Francisco Arago, Aviclima: “El nuevo reglamento es un gasto para el usuario pero ayudará a erradicar la economía sumergida”
Nuevo impuesto sobre los gases fluorados: la migración a los refrigerantes naturales
El pasado 1 de enero entró en vigor un nuevo impuesto que grava el consumo de gases fluorados de efecto invernadero. Pero, ¿en qué consiste? ¿A quién afecta? ¿A quién beneficia? ¿Cuáles pueden ser las consecuencias para el sector de los instaladores y mantenedores de climatización? Para responder a estas y otras preguntas acerca de la nueva ley y su correspondiente impuesto, Interempresas ha hablado con Francisco Arago, presidente de la Asociación Valenciana de Instaladores y Mantenedores de Climatización y Frío (Aviclima).
A raíz de la Ley 16/2013, de 29 de octubre, el Gobierno creó la nueva figura del impuesto especial sobre los gases fluorados que potencian el efecto invernadero. Prácticamente, la totalidad de los gases usados en climatización y refrigeración tienen un Potencial de Calentamiento Atmosférico (PCA) elevado, que es lo que contribuye al efecto invernadero por la emisión a la atmósfera de estos gases. El impuesto grava las fugas de éstos, que son emitidas al ambiente, y lo hace en base al PCA de cada gas. En la práctica, explica Francisco Arago, presidente de Aviclima, esto significa que cada tipo de gas tiene un gravamen distinto, que se aplicará a cada kilo de gas que se requiera introducir o recargar en los equipos.
Se trata de un impuesto finalista, es decir, lo van a pagar todos los usuarios cuando requieran añadir gas refrigerante a sus equipos de climatización y de refrigeración comercial e industrial. Sin embargo, añade Arago, serán las empresas instaladoras y mantenedoras las que ejerzan la labor de recaudación del impuesto para la posterior liquidación ante la administración tributaria.
Una ley con claroscuros
Tal como ha sido concebido, con su inmediata entrada en vigor y con el reglamento de aplicación todavía en construcción, este impuesto, según afirma Arago, es “meramente recaudatorio”. “Los usuarios no tenemos otras soluciones ni alternativas viables que aplicar en nuestros equipos y sistemas de climatización y refrigeración en unos plazos ni a corto ni a medio plazo”, explica.
Según el presidente de Aviclima, a medio y largo plazo ayudará a regular a todas las empresas y profesionales autónomos que realicen la manipulación de los gases fluorados, dado que la propia ley del impuesto establece unos criterios de trazabilidad en el proceso del gas desde el fabricante o distribuidor hasta el usuario final. Esta trazabilidad ayudará a tener un conocimiento exhaustivo de todas las ventas intermedias del gas hasta llegar a su aplicación al usuario final. “En definitiva, ayudará a eliminar los posibles negocios del mercado no regulado del gas que sí existe en la actualidad”, apunta Arago.
La opinión del sector
La asociación está en contacto directo con los actores del sector. Por ello, hemos querido conocer de primera mano cómo ha recibido esta industria la aparición del nuevo impuesto. Arago se muestra contundente: “Es un nuevo impedimento a nuestra profesión ya que esto significa incrementar los gastos de explotación de nuestros clientes profesionales y los gastos de la economía doméstica de nuestros clientes particulares. El usuario-pagador del impuesto lo ve como un gasto más que no entiende y que desde nuestra posición solo podemos proceder a su recaudación. A efectos de nuestros asociados se convierte en una carga administrativa más que no aporta ningún beneficio industrial”.
Sin embargo, y en clave positiva, se ve como una oportunidad para eliminar del sector a todos los actores que en la actualidad trabajan en la economía sumergida y que deberán llegar a su regularización para seguir procediendo con esta actividad. “De esta forma estaremos todos en la misma igualdad de condiciones para enfrentarnos a la competencia del mercado”, explica en este sentido.
Los retos
El nuevo impuesto llega en un momento especialmente convulso para el sector tanto para la Comunidad Valenciana como para el resto de regiones del país. Durante años, el colectivo de los instaladores y mantenedores de climatización experimentó un elevado crecimiento en paralelo a la industria de la construcción. Sin embargo, en los últimos años, los de la crisis, este sector ha decrecido sustancialmente al mismo tiempo que ha proliferado la economía sumergida. “Se tendrá que reestructurar el sector, hasta alcanzar un equilibrio entre la oferta y la demanda”, sostiene Arago.
Para el presidente de Aviclima, el principal reto al que se enfrentan los instaladores y mantenedores de climatización en la actualidad es el cambio medioambiental que va a producir la adaptación de los equipos y sistemas de climatización y frío a la nueva tendencia de eliminar los gases fluorados de efecto invernadero y sustituirlos por los denominados refrigerantes naturales como el CO2 y el amoniaco, libres de los efectos nocivos para el medio ambiente.
Las tendencias y el futuro
Según Arago, el sector de la climatización asiste a la hibridación de los sistemas, es decir, la incorporación tanto de equipos de expansión directa de refrigerante como hidrónicos en el mismo proyecto. Otro aspecto a considerar es el camino de la eficiencia energética, que está ofreciendo alternativas de climatización como de generación de agua caliente sanitaria bajo el mismo conjunto de equipos, aprovechando las sinergias que concurren entre ambas necesidades de producción. “Finalmente, no podemos olvidar la aparición de nuevos refrigerantes fluorados en escena para tratar de mitigar la penalización del impuesto especial, mientras los fabricantes intentan adaptar los nuevos refrigerantes naturales a sus cadenas de producción”, apunta el presidente de Aviclima.
En cuanto al subsector del frío comercial e industrial, el efecto del nuevo impuesto tiene más impacto al tratarse de instalaciones que disponen de grandes cantidades de refrigerante y donde las fugas pueden tener efectos económicos muy importantes. Para Arago, esto obligará a redefinir los procesos de refrigeración de las empresas, que deberán optar por cambiar las instalaciones mediante la incorporación del CO2 en cascada con el R-134, sobre todo aquéllas que pueden estar más cerca del fin del ciclo de vida útil. Para aquellas instalaciones de más reciente ejecución, esperar a la evolución de los gases fluorados con los que los fabricantes están en la actualidad para conseguir un reducido valor de PCA que no penalice su utilización en un medio plazo.
“No obstante, como resumen y para ambos subsectores, la tendencia general estará marcada por la migración a los refrigerantes naturales, mientras en el día a día nuestros procesos de control de fugas y de mejora de los planes de mantenimiento preventivo aseguren la minimización de la pérdida de refrigerante por las fugas”, añade Arago.
“Necesitamos que se clarifique la aplicación del impuesto para poner al sector en su verdadero contexto y que los signos de recuperación que presentan el Gobierno acaben por florecer, ya que el margen de maniobra de funcionamiento de nuestro sector ha de repuntar desde el crecimiento de la capacidad del gasto de las economías domésticas como principal factor de crecimiento. En general, afrontamos este 2014 con optimismo, no exento de lucha y tesón”, concluye el presidente de Aviclima.
Sobre Aviclima
La Asociación Valenciana de Instaladores y Mantenedores de Climatización y Frío (Aviclima), creada en el año 1984, reúne a 200 empresas dedicadas a la instalación y el mantenimiento de climatización y frío industrial, y agrupan a un total de 2.700 trabajadores. De éstas, prácticamente el 80% corresponde a empresas con menos de 10 trabajadores, lo que indica que en este sector prevalece la pyme valenciana. “Somos un sector muy atomizado aunque a la vez muy dinámico que está en continua evolución, adaptándose tanto a los cambios tecnológicos, como ambientales y económicos”, apunta Francisco Arago, presidente de Aviclima.