La industria de la construcción presenta un Plan de Acción con el que reclamar medidas para salir de la parálisis
Con motivo de la celebración de la 18ª edición del salón Construmat de Fira de Barcelona, y con el objetivo de intentar poner freno a la caída del sector de la construcción, los agentes de la construcción española han consensuado el Plan de Acción Construmat para impulsar la economía desde la industria de la construcción en una iniciativa de carácter unitario.
El documento reivindica el papel de este sector para salir de la crisis y propone al Gobierno un paquete de medidas en ámbitos como la obra civil, la rehabilitación, la eficiencia energética o la vivienda residencial.
El ajuste realizado por el sector de la construcción en España desde el inicio de la crisis no tiene precedentes. En 2006 la construcción aportaba el 12,6% del PIB español y ocupaba a más de 2,6 millones de personas, pero en cinco años se han destruido 1,5 millones de empleos y han desaparecido cerca de 170.000 empresas del sector.
El informe alerta de la "descapitalización que se está dando en los principales sectores productivos" como el de la construcción, "expulsando a un buen número de empresas preparadas técnicamente y a trabajadores formados, perdiéndose capital humano y tecnológico".
Los agentes del sector reclaman que se valore la industria de la construcción como un motor de crecimiento de empleo y riqueza, pues a pesar de la contundente caída derivada del estallido de la burbuja, continúa empleando a un 8% de la población activa.
Con el Plan de Acción presentado en la sede de la CEOE, los profesionales del sector reivindican la aportación de la construcción para la recuperación económica: según el estudio, por cada 600.000 euros invertidos en construcción se generan 10 empleos directos y otros 6 indirectos.
El Plan de Acción Construmat propone un total de 14 medidas realizables que requieren de la actuación de las administraciones públicas a todos los niveles. En este sentido, la industria de la construcción reclama la existencia de un interlocutor único e interministerial "que se comprometa a elaborar un Plan Estratégico" para el sector.
Otra de las medidas exigidas implica establecer líneas de financiación y bonificaciones fiscales, estables a medio y largo plazo, para los propietarios de viviendas habituales o dueños de inmuebles destinados al alquiler. De esta forma, se estimularía rápidamente el segmento de la rehabilitación, que es uno de los que puede crear empleo de forma más rápida.
El estudio económico que acompaña al Plan calcula que por cada euro invertido en rehabilitación se genera un 85% de actividad económica adicional en España. Con una inversión de 65.000 euros en obras de mantenimiento se crea un empleo en España.
Además, las subvenciones y ayudas del Gobierno a la rehabilitación y mantenimiento de edificios suponen un retorno para la Administración del 111%. De esta forma, los 627 millones de euros anunciados por el Gobierno en su nuevo plan de fomento de la rehabilitación se convertirán en unos ingresos, vía impuestos, de 695 millones de euros hasta 2016.
En este mismo contexto, el sector reclama elaborar un Programa Global Estratégico de Mantenimiento del Parque Público de edificios, así como diseñar planes de choque para la formación de profesionales y trabajadores del sector y contra la economía sumergida.