El bombeo del motor
Si comparamos el camión con el cuerpo humano, el motor sería el corazón de una persona, mientras que el aceite, sería la sangre que lo hace bombear con seguridad y sin riesgo de coágulos en su interior. Así de importante es el aceite para el motor de nuestro camión.
Uno de los componentes esenciales para garantizar la durabilidad del motor y todas sus piezas móviles, es el aceite. Podríamos comparar el aceite del motor y su bomba, con la sangre y el corazón en el cuerpo humano. Sin ellos, nada funcionaría o se estropearía en un breve lapso de tiempo. La misión del aceite del motor es lubricar, refrigerar y limpiar. Es decir, lubricar las partes móviles del motor reduciendo su desgaste, así como aumentar la estanqueidad de los circuitos al realizar una especie de sellado entre las piezas, al mismo tiempo que garantiza una limpieza al arrastrar impurezas derivadas de rozamientos y desgastes por uso, así como del hollín derivado de la combustión del gasóleo.
La lubricación también realiza, en cierto modo, una refrigeración de parte del calor que se produce en el motor derivado de esa misma combustión, en este caso, el gasóleo y el movimiento de las piezas. La lubricación del motor trabaja a presión. El aceite está almacenado en el cárter del motor, la zona más baja del bloque, para pasar por un filtro previo a la bomba para que las impurezas que haya podido arrastrar con anterioridad no retornen al bloque, mientras que dicha bomba hace subir el líquido hacia el filtro de aceite, el cigüeñal y todas sus piezas móviles, además de la culata que contiene el árbol de levas, balancines y válvulas, para retornar al cárter por caída (con la ayuda de la gravedad) a través de las galerías.
Con el tiempo, el aceite se degrada al realizar constantemente este recorrido. Así, este fluido debe cambiarse tanto por kilómetros como por cambios de temperatura, de ahí que debamos cambiarlo con cierta frecuencia. Si el aceite no realiza bien su trabajo, junto con los filtros que acompañan al sistema de lubricación, las piezas del motor pueden rayarse con partículas de carbón contenidas en los combustibles, entre otros defectos por sobrecalentamientos por fricciones y roces, entre otros. Por este motivo, el aceite también debe ser refrigerado, puesto que si el aceite llega a una temperatura muy elevada pierde sus propiedades y su viscosidad, disminuyendo de este modo su poder de lubricación.
Tipos de aceites
Situada la importancia de este fluido, ahora toca conocerlos un poco más de cerca. Las clases que encontramos en el mercado y sus propiedades. Los aceites empleados en el sector de la automoción derivados del petróleo pueden enmarcarse en tres grandes grupos: minerales, sintéticos y semisintéticos. Los primeros, se producen de la destilación del crudo de petróleo, y se han visto desplazados por los dos otros grupos que han visto aumentadas sus propiedades. Los aceites sintéticos o hidrocarburo sintetizado (SHC), así como semisintéticos, ofrecen un mayor índice de viscosidad, soportan mejor los cambios de temperaturas, además de ser más estables que los minerales. Entre las propiedades más destacables de un lubricante de motor se miden la viscosidad, la adherencia y la detergencia. La primera cuenta la facilidad para pasar por las cavidades del bloque, la segunda, la capacidad para adherirse a las superficies, y, por último, la tercera, su capacidad para arrastrar residuos y posos, al mismo tiempo que la pulverización y emulsión de carbonilla.
Según el comportamiento del lubricante conforme a la variación de temperatura, los aceites se clasifican por la tabla de la Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE). Este índice indica la mayor o menor tendencia a espesarse cuando se enfría o a diluirse cuando se calienta. Estos aceites pueden ser monogrado o multigrado, siendo éstos últimos los más empleados en la actualidad. El aceite debe garantizar un buen lubricado tanto en invierno como en verano, indiferentemente de la temperatura ambiental. De ahí que los monogrado se hayan visto reemplazados por los multigrados, pues éstos deberían cambiarse con el cambio de estación, mientras que los multigrados cuentan con un rango de uso más amplio. Así, por ejemplo, un aceite multigrado que nos indique su SAE 15W/40 contará con un rango de uso entre temperaturas de los -15°C y los 40°C. La cifra delante de la W indica la temperatura de invierno (Winter), mientras que la cifra que va después, realmente lo que indica es el grado de viscosidad real que tiene el aceite cuando el motor está trabajando a alta temperatura. Cuanta mayor diferencia entre un número y el otro significa que el aceite es adecuado para condiciones de temperatura muy diversas. Aunque esta característica no es un factor determinante para establecer la calidad del lubricante. Para ello, también entrarán en juego las otras dos propiedades anteriormente mencionadas, la adherencia y la detergencia.
Además del SAE, los lubricantes también están sujetos a otras designaciones según sus propiedades. De este modo, el Instituto Americano del Petróleo (API) utiliza las denominaciones S para motores gasolina y C para los diésel para marcar sus estándares en los lubricantes, en cuanto a resistencia al desgaste y anticorrosión, entre otros. Las siguientes letras que pueden acompañarlas indican el servicio más adecuado, empezando por la A y aumentando en el abecedario según el nivel de exigencia de cada motor y su calidad. Por ejemplo, API SJ / CF. En Europa, según las normas CCMC, se subdividen en tres categorías: Serie G, aceites para motores gasolina, serie PD, aceites para motores diésel de turismos, y serie D para motores diésel en general. La Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) utiliza también otras tantas denominaciones para los lubricantes de motores; Serie A para motores gasolina, Serie B para motores diésel de turismo, Serie E para motores diésel de vehículos pesados, camiones y autobuses.
Detalle del mercado
Castrol VECTON con System Pro Technology es una gama avanzada de lubricantes de motor diésel formulada con una reserva adicional de rendimiento para prolongar la vida útil del lubricante. En la actualidad, los camiones cuentan con nuevas tecnologías capaces de producir hasta un 30 % más de par, pero esto también conlleva temperaturas y presiones superiores en el motor. Esto puede conducir a una oxidación acelerada y al espesamiento del lubricante, un incremento de la acumulación de depósitos y un rápido agotamiento de las reservas de control de acidez del lubricante. Todo esto propicia la degradación del lubricante y reduce su vida útil. VECTON aporta una reserva adicional de rendimiento de hasta el 45 % que combate la degradación del lubricante porque contribuye a controlar la oxidación, reduce los depósitos, neutraliza los ácidos dañinos y también se adapta a altas temperaturas, manteniendo la viscosidad, que permite llegar con confianza al intervalo máximo entre cambios de aceite. Castrol VECTON FUEL SABER son lubricantes de motor diésel totalmente sintéticos que proporcionan un ahorro de combustible de hasta el 1 % en motores Euro V, de acuerdo con la prueba del ciclo europeo de transición, en comparación con un lubricante de motor 15W-40 moderno de primer nivel. También demuestran un rendimiento excelente a bajas temperaturas. Por su parte, Castrol VECTON LONG DRAIN, son lubricantes de motor diésel totalmente sintéticos (SAE 10W-40) y semisintéticos (SAE 10W-30) puestos a prueba para permitir intervalos más prolongados entre cambios de lubricante de hasta 120.000 km. La gama VECTON cuenta con certificación de neutralidad en dióxido de carbono, de acuerdo con la normativa PAS2060, de aplicación internacional.
Cepsa cuenta con una amplia gama de lubricantes sintéticos de alto rendimiento para motores diésel de vehículos pesados y comerciales ligeros. Especialmente indicados para motorizaciones Euro VI, V y anteriores equipadas con sistemas de postratamiento de gases, debido a su bajo contenido en cenizas, fósforo y azufre (Low SAPS), así como en vehículos con tecnologías alternativas como el gas natural (GNC y GLP). Entre ellos destacan las gamas Eurotech, Eurotrans SHPD, Eurotrail, Euromax, Ecogas, Supermultigrados, Turbo, entre otros.
Desde su introducción en el mercado en 1925, Mobil Delvac ha prolongado la vida y el rendimiento de motores y trenes de transmisión en camiones que operan en todos los escenarios del mundo. A través de la investigación, los avances tecnológicos y una fuerte presencia internacional, Mobil Delvac se ha convertido en una de las marcas de aceites para motores de servicio pesado más utilizadas del mundo. Los aceites sintéticos para motores están específicamente formulados para aplicaciones pesadas. Proporcionan una protección óptima, incluso en las condiciones de funcionamiento más severas. Los lubricantes son una de las especialidades de ExxonMobil desde hace más de 80 años.
Motul, por su parte, cuenta con la gama de lubricantes Tekma Futura para motores turbodiésel, de inyección directa, que respondan a las normas anticontaminantes Euro II, Euro III, Euro IV, Euro V o Euro VI, equipados con sistemas EGR (recirculación de gases de escape) y/o SCR (Reducción Catalítica Selectiva), con o sin FAP (Filtro de Partículas), que trabajan en condiciones muy severas de carga y servicio, que exijan un lubricante ACEA E9 Low SAPS (bajo contenido en cenizas sulfatadas, fósforo y azufre). Estos lubricantes sintéticos Technosynthese Low SAPS cumplen con la norma API CJ-4 que proporciona una elevada protección y longevidad de los motores equipados con EGR. Esta norma ACEA E9 está concebida para lubricantes destinados a motores equipados de filtros de partículas. El bajo contenido en SAPS aumenta la durabilidad de éste y evita su obstrucción, pues estos sistemas de postratamiento de gases de escapes son muy sensibles. El azufre y el fósforo inhiben el funcionamiento del catalizador y provocan la ruptura de los paneles catalíticos, mientras que las cenizas sulfatadas obstruyen los filtros de partículas, reduciendo su vida útil y provocando una pérdida de las prestaciones del motor.
Petronas ha invertido muchos esfuerzos en I+D, así como económicos para el desarrollo de la gama de lubricantes para camiones Urania, que disfruta de los beneficios de la tecnología StrongTech. Esta tecnología está desarrollada para los vehículos de hoy, en los que los motores trabajan a altas temperaturas y presiones, forman ácidos y residuos, además de evitar fricciones y desgaste. A pesar de todas estas circunstancias, Urania mantiene una viscosidad estable en todo momento, forma una película fina y resistente con capacidad de limpieza por sus detergentes, al mismo tiempo que controla la temperatura y retrasa su oxidación. Esta fórmula también ofrece una mayor compatibilidad con los sistemas de postratamiento de emisiones DPF, SCR y EGR, aunque también con los vehículos de gas natural, ya sean GNC o GNL.
La gama Giant de Repsol están especialmente diseñados para vehículos pesados y poder cubrir las necesidades de los profesionales de la carretera. Esta gama está compuesta de aceites minerales y semisintéticos en las Series 7000 y 5000, y sintéticos en la Serie 9000, monogrados en la Serie 1000, y multigrados en el resto de series, dependiendo de su aplicación y tipo de motor. Los sintéticos de la gama se caracterizan por cumplir con los requisitos exigidos por la mayoría de fabricantes para ser considerado de larga duración (Long Life). Además, por su viscosidad y capacidad de trabajo a cualquier temperatura pueden contribuir a la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera. Son compatibles con los sistemas EGR (Recirculación de Gases de Escape) y catalizadores SCR, además de poder ser utilizados por propulsores alimentados por biodiesel.
Texaco proporciona con la gama Delo para camiones y otras aplicaciones en carretera fiabilidad y eficiencia de combustible. Sus aceites semisintéticos y sintéticos ofrecen un elevado rendimiento a motores de cuatro tiempos diésel con turbocompresor y atmosféricos, así como para motores de gas con el desarrollo de su tecnología Isosyn.
Una combinación de aditivos y aceites de base para favorecer la protección de los motores diésel. La gama Delo está formulada para combatir el hollín y el desgaste en válvulas, segmentos y asientos de los pistones, y para favorecer una larga vida útil y un menor mantenimiento. Este lubricante está recomendado para motores diésel compatibles con los requisitos sobre emisiones Euro IV, Euro V y los más recientes Euro VI admitidos por los OEM. Resulta indicado para su uso en motores con sistemas de postratamiento, como recirculación de los gases de escape (EGR), filtro de partículas diésel (DPF) y catalizador selectivo (SCR). Su tecnología universal está recomendada tanto para el rendimiento con bajo contenido en SAPS (ACEA E6 y E9) y alto contenido en SAPS (ACEA E7 y E4).
Los motores de combustión de los vehículos actuales están diseñados y preparados para utilizar nuevos tipos de lubricantes, que les permite reducir los consumos de combustible. Estas nuevas motorizaciones permiten la utilización de lubricantes de viscosidades más bajas (SAE 0/5W-30, 0/5W-20), lo que directamente implica menores pérdidas de energía por bombeo del lubricante y una menor fricción en el motor. Desde TotalEnergies comercializan las marcas ELF y GULF; y en cada una de ellas se extienden gamas específicas y completas de productos “Fuel Economy”. Los productos RUBIA se desarrollan con moléculas especiales formando una fuerte capa sobre las superficies metálicas, reduciendo el desgaste por rozamientos y altas presiones y temperaturas, prolongando así la vida del motor. Los productos Rubia Optima, formulados con tecnología Inno-Boost, incorporan una combinación de fuertes moléculas antioxidantes. Estas moléculas activas inhiben la formación de radicales y mantienen intactas las cadenas de hidrocarburos. Como resultado, la viscosidad del lubricante permanece estable, a la vez que mantiene sus propiedades durante más tiempo.
Estos son sólo algunos de los fabricantes de aceites para motores que han ido adaptando sus productos a los vehículos de última generación, alimentados por diésel, biodiesel o gas, y que siguen en continuo desarrollo de otros productos para adaptarse a las exigencias del mercado, medioambientales y los constructores de vehículos pesados.