Los tejados de tejas soportan vientos de hasta 180 km por hora sin desprendimientos
Cubiertas metálicas como la de un colegio de Valdetorres del Jarama o la de la cubierta de la Casa de la Cultura de Orendain salían despedidas por la acción de los fuertes vientos provocando grandes daños materiales y, afortunadamente, sin ocasionar en esta ocasión ningún daño personal.
Noticias como esta hacen que se cuestione la seguridad de las cubiertas en situaciones adversas como fuertes lluvias, heladas, vientos huracanados. Por este motivo, la sección de Tejas de Hispalyt ha querido lanzar un mensaje recordando la seguridad de la teja incluso ante los fenómenos meteorológicos más adversos.
Ensayos efectuados por los fabricantes de tejas asociados a Hispalyt demuestran que ni siquiera un viento de 180 km/h es capaz de levantar este tipo de material instalado en la cubierta. Este mismo ensayo probó la capacidad de una teja de mantenerse intacta ante lluvias torrenciales superiores a 6 litros por minuto y metro cuadrado.
“Elegir un tejado de tejas es recomendable no sólo por su buen comportamiento energético o sus posibilidades de diseño y estética, es también muy importante fijarse en la seguridad que tendrá toda la infraestructura, no solo en condiciones normales, sino también ante la posible irrupción de circunstancias climatológicas adversas”, asegura el presidente de la sección de Tejas de Hispalyt, Noé Román.
Según el 'Análisis estadístico nacional sobre patologías en la edificación', elaborado por la fundación MUSAAT los desprendimientos son protagonistas del 10% de las patologías que ocurren en una cubierta, por lo que es importante contar con materiales que se fijen con garantía al tejado de los edificios. En muchas ocasiones estos desprendimientos se producen por efecto de la corrosión y la oxidación de la zona de unión entre los tornillos y la chapa metálica que provoca un rápido deterioro de la infraestructura.
Humedades, corrosión, fuego
Este mismo informe señala que las humedades y filtraciones son la primera causa de problemas en una cubierta (con un 52% de las patologías). “Un tejado de tejas, bien instaladas, es también una garantía frente a humedades y goteras. Por este motivo la mayoría de fabricantes ofrecemos amplias garantías sobre nuestros productos”, manifiesta Román.
La misma situación se da frente a la acción del salitre en zonas costeras que corroe cualquier elemento metálico como la chapa, mientras que la teja no es corrosible ni se oxida ni en los ambientes más expuestos.
Pero además de los posibles riesgos provocados por el viento, la lluvia o la acción del mar, los tejados de tejas son también un elemento pasivo eficaz para proteger los inmuebles en caso de incendio, como los que puedan iniciarse, por ejemplo, por la caída de un rayo en cubierta. “Por sus características, las tejas cerámicas ofrecen un excelente comportamiento frente al fuego. No son combustibles, no emiten gases ni humos en contacto con la llama y no contribuyen al incendio. Desde el punto de vista de la reacción al fuego están clasificadas por la Comisión Europea como A1, lo que significa que no es necesario realizar ensayos, dado su excelente comportamiento frente al fuego, garantizando la máxima seguridad para el usuario”, explica el presidente de la Sección de Tejas de Hispalyt.