La llegada del coche eléctrico obliga a los talleres mecánicos a un nuevo proceso de adaptación
Esta visión negativa, que a priori puede considerarse un tanto precipitada, se agrava aún más si tomamos nota de una de las conclusiones del Observatorio Cetelem Europeo del Automóvil 2012, según el cual uno de cada dos europeos no considera la red de talleres mecánicos tradicional capaz de garantizar el mantenimiento de un vehículo eléctrico en un futuro próximo.
Una realidad que ya está aquí
La verdad es que no hay que ser tan catastrofista, pero tampoco hay que permanecer impasible ante lo que vaya a pasar en el futuro. Está claro que la implantación de los vehículos eléctricos puros va a ser un hecho, que los híbridos estén consiguiendo ya hacerse un hueco en el mercado y que todo ello se convierte en una buena piedra de toque para darse cuenta que el futuro ya esta aquí y que el uso de los combustibles fósiles ya tienen marcado un punto y final, más o menos cercano.
El coche eléctrico se está instalando progresivamente en el actual panorama económico mundial presidido por conceptos como la ‘eco-compatibilidad’; y en el que los conductores, cada vez más, tienen la responsabilidad de aunar una compra ecológicamente responsable, con el placer de conducir. La irrupción en el mercado de los vehículos “verdes” está afectando de forma importante al sistema de distribución del mercado del automóvil, obligando a éste a variar su modelo de negocio.
El salto tecnológico que implica el diseño de un coche eléctrico está obligando a los concesionarios a reconducir la forma en que comercializan sus productos. El por qué se hace más importante y pasa por delante de qué y del cuánto. La pedagogía pasa a ser la base del proceso de venta, y la oferta de un servicio postventa, adaptado y competente en el mantenimiento y reparación del vehículo, más importante que nunca. La rápida adaptación del taller mecánico a este nuevo contexto se convierte, por tanto, en un hecho de vital importancia para su supervivencia.
La necesidad de adaptarse al cambio
Explicábamos en un párrafo anterior, tomando como referencia el Observatorio Cetelem Europeo del Automóvil 2012, que muchos consumidores europeos consideran que los talleres no están todavía preparados para garantizar el mantenimiento de un vehículo eléctrico. Pero, ¿en qué se basa esta creencia? ¿La falta de preparación es una cuestión de escasez de medios técnicos o de nula confianza en la competencia profesional de los talleres mecánicos?
Es evidente que la formación de los mecánicos en relación a las peculiaridades que presenta un coche eléctrico es uno de los temas que preocupa a consumidores y usuarios, pero este es un problema que las propias marcas fabricantes ya tenían detectado y al que han dado respuesta para acabar con los prejuicios existentes entre futuros clientes y público en general sobre dar el paso al uso diario del vehículo eléctrico.
Hoy ya existen, y en un futuro a corto medio plazo aún habrá más, mecánicos muy cualificados en los concesionarios de todos los fabricantes, y todos ellos se han preocupado de que la ingeniería aplicada al vehículo eléctrico esté transmitida a todos los equipos que van a tener relación directa con él. Es evidente, por tanto, que la adaptación de los talleres mecánicos que dependen de la red de concesionarios de las marcas que fabrican coches eléctricos. tanto en medios como en competencia profesional, no debe preocupar.
El incierto futuro de los talleres tradicionales
Los coches eléctricos tendrán menos reparaciones mecánicas, más que nada por probabilidad de avería en sus piezas, mucho menores que en los vehículos tradicionales, y se prevé que el mantenimiento va a ser menos costoso y espaciado en el tiempo, y el consumo de repuestos no va a ser muy grande.
Los coches eléctricos traerán consigo la disminución de costes en mantenimiento, ya que a lo largo de su vida casi no necesitarán pasar por el taller. Con la era eléctrica desaparecen los cambios de aceite, los problemas del tubo de escape, de la caja de cambios, de la correa de transmisión y el cambio de bujías o filtros. Los progresos en este ámbito permitirán que el vehículo pase toda su vida útil con un mantenimiento mínimo.
Ante esta realidad, el futuro se plantea incierto para los 40.000 talleres de automoción que hay en España. Desde el punto de vista de la formación, la situación no es tan preocupante ya que las nuevas generaciones de estudiantes de FP tendrán que comenzar a salir en los próximos años con formación en movilidad eléctrica. Es desde el punto de vista del volumen de trabajo que deberán acometer los talleres, donde se hace urgente un reorganización de las estructuras de los mismos, basada en la potenciación de áreas en la que las peculiaridades del coche eléctrico no tienen incidencia.
Neumáticos, luces, lunas, chapa pintura, tunning… son áreas en las que seguirá habiendo negocio y por tanto caminos a los que el taller mecánico tradicional debe saber sacarles el máximo partido.
¿Quiénes son los europeos que confían más en su taller?
Según datos del Observatorio Cetelem Europeo del Automóvil 2012, los consumidores británicos, portugueses y españoles son más reacios a confiar en la red de talleres tradicional para el mantenimiento de un vehículo eléctrico (en un 72%, un 83% y un 64% de los encuestados respectivamente). Por el contrario, los consumidores rusos, italianos y alemanes conservarían sus hábitos (con un 70%, 65% y 75% de opiniones positivas).