El frío reduce la eficiencia de la batería haciendo que su capacidad de carga disminuya

El invierno representa una temporada desafiante para el mantenimiento del coche. Las bajas temperaturas, la sal en las carreteras y la suciedad hacen que sea esencial lavarlo con mayor frecuencia, ya que solo de esta manera se puede proteger la pintura y otros componentes de la corrosión. Desde la batería hasta el sistema de iluminación, cada componente del vehículo sufre el impacto del frío de manera distinta. El frío reduce la eficiencia de la batería haciendo que su capacidad de carga disminuya. La demanda adicional de energía para calefacción y otros sistemas aumenta el riesgo de fallos. Los neumáticos tienden a perder presión cuando las temperaturas bajan, lo que afecta la tracción y el control del coche. El aceite, además, pierde viscosidad y tarda más en lubricar adecuadamente las piezas del motor. Y la humedad y el frío pueden empañar los faros, reduciendo la visibilidad, algo especialmente crítico en una época del año con menos horas de luz natural.

En invierno, la humedad, la posibilidad de lluvia constante y las bajas temperaturas pueden hacer que muchas personas dejen de lado la limpieza regular del coche.

Riesgos que solo es posible evitar mediante la realización de un mantenimiento preventivo del vehículo. Una actividad, la del mantenimiento, que en el imaginario colectivo suele relacionarse con acciones como la comprobación de niveles o el recambio de líquidos, pero en la que se tiende a olvidar el que quizás es el paso más fundamental a la hora de mantener la integridad física y estética de un coche: el lavado.

En invierno, la humedad, la posibilidad de lluvia constante y las bajas temperaturas pueden hacer que muchas personas dejen de lado la limpieza regular del coche. Durante el invierno el lavado frecuente de los vehículos es más necesario. En zonas con nieve, las carreteras suelen ser tratadas con sal para evitar la acumulación de hielo, pero esta sal es altamente corrosiva y, al acumularse en la carrocería, puede dañar la pintura y fomentar la aparición de óxido. Con las carreteras húmedas y cubiertas de charcos, el coche se expone a barro, suciedad y contaminantes que quedan adheridos a la pintura. Esta suciedad, al congelarse en días de temperaturas bajas, se endurece y puede dañar la superficie si no se limpia de forma regular. La contaminación adherida a la carrocería se vuelve más difícil de eliminar con el tiempo, afectando la estética y deteriorando la pintura.

A causa de esta mayor exposición del coche a sustancias corrosivas y contaminantes, es evidente la importancia de mantener una rutina de limpieza. Realizar un lavado semanal o cada dos semanas es la única manera de proteger la pintura y las partes expuestas de estos agentes externos. Un propósito para el que es imprescindible el empleo de productos específicos que faciliten la limpieza del coche durante el invierno y protejan sus componentes.

Ibercompound, una empresa especializada que lleva más de 40 años desarrollando soluciones adaptadas a estas necesidades, cuenta con una cartera de productos disponibles en las principales estaciones de servicio. NanoGlass – SoliGel/Karkimic es un limpiaparabrisas formulado con nanotecnología, diseñado para eliminar manchas de barro, grasa y ceras. Gracias a su efecto hidrofugante, repele el agua y mejora la visibilidad en condiciones adversas. Además, al ser un depresor de la temperatura de congelación, ayuda a prevenir la formación de hielo en los conductos del limpiaparabrisas, garantizando un funcionamiento óptimo incluso en condiciones de frío extremo. Para eliminar las capas de hielo acumuladas en los parabrisas sin necesidad de rascado mecánico está Anti-Hielo, que evita arañazos en el cristal. Su formulación permite una rápida y efectiva eliminación del hielo, ideal para las mañanas frías en las que se necesita una solución rápida.

Como limpiaparabrisas hay dos, Antifrost -10°C y Anti-frost Plus -18°C. El primero, es un limpiaparabrisas formulado para limpiar a fondo las lunas y eliminar residuos de grasa, barro y ceras, este limpiador contiene alcohol, lo que le permite secar rápidamente y evitar la congelación del líquido en el circuito del limpiaparabrisas. Gracias a su baja tensión superficial, este producto proporciona una excelente potencia de limpieza y es particularmente efectivo para remover la suciedad típica de verano, como restos de insectos, adaptándose a cualquier época del año. Recomendado su uso para todas las épocas del año. El segundo, es un limpiaparabrisas diseñado para limpiar a fondo el parabrisas y prevenir la congelación hasta temperaturas de -18°C. Gracias a su acción anticongelante, no solo mantiene limpia la superficie, sino que también evita la formación de hielo en los conductos, garantizando una buena visibilidad en condiciones invernales severas.