La Cumbre sobre Cambio Climático de la ONU se enfrenta a una posible "contrarreloj", según KPMG
La redacción del último acuerdo internacional sobre cambio climático ha dejado al proceso de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ante una posible "contrarreloj", según un nuevo informe de KPMG titulado: Sustainable Insight, Will Doha deliver a deal? (¿Habrá acuerdo en Doha?).
Yvo de Boer, Asesor Global Especial sobre Cambio Climático y Sostenibilidad de KPMG, alertó de que negociar un acuerdo global es una labor lenta y frustrante. "Aunque la última Conferencia de las Partes (COP), celebrada en Durban, logró un importante avance hacia un nuevo mandato, la redacción del acuerdo dejó a las partes ante una contrarreloj, puesto que exige un proceso para desarrollar un protocolo, otro instrumento legal o un resultado acordado que tenga validez jurídica. Nadie está totalmente seguro de lo que significa, y está claro que la falta de claridad va a enturbiar el proceso de negociación", comenta Yvo de Boer.
El informe de KPMG predice problemas en relación con el compromiso alcanzado en la conferencia de la ONU celebrada en Durban (Sudáfrica) en 2011. Centrándose en las implicaciones para la comunidad empresarial, el informe examina la siguiente ronda de conversaciones sobre el calentamiento global de las Naciones Unidas, la COP 18, que se está celebrando en Doha (Qatar), del 26 de noviembre al 7 de diciembre de 2012.
De Boer afirma que, para que el acuerdo surta efecto, las ventajas del crecimiento verde deben ser más claras para todos. "El consenso político es importante para diseñar una estrategia que se mantenga al margen de los resultados electorales, pero la comunidad empresarial también debe desempeñar un papel clave. El sector privado va a tener que soportar la carga más pesada en lo referente al crecimiento verde, por lo que es importante que se pronuncie de forma eficaz, a favor de inversiones en tecnologías con bajas emisiones de CO2", añade Yvo de Boer.
El informe identifica tres deficiencias importantes que, en opinión de KPMG, deben abordarse en la Cumbre sobre Cambio Climático para dar respuesta a la preocupación del sector empresarial:
- 1. La incertidumbre en torno al Protocolo de Kioto: el futuro del Protocolo de Kioto sigue en el aire después del abandono de Japón, Rusia, Canadá y Nueva Zelanda. El tratado nunca fue ratificado por Estados Unidos.
- 2. La falta de ambición: es obvio que los actuales compromisos internacionales para la reducción de emisiones de CO2 resultan insuficientes para limitar el aumento medio de la temperatura en 2ºC, el máximo "seguro" recomendado por la mayoría de los científicos expertos en climatología. Las empresas estarán muy atentas al resultado alcanzado en Doha para ver qué nuevos compromisos surgen, más allá de que deban asumir objetivos más estrictos y que vayan a crearse nuevas oportunidades en sectores con bajas emisiones de CO2.
- 3. El déficit de financiación: se alcanzó un acuerdo en Durban sobre el Fondo Verde para el Clima (Green Climate Fund) para ayudar a los países en desarrollo en su proceso de reducción de emisiones de CO2, pero los negociadores se han limitado a acordar dónde va a ubicarse la sede (en Corea del Sur) y todavía queda por saber de dónde procederán los 100.000 millones de dólares estadounidenses anuales.
Para las empresas españolas en Europa, la senda de compromisos está marcada desde que la Comisión no ha logrado avanzar en su pretensión de aumentar la exigencia de los objetivos de reducción del 20 al 30% para 2020. En su momento estimó que el coste de este esfuerzo adicional podría rondar los 25.000 millones de euros para toda Europa. Sin embargo, una extensión del Protocolo de Kioto hasta 2020 podría tener consecuencias beneficiosas para nuestro país.
“Si finalmente sale adelante como transición a un nuevo acuerdo, el número de países que finalmente se adhieran a este denominado Kioto II es importante para las compañías españolas, ya que inyecta liquidez al mercado de derechos de emisión a través de los mecanismos de desarrollo limpio, a la vez que crea oportunidades de negocio”, comenta José Luis Blasco, socio responsable de Cambio Climático y Sostenibilidad de KPMG en España.