La primera casa pasiva de la Costa del Sol incorpora ventanas de madera
La Asociación de Fabricantes de Ventanas de Madera y Mixtas Madera-Aluminio (Asoma) celebró en el Colegio de Arquitectos de Málaga, el pasado jueves 5 de noviembre, una nueva sesión informativa sobre “La ventana de madera en la edificación y las sinergias con los estándares constructivos de consumo energético casi nulo”.
El mundo de la ventana, y del hueco en la construcción en general, vive un cambio normativo y tecnológico muy profundo. Asoma, organización empresarial que reúne a los principales fabricantes españoles de ventanas de madera, atenta a estos cambios, informa puntualmente sobre todo ello al prescriptor, organizando jornadas informativas en los colegios de arquitectos de toda España. El pasado jueves 6 de noviembre la cita fue en Málaga. Allí Javier Torrero, presidente de la entidad, advirtió que “la Unión Europea está denunciando a España porque nuestro país no está cumpliendo la normativa sobre eficiencia energética en la edificiación”.
“Las ventanas son elemento clave para alcanzar el estándar Passivhaus de edificación de consumo energético casi nulo", afirmó Katrin Falck-Szenessy, arquitecta y Passivhaus Designer, proyectista de la casa pasiva Sol y Viento, la primera de este tipo que se construye en la Costa del Sol, y primera vivienda certificada Passivhaus en Andalucía.
Falck-Szenessy señaló a la ventana como “esencial” para alcanzar los requerimientos de calefacción, refrigeración y, especialmente, estanqueidad, que exige la rigurosa certificación alemana. Para que el cerramiento ofrezca sus máximas prestaciones, “además de ser correctamente fabricado e instalado, evitando cualquier tipo de puente térmico, debe responder a un diseño correcto y tener una buena orientación”.
Según la ponente, “sólo con ventanas mejores será posible mejorar el nivel de calidad de la construcción en España, con un estándar más sostenible que sirva para ahorrar energía a largo plazo. Ya que la estanqueidad influye directamente en la demanda de calefacción”.
La casa pasiva Sol y Viento, construida en Mijas (Málaga), con ventanas de madera de pino laminado, registra una transmitancia térmica de U= 1,2 W/m2k. Son ventanas instaladas en la parte más externa del muro, cubiertas con aislamiento, generando una envolvente hermética, mediante juntas directas ventana-muro, sin premarco.
Sol y Viento es un ejemplo de calidad constructiva, sostenibilidad y confort. Gracias, en gran medida, a sus ventanas de madera.