ANFAC prevé un cierre de mercado con 950.000 unidades, un 17% más que en 2022
La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) prevé que el mercado español cierre 2023 con 950.000 matriculaciones de turismos aproximadamente, lo que supondrá un incremento del 17% respecto a 2022.
De cumplirse estas cifras, se lograría un importante repunte respecto al año anterior dado que en 2022 se vendieron 813.374 turismos. Aun así, será todavía un 24,5% inferior a las cifras de 2019, cuando se alcanzaron ventas por encima de los 1,2 millones de turismos. En 2023 hay que destacar el tirón de la demanda de particulares y empresas y la mejora en el ritmo de producción, con la estabilización de la recepción de componentes, que han permitido mejorar los plazos de entrega de los vehículos, favoreciendo esta recuperación.
En lo que respecta a los comerciales ligeros cerrarán en torno a las 147.000 unidades vendidas, con un aumento del 23%. Por su parte, se prevé que los vehículos industriales, a pesar de no alcanzar los volúmenes prepandemia, aumenten un 24% sus ventas, con 29.000 unidades. Por último, los autobuses y microbuses lograrán mejorar las cifras del año anterior, con un crecimiento del 57% y una previsión de 3.880 unidades.
Recuperación de la producción
2023 ha sido también el año de la recuperación de la fabricación de vehículos en nuestro país. La mejora en los ritmos de aprovisionamiento, la estabilidad en la cadena de abastecimiento y la evolución de los mercados en Europa han permitido esta positiva evolución de las fábricas españolas. En este contexto, y con el ritmo actual de producción, se estima que las fábricas españolas puedan cerrar 2023 con un volumen superior al del año pasado, por encima de los 2,4 millones de unidades producidas, manteniendo el segundo puesto como mayor productor europeo y recuperando la octava posición a escala mundial.
Esta mejora viene principalmente por la relajación de las tensiones en la cadena de suministros, que ha permitido aumentar la fabricación de vehículos y recuperar el ritmo de entrega, algo fundamental para estimular el mercado.
2024: un año clave para la electrificación
Desde ANFAC, apuntan a que 2024 debe ser el año en el que España dé avances significativos en la recuperación del mercado y en materia de electrificación para consolidarse como un hub de movilidad sostenible. Todo ello marcado por el cumplimiento de los objetivos de descarbonización que exige la UE, y en un contexto de fuerte competencia global para atraer las nuevas inversiones por las que lucha nuestro país.
En esta situación, siempre pendiente de los factores económicos y geopolíticos, el objetivo mínimo de ANFAC es superar la barrera del millón de unidades vendidas para 2024, una cifra que no se alcanza desde 2019, antes de la pandemia.
En cuanto a la electrificación, en 2023, el mercado nacional, al ritmo actual, podrá alcanzar los 110.000 turismos electrificados, un 40% más que el año anterior. Un notable crecimiento, pero que solo representará el 12% del total del mercado, una cifra muy alejada de las 190.000 unidades marcadas para 2023 y necesarias para cumplir con los hitos anuales de reducción de emisiones exigidos. E igualmente, muy lejos del ritmo europeo, con una cuota media por encima del 20%, o de otros países como Portugal (31%) o Alemania (24%).
Desde la asociación, se señala la necesidad de que en 2024 se implanten medidas efectivas que estimulen el mercado e impulsen las ventas de modelos electrificados, condiciones necesarias para asegurar la atracción de inversión y nuevos proyectos a las fábricas españolas.
Así lo ha destacado, el presidente de ANFAC, Wayne Griffiths: “Esta legislatura es clave y nos jugamos el futuro de nuestra industria del automóvil. Lo que no se haga en los próximos dos años llegará tarde. Es fundamental que el nuevo Gobierno dé un paso al frente y se muestre dispuesto a cambios importantes, que es lo que ahora necesitamos. En 2024 hemos de recuperar un mercado de un millón de turismos. Y necesitamos vender más vehículos electrificados, porque si no se venden, las marcas no van a querer fabricarlos aquí. Por ello, en primer lugar, hay que sustituir el MOVES III por un nuevo sistema de ayuda a la demanda basado en la fiscalidad y que permita cobrar la ayuda en el momento de la compra. que sea ágil y eficiente. Asimismo, es imprescindible mejorar las ayudas fiscales a las empresas, que son las que más apuestan por la electrificación, si queremos de verdad empujar el crecimiento de estos vehículos”.
Una nueva política industrial que refuerce la innovación
La transformación de la automoción hacia la nueva movilidad abre un nuevo escenario más exigente y con nuevos competidores. España, como segundo mayor productor de vehículos en Europa y el octavo mundial, ha de mantener su competitividad y asegurar su posición en la nueva industria de la movilidad.
Desde ANFAC, se ha insistido, como ya se hizo en la presentación conjunta con Sernauto del Informe “Nuevos Retos del Sector de la Automoción en España”, en establecer una nueva política industrial. En este sentido, Wayne Griffiths, remarca que “hemos de reforzar nuestra política industrial. En la pasada legislatura se avanzó mucho, pero si algo está claro en Europa y en el mundo es que la lucha por las inversiones industriales en automoción se va a acelerar. España defiende la autonomía estratégica, y desde ANFAC creemos que esto no puede ser solo un lema, sino que debe tener contenido. Hay que avanzar en nuevos PERTE, y también en potenciar los nuevos factores competitivos, como el desarrollo de la circularidad en la industria y aprovechar la ventaja de España en energías renovables. Y, por supuesto, de poco vale crear estas nuevas líneas de política industrial si perdemos la competitividad tradicional”.
Por último, José López-Tafall, director general de ANFAC, ha destacado la importancia de avanzar en la descarbonización del transporte terrestre, “El Gobierno no debe dejar atrás al transporte por carretera de personas y mercancías. El 92% de las mercancías se mueven en camión. Los fabricantes de vehículos pesados y de autobuses ya tienen en su gama vehículos electrificados y de bajas emisiones. Sin embargo, en España hoy apenas existe infraestructura pública de recarga de alta potencia para que se puedan realizar trayectos entre Madrid y Barcelona, y las ayudas a la demanda son poco ágiles. Es prioritario incentivar a través de la fiscalidad a las empresas del sector del transporte para que renueven sus flotas de vehículos por otras de bajas y cero emisiones y puedan cumplir con las altas exigencias marcadas por Europa”.