la apertura de ventanas, algo muy poco eficiente. Esto se debe a que, además, en la renovación del aire interior influyen entre otros elementos, factores como la presión atmosférica exterior o los obstáculos que haya en el interior. Por ello, que los centros escolares cuenten con sistemas de ventilación será la clave para mejorar la calidad del aire interior, así como la salud de nuestros hijos, evitando y/o reduciendo así la posibilidad de contagios.

Hay colegios que ya se han adaptado a la nueva realidad de las aulas. Precisamente con el inicio de este curso escolar tan poco común, el Colegio Rajolar de Aldaia (Valencia) estrena instalaciones nuevas, equipadas con todo lo necesario para garantizar una buena calidad del aire interior. De esta manera se ha convertido en el primer centro escolar público climatizado de la Comunidad Valenciana. Systemair se ha encargado de proveer los sistemas HVAC necesarios para este proyecto.

Para garantizar la calidad del aire interior del Colegio Rajolar se han instalado los mismos modelos de unidades de tratamiento del aire del Oceanográfico de Valencia. En total son cuatro equipos de la gama DV: una unidad en el área de infantil, dos en el área de primaria y otro equipo en el gimnasio. Todas las unidades que se han configurado para este proyecto utilizan recuperador de calor rotativo, excepto en el caso del equipo del gimnasio. En él se ha optado por un recuperador de flujo cruzado para ayudar a eliminar rápidamente los malos olores que puedan surgir de la actividad física en este espacio cerrado.

Los modelos de las unidades de tratamiento de aire DV cuentan con un rango de 14 tamaños diferentes, con caudales que oscilante entre los 750-86.000m³/h. De este modo, Systemair permite que la unidad se pueda ajustar siempre a cada proyecto. Su envolvente no solo protege las funciones internas ante las inclemencias climáticas, sino que también sirve como aislante acústico. Dicha envolvente cuenta con una clasificación TB3, T2, L2 y D2, y para garantizar que cumple esta clasificación, el modelo DV cuenta con la certificación Eurovent.

Asimismo, uno de los puntos cruciales en estos equipos, es que la superficie de los paneles de envolvente es de Aluzinc, material que ofrece gran resistencia a la corrosión (con una clasificación C4). Dicho factor ante la corrosión es clave en unidades que se ubican en ambientes marítimos, como es el caso de este proyecto que se ubica en la costa valenciana.

Las unidades de tratamiento de aire instaladas disponen de amplias puertas de inspección para que las labores de mantenimiento sean más sencillas de realizar. Todas las puertas utilizan bisagras resistentes que se pueden desmontar fácilmente. Así, se pueden retirar rápidamente en el caso de que no haya el espacio necesario para que la puerta se pueda abrir por falta de espacio en el suelo técnico.

De igual modo, los modelos DV de tamaños 10-150 pueden solicitarse con tejado, al estar diseñadas para equipos en intemperie. Además, los paneles de las unidades tienen un sellado doble para garantizar la protección frente a las inclemencias del tiempo. Por último, también disponen de compuertas para el control de la entrada y salida de aire.

Además, se han colocado bombas de calor para realizar el sistema de distribución de agua que alimenta a las diferentes unidades situadas en la instalación. En estos equipos se ha usado agua, como medio para el intercambio de temperatura en lugar de refrigerantes, de este modo, además de ser más económico, se eliminan los problemas derivados de llenar la instalación con gas refrigerante.

Una de las bombas de calor utilizadas ha sido el modelo Systemair Syscroll 20 AIR EVO HP. Las potencias caloríficas y frigoríficas de este equipo se encuentran entre 20-36kW y 20-34kW, respectivamente. Este equipo cuenta con independencia aeráulica entre el circuito refrigerante y el lado de la condensación. También dispone de nuevos motores de ventilador con parrilla integrada, boquilla y condensadores.

Para el proyecto del CEIP Rajolar también se han colocado dos Syscroll 170 AIR EVO, modelo que cuenta con una potencia frigorífica de 154,5 kW y una potencia calorífica de 165,7 kW. Una de sus grandes ventajas es que, gracias a su caja de compresores, consigue una notable reducción de sonido, incluso para la versión básica. El bajo impacto sonoro es algo fundamental en un aula.

También en este centro escolar cuentan con una bomba de calor del modelo Sysaqua 105. Estos equipos tienen un gran rendimiento. Además, ya están preparados para cumplir la normativa ErP2021. El mantenimiento de este modelo es muy sencillo, ya que puede se puede acceder fácilmente a los componentes internos.

Las aulas por lo general son espacios con gran afluencia de gente y cambios bruscos de temperatura por este mismo motivo. Para una correcta calidad del aire interior, se requiere un nivel de CO₂ por debajo de 1.000 ppm. Para conseguirlo tendría que haber un flujo de aire exterior de 30 m³ / h por persona. Una de las principales consecuencias de un ambiente cargado es que los niveles de concentración son mucho peores, un fenómeno contraproducente dentro de un colegio.

El nivel de CO₂ no es el único factor que determina una buena calidad del aire interior. Otro elemento a tener en cuenta es la humedad relativa del aula. Cuando ésta es muy baja, es más fácil que proliferen bacterias y virus en el aire porque se mueven con facilidad en este ambiente. Tampoco es correcto tener un alto nivel de humedad relativa, ya que pueden aparecer hongos y afectar al sistema respiratorio.

Por todo ello, lo ideal es tener una humedad relativa de entre el 40%-60% para reducir el riesgo de propagación de enfermedades infecciosas. Las unidades de tratamiento de aire de Systemair permiten controlar tanto la humedad relativa como el flujo de aire.

Aunque dada la situación de emergencia sanitaria ante el COVID19, no son los únicos medios para ayudar a evitar la transmisión de enfermedades por la vía aérea. En el caso de las unidades de tratamiento de aire Systemair, éstas pueden equiparse con una amplia gama filtros (desde un G4 a un H4) o recurrir al método de la fotocatálisis, como es el caso de las unidades de tratamiento de aire del CEIP Rajolar. La fotocatálisis consiste en que se acelera la fotorreacción con un catalizador, que suele ser dióxido de titanio para eliminar los virus y bacterias. La efectividad de este sistema ronda el 90%.

Sin lugar a dudas, el CEIP Rajolar se ha convertido en un referente que marcará las pautas a seguir en otros centros públicos de la Comunidad Valenciana, e incluso de otras comunidades autónomas, en las que ya se ha legislado a favor de la climatización de los colegios.