El 90% de hoteles en Canarias puede reducir su gasto energético más de la mitad
España es toda una potencia turística mundial. El año pasado más de 82 millones de extranjeros visitaron nuestro país y, entre sus destinos favoritos se situó el archipiélago canario, la segunda comunidad de destino principal para los turistas internacionales, solo precedida por Cataluña. Unos datos que deben estar a la altura de la oferta turística en las islas, sobre todo en lo que respecta a los hoteles, pues un 90% de ellos tienen margen para reducir su consumo en más de la mitad, según datos de Danosa, especialista en soluciones integrales para la construcción sostenible, con motivo de la jornada sobre innovación hotelera y construcción organizada por el Grupo Evetson el pasado 22 de marzo en Santa Cruz de Tenerife.
En concreto, en enero de 2018 había en las Canarias un total de 632 hoteles, una cifra que apenas ha crecido en una veintena de hoteles en prácticamente una década, pues en 2009 se contabilizaban un total de 614 establecimientos en la comunidad. Teniendo en cuenta que el Código Técnico de Edificación (CTE) –la normativa básica de construcción en España- que incluye las nuevas especificaciones energéticas entró en vigor en 2013, los hoteles canarios se sitúan muy por detrás de estas novedades que rigen una construcción más acorde con parámetros sostenibles.
Además, la necesidad de rehabilitar se hace más evidente en Canarias, donde la rentabilidad hotelera es la más baja del país y podría mejorar con una serie de actuaciones que permitirían no sólo incrementar los precios entre un 40 y un 50%, según datos de la consultora Deloitte, sino también mejorar su factura energética y su imagen sostenible. De hecho, son cada vez más los turistas que eligen hoteles con certificados en sostenibilidad, pues han tomado conciencia sobre el cuidado del medio ambiente, y apuestan por el turismo responsable para reducir la huella ambiental.
Aislar del frío, pero también del calor
En este contexto, la solución pasa por aislar térmicamente el edificio, ya no solo del frío sino también del calor, de manera que esta mejora reduce la demanda energética en calefacción y también en climatización, lo que podría reducir fácilmente las necesidades de energía en un 50%, según Danosa. Para ello, es necesario renovar la parte ciega de las fachadas, sustituir la parte acristalada y controlar las filtraciones de aire. Si el hotel fuera un paso más allá y acometiera una rehabilitación térmica completa, ese ahorro de energía podría ser de hasta del 90%, tal y como afirma la Plataforma alemana de Edificación Passivhaus.
Además, el aislamiento térmico no solo reduce el consumo de energía sino también las emisiones de CO2 a la atmósfera en la misma proporción. Es decir, los hoteles canarios podrían disminuir sus emisiones a la mitad con un sistema de protección térmica.
Las humedades, un enemigo a batir
Asimismo, otro de los enemigos a batir, sobre todo en el clima subtropical de las Islas Canarias, es la humedad que crea una sensación de frío desapacible que no se puede combatir a golpe de termostato. Especialmente porque a cada grado que se aumenta la temperatura, la factura de la luz se incrementa un 7%, y no desaparece el problema.
Y es que las humedades causan un inadecuado efecto estético y además pueden afectar a toda la estructura del edificio a la larga. Para evitarlo hay que impermeabilizar y preservar la estanqueidad al agua en las zonas más sensibles –cubiertas, jardines, cocinas, fosos de ascensores, sótanos o fachadas expuestas-. De este modo se puede reducir el consumo de energía y mantener los hoteles a buen recaudo y en perfecto estado para la vista.
El ruido, asignatura pendiente
Igualmente, son varios los municipios del archipiélago canario que no cumplen con los límites de ruido establecidos, según la Asociación Nacional de Juristas contra el Ruido, ya que no existe como tal Ley del Ruido y las ordenanzas de los ayuntamientos necesitan ser actualizadas. En este sentido, velar por la ausencia de ruido debe ser la prioridad de los hoteles, más aún cuando el fin último de las estancias vacacionales es combinar descanso y ocio. Es más, incluso se da la paradoja de que muchos clientes soportan mejor los niveles de ruido en sus hogares que cuando se alojan en un hotel. Por ello, cuando se piensa en un hotel eficiente de forma integral, el aislamiento acústico debe ser otro de los imprescindibles.
Teniendo en cuenta, además, que los hoteles apuestan hoy en día por sacar el mayor rendimiento a sus localizaciones con múltiples usos –alojamiento, congresos, restaurantes, salas de ocio, piscinas y spas, discotecas, etc.- es fundamental que todas las estancias y espacios estén insonorizados según sus características y actividades para no afectar el objetivo primigenio de los clientes: el descanso.
Para José Ángel Gamallo, experto en soluciones hoteleras de Danosa, “la rehabilitación integral de los hoteles, principalmente en Canarias, es una tarea que no se debe demorar para provechar el buen momento del negocio turístico que viven las islas. No obstante, en los últimos años han surgido nuevas modalidades de establecimientos que exigen una rehabilitación a la medida para cada caso o, lo que es lo mismo, diferentes soluciones de rehabilitación hotelera con los sistemas recomendados para cada concepto”.