“Desde el grupo de trabajo de Regulación y Control asumimos el papel de liderar el desarrollo de sinergias que impulsen la conectividad en el ámbito de la evolución energética, la automatización y descarbonización de los edificios”

El Grupo de Regulación y Control (R+C) de Afec busca impulsar un cambio esencial en la industria HVAC en España, promoviendo la adopción de sistemas avanzados que mejoren la eficiencia energética, el confort y la sostenibilidad en los edificios. Integrado por fabricantes, asociaciones y expertos del sector, este grupo trabaja de forma colaborativa para posicionar la regulación y el control como un aspecto fundamental en la transición hacia la descarbonización del parque edificatorio. Conversamos sobre la labor y objetivos de este grupo de trabajo con Marta San Román, directora general de la asociación, quien destaca que los sistemas R+C no solo garantizan el cumplimiento normativo, sino que también optimizan el uso de energía renovable, reducen el consumo y contribuyen a mejorar la calidad del aire interior. Además, con la llegada de nuevas tecnologías como la IA y los gemelos digitales, se prevé que la conectividad y la automatización revolucionen la gestión de las instalaciones térmicas en los próximos años.

Confort, seguridad y sostenibilidad… Son conceptos más cotidianos y fáciles de entender que conectividad, regulación o control… Pero son la consecuencia directa de estas últimas.

Entre las empresas de  la  Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (Afec) se encuentran grandes expertos en el área de la regulación de las instalaciones térmicas y de climatización, y del control de las mismas. Por ello era natural que iniciáramos un viaje de la mano de estos profesionales, buscando posicionar los sistemas de Regulación y Control (R+C) como un elemento indispensable para optimizar la eficiencia energética y el confort. Se trata no sólo de cumplir ante las Administraciones Públicas en cuanto a exigencias normativas, sino también de concienciar e informar al sector y a los ciudadanos en general sobre los beneficios y la contribución de la regulación y control.

De esta manera se busca que la industria HVAC se posicione en España al nivel de otros países europeos, haciendo crecer su tejido empresarial y redes de profesionales en competitividad e innovación.

El grupo lo coordinamos desde Afec, pero nació con un espíritu abierto e inclusivo, para representar todo el conocimiento intersectorial. Invitamos a asociaciones de perfiles complementarios al nuestro y en estos momentos, tras más de un año de andadura, compartimos este espacio R+C con representantes de Aedici o Conaif, de empresas externas a la asociación como Delta Dore, y asociados como Airzone, Baxi, Belimo, Carel, Carrier, Daikin, Johnson Controls, Kieback Peter, Orkli, Panasonic, Siemens, Sistena, Sodeca, Trane, Trox, Vaillant, Viessmann, etc.

La estructura se va adaptando… Inicialmente creamos tres equipos de trabajo, centrados en legislación, tecnología y mercado, y por último, comunicación y formación. El pasado año nos reorganizamos para capitalizar lo que el aprendizaje y los desarrollos de dichos equipos tenían en común en torno a dos áreas: residencial por un lado, y terciario e industrial por otro.

Y de esta manera explotamos el trabajo colaborativo y utilizamos buenas prácticas para contextualizar marco normativo, prever futuras necesidades como la transposición de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD), fomentar una cultura para generar soluciones que permitan integrar tecnologías y maximizar funciones y eficiencia, medir el grado de implantación de tecnologías BACS (Sistemas de Control y Automatización de Edificios, de sus siglas en inglés), generar eficiencia energética y aumentar la usabilidad profesional y de usuario, explorar colaboraciones internacionales para combinar parámetros de ventilación, calidad de aire interior, recuperación de calor, etc., y por supuesto, comunicar a todos los niveles para impulsar este mercado BACS y de R+C

“Buscamos que España esté al nivel de otros países europeos, haciendo crecer su tejido empresarial y redes de profesionales en competitividad e innovación"

Afec somos una de las asociaciones de referencia para el conjunto de fabricantes e importadores de equipos de climatización, bombas de calor, ventilación, sistemas de tratamiento y difusión de aire y … de sistemas de control.  Por eso, desde este grupo de trabajo asumimos el papel de liderar el desarrollo de sinergias entre empresas privadas e instituciones de diversa índole, que promuevan que estas tecnologías se dinamicen, que se impulse la conectividad, la regulación y el control en el ámbito de la evolución energética, la automatización y descarbonización de los edificios.

Para ello, promovemos la R+C como catalizador para generar una mayor eficiencia en las instalaciones con bomba de calor, ventilación, mejora de la CAI, producción de ACS, emisores, etc. También establecemos un canal informativo ágil y anticipado sobre el impacto legislativo, analizando normativas españolas y europeas existentes y de nuevo desarrollo. Otra de nuestras labores es la búsqueda de un mayor conocimiento interno del mercado, de perfiles de empresas que actúan, tipo de productos y servicios, grado de uso e implantación de las tecnologías de R+C, formación, divulgación del conocimiento, etc. y transmitiendo a la Administración Pública nuestra visión de esta industria. Y, por supuesto, informando, formando y difundiendo para dar a conocer la relevancia de la R+C en las instalaciones de térmicas y de climatización de edificios residenciales, comerciales e industriales, transmitiendo la necesidad de reforzar la formación para cualificación de profesionales, etc.

Los equipos, procesos, programas de software, sistemas, componentes, etc. que realizan tareas de aporte térmico y de climatización se diseñan de forma 'ideal', optimizados para dar el máximo para garantizar la salud, el confort y el ahorro. Cuando el diseño se traslada del papel al mundo real en cinco dimensiones (tres espaciales, tiempo y AI –y no me refiero a la artificial intelligence, sino a las alteraciones impredecibles, ya sabes…), no se enfrenta a una foto fija perfecta de circunstancias inmutables, sino a una película de múltiples situaciones y condiciones cambiantes, a las que las instalaciones deben adaptarse continuamente. Por ejemplo, ¿te imaginas una piscina con temperatura y humedad ajustadas para un solo nadador entrenando, y cómo se estaría si se mantuviera el mismo ajuste durante una competición con centenares de personas en las gradas?

Los sistemas R+C adaptan la producción (y el almacenamiento en muchos casos) de energía a las necesidades de cada momento, utilizando el máximo del aporte de energías renovables, y minimizando, por tanto, el consumo. La IA (ahora sí…. ¡Inteligencia Artificial!) es clave para la evolución hacia la simulación de cargas y demandas cada vez más precisa, dado que se pueden introducir datos de los espacios y los edificios, además de patrones de ocupación (personas, horas, actividad) y de clima exterior a través de predicción meteorológica. Existen grandes diferencias de condiciones de uso, lógicamente, entre el sector residencial y el terciario o industrial. Esta precisión en la previsión y ajuste de consumos se prolonga a lo largo de su vida útil, para lo cual existen otras tecnologías, como BIM (Gestión de la Información de los Edificios o Building Information Management en inglés) o gemelos digitales. Y además, los ahorros relacionados con la regulación y control son susceptibles de contabilizarse y formar parte del sistema CAEs (Certificados de Ahorro Energético).

Debemos pensar en los edificios como entes con identidad propia y cambiante. Dos edificios construidos de manera idéntica, con las mismas instalaciones, no se comportarán igual, ya que dependerá del uso que tengan cada uno. Y dentro de un mismo edificio con viviendas o locales idénticos, la salud, el confort y el ahorro energético serán diferentes, dependiendo del uso, de cómo estén de bien o mal regulados, y de su mantenimiento.

Una frase que lo resume todo… 'Control inteligente, climatización eficiente'.

La normativa actual ya obliga a cumplir con requerimientos de bienestar térmico: se necesita regulación y control. Sin entrar en excesivos detalles, el Código Técnico de la Edificación define el bienestar térmico como “aquellas condiciones interiores de temperatura, humedad y velocidad del aire establecidas reglamentariamente que se considera producen una sensación de bienestar adecuada y suficiente a sus ocupantes”.

Nuestra normativa ya determina los valores adecuados, y son de obligado cumplimiento. El Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) lo incluye en las Instrucciones Técnicas IT 1.1.4.1 sobre 'Exigencia de calidad térmica del ambiente y valores para el dimensionado', y la IT 1.1.4.2 sobre 'Exigencia de calidad del aire interior'. Su incumplimiento, al igual que si nos saltamos las normas de circulación, implica serias sanciones.

Y, por supuesto, que contribuye a los objetivos de la EPBD. Esta Directiva ya incluye exigencias a este respecto, y las amplía en su versión vigente, que está en vías de transposición.

Desde este grupo de trabajo R+C hemos hecho un comparativo de los requisitos de esta nueva versión en materia de R+C con las exigencias del RITE actual, que puede verse en la web de Afec.

La medición es crítica para el mantenimiento de las instalaciones, pero también para el ajuste continuo y conseguir las condiciones óptimas durante su funcionamiento. Se utilizan sensores y sondas para recoger datos y poder comparar parámetros como temperatura y saltos térmicos, humedad, calidad del aire interior, caudales, presiones, etc. con los valores especificados, y corregirlos y ajustarlos incluso de manera adelantada.

Las sondas y sensores envían señales a los actuadores que, como su nombre indica, son elementos que actúan sobre los equipos que tienen que ajustar dichos parámetros para, entre otros, el control de temperaturas de confort zonificadas a través de temperaturas de impulsión, retorno y aprovechamiento de calor excedente; equilibrado dinámico; ajuste de cargas; renovaciones de ventilación; etc.

No olvidemos, por otro lado, que el edificio es un 'ser vivo' y que las instalaciones térmicas y de climatización son sólo uno de sus sistemas vitales, por lo que es necesario recoger e integrar señales de otros sistemas, como los de fuego y seguridad, de medición de energía (medidores eléctricos, térmicos, paneles solares, generadores, cargadores etc.), iluminación, elevadores…, que hay que saber cómo gestionar fallos y errores, y que hay que garantizar la (ciber)seguridad de todos los dispositivos. La calidad de la medición, gestión y custodia de todos estos parámetros es clave en los sistemas R+C.

Los beneficios que aportan los sistemas de regulación y control se pueden agrupar en tres grandes bloques: salud y bienestar, ahorro y eficiencia energética, y gestión optimizada de las instalaciones.

Desde la perspectiva de la salud y el bienestar, los sistemas R+C permiten mantener condiciones óptimas de confort en los espacios interiores regulando la temperatura, la humedad y el nivel sonoro.  Además, garantizan una correcta calidad del aire interior.

En cuanto al ahorro y la eficiencia energética, los beneficios son evidentes. Por un lado, ayudan a reducir la inversión inicial gracias a la optimización en la selección de los equipos. Por otro lado, permiten un ahorro en el gasto del consumo durante su vida útil con menores costes operativos. Por ejemplo, un diseño optimizado puede reducir la potencia contratada. Estos sistemas también incrementan la eficiencia energética, gracias a las óptimas condiciones de funcionamiento del equipo, ajustadas a las necesidades reales de cada momento. Esto tiene un impacto directo en la sostenibilidad medioambiental, ya que se reduce tanto el consumo energético como la cantidad de refrigerantes utilizados gracias a sistemas de flujo variable.

Por último, en términos de gestión y durabilidad de las instalaciones, los sistemas R+C garantizan que las instalaciones trabajen siempre en un régimen óptimo. Además, permiten una gestión y monitorización en tiempo real y facilita la integración de las instalaciones de climatización con otros sistemas del edificio, como la iluminación, los ascensores, la protección contra incendios o el control de accesos. Y por último, facilita el mantenimiento predictivo y correctivo, ya que muchas incidencias se pueden anticipar y resolver de forma automática o remota, reduciendo costes de mantenimiento y aumentando la vida útil de las instalaciones.

En línea con lo anterior, el incremento de viviendas conectadas es ya un hecho, y se esperan crecimientos no lineales, sino exponenciales. La digitalización permitirá herramientas tanto de mejoras en procesos de fabricación de componentes y equipos, como de simulación de demanda y de selección de los mismos. Los gemelos digitales facilitarán la monitorización, la formación y el mantenimiento predictivo.

Y a todo ello se suman otras funcionalidades digitales, como asistentes virtuales (chatbots) para centros de atención al cliente; el aprendizaje automático (Machine learning), mediante el cual los equipos pueden aprender de manera autónoma, basándose en los datos que recogen; o la minería de datos (data mining): está bien recoger una miríada de datos, pero hay que convertirlos en información.

Tendremos que aprender a comunicarnos con las máquinas (bueno, también es necesario aprender a comunicarnos con las parejas o con los hijos…).

Esta pregunta es la fácil… ¡Contacta con los expertos del grupo de trabajo de R+C de Afec!  Aunque… en realidad, nos hemos adelantado… En el caso de edificios de terciario, hemos preparado esta infografía, y pronto se podrá acceder a un documento de recomendaciones que abordará aspectos como producción de frío y calor, red hidráulica, valvulería, sensores, elementos terminales, integración con señales de terceros, equilibrio funcionalidad-coste, definición de red y protocolos, clasificación de redes de transmisión, definición de esquemas eléctricos de cuadros de control, memoria de funcionamiento, aspectos de eficiencia energética y sostenibilidad, exigencias normativas, etc.