Entrevista a Sebastian Guigues, director general de Renault Iberia
Sebastien Guigues, director general del Grupo Renault Iberia analiza el mercado español y apuesta, con optimismo, por el millón de coches vendidos este mismo año. También explica la situación real del coche eléctrico apostando por el híbrido como el mejor primer paso a la electrificación y descarbonización de España.
¿Cómo va el mercado de coches electrificados en Renault?
Va relativamente bien, avanza y dentro de electrificados están los eléctricos, los híbridos enchufables y los híbridos. En Renault España, el año pasado el 30% de nuestras ventas fueron coches electrificados. Del Arcana, el 55% de las ventas son híbridos, el Austral, este año el 55% de las ventas son híbridos, con lo cual parece que la tecnología híbrida, para los que la tenemos, por cierto, porque no la tiene todo el mundo, se vende bien porque es eficiente, gasta poco, consume poco y tiene una buena etiqueta. Todos los coches híbridos de Renault están por debajo de 120 gramos. Incluso el Espace de siete plazas y 200 caballos.
¿Y los eléctricos puros?
Los eléctricos claramente no están progresando en España al nivel que esperábamos. Iba a decir que nos gustaría, voy a utilizar mejor la palabra, que esperábamos. Creo que las razones son varias y esto como siempre es la opinión que tenemos en Renault. La primera es que ahora que todos los fabricantes tenemos coches eléctricos, que todos los españoles saben lo que es un coche eléctrico y cómo funciona, nos damos cuenta que los postes de recarga son escasos, los que funcionan. Ahí hay un primer freno, porque en una geografía como la española, donde te mueves entre Madrid, Barcelona, Bilbao o Sevilla tienes que hacer bastantes kilómetros, esto no es Luxemburgo, y lógicamente tienes ese miedo, a veces no tan justificado, a no tener una recarga a tiempo. La segunda es que hemos puesto unas ayudas muy consecuentes, hasta 7.000 euros, es una gran ayuda, pero son muy complicadas de cobrar. Si yo me compro un Megane eléctrico, un gran coche, por cierto, si todo va genial cobraré esos 7.000 euros, si tengo derecho a ello, un año después. Es decir, que pase lo que pase, para comprarme un Megane eléctrico necesito tener la tesorería o un banco que me preste el importe íntegro del coche. Otro problema es que estamos planteando como única solución la avalada por los gobiernos y los políticos para renovar coches viejos. Estamos obligando a alguien que tiene un coche de 14, 15, 16 o 20 años a vender su coche por cero euros para que compre un coche nuevo eléctrico que es buenísimo y que vale 45, 50 o 55 mil euros. Se me antoja que la persona que tiene un coche de veinte años, al margen de coleccionistas, lo normal es que tenga ese coche porque no puede tener uno nuevo. Y si además de nuevo se lo tiene que comprar eléctrico, es decir, 45 mil euros, pues se le hace muy cuesta arriba.
Habría que bajar el precio de los eléctricos o buscar una alternativa…
¿Cuál es la solución?
¿Cómo ves el mercado si se hacen los cambios adecuados? ¿Seríamos un mercado de más de un millón de unidades?
Vayamos al producto, con el Espace ha habido un cambio de paradigma y de una carrocería tradicional monovolumen pasa a un SUV de siete plazas. ¿Cómo ves esa transformación? ¿Crees que los clientes fieles al Espace lo van a aceptar de buen grado?
Con la motorización va a ser un caso parecido, pensar que un coche tan grande lleva un motor tan pequeño no es fácil de entender...
Choca bastante, tan poca cilindrada para un coche tan grande, un motor de poco más de un litro de cilindrada para mover un coche de casi cinco metros. Eso era impensable hace diez años, pero la tecnología ha hecho maravillas y el híbrido es un arma estupenda. Al final este coche tiene 200 caballos, emite menos de 120 gramos con 5 metros de largo y 7 plazas y cuando lo pruebas te sorprende. Diréis que no soy objetivo, pero es mi experiencia y no he echado en falta nada de potencia o de par. Creo que en eso reside el hecho de que los motores híbridos se pueden hacer de otra manera y se puede sacar la potencia de otra forma, creo que es el triunfo de la eficiencia, por así decirlo.