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Dadas las situaciones climáticas extremas y peligrosas del continente antártico, el rendimiento y la fiabilidad de los equipos pueden resultar vitales para la supervivencia

La 'British Antartic Survey' utiliza vehículos equipados con cajas Allison

Trond Johansen, Responsable de Promoción de Ventas de Allison Transmission en España15/07/2008

15 de julio de 2008

Las cajas de cambio automático de Allison han brindado su apoyo logístico a la 'British Antartic Survey' (BAS) en la Antártida durante 30 años, superando algunas de las condiciones operativas más extremas de la Tierra.
Las bajas temperaturas, junto con la profundidad de la nieve, el viento, la tracción, las pendientes pronunciadas...
Las bajas temperaturas, junto con la profundidad de la nieve, el viento, la tracción, las pendientes pronunciadas, el hielo y los largos periodos operativos, generan condiciones adversas para los vehículos.
El rendimiento y la fiabilidad de los vehículos de apoyo son esenciales para la supervivencia humana en este continente helado, donde se trabaja, con frecuencia, en condiciones realmente peligrosas, soportando temperaturas extremadamente bajas y nieve densa.

La Antártida, el desierto helado

La Antártida, situada en el Polo Sur, es el continente más frío, seco y expuesto al viento de la Tierra, alcanzando temperaturas mínimas de, aproximadamente, 90 grados bajo cero en el interior, en invierno, y una temperatura máxima entre 5 y 15 grados positivos cerca de la costa, en verano. El 98 por ciento de la Antártida está cubierto de hielo, con un espesor medio de 1,6 kilómetros, y sus condiciones extremas impiden que seres humanos habiten allí de forma permanente. Sin embargo, su singularidad hace que sea una ubicación ideal para realizar experimentos científicos, llegando a albergar a investigadores de unos 30 países.

Investigación científica de categoría mundial

La BAS, con sede en Cambridge, ha realizado la mayoría de los estudios científicos británicos en el continente Antártico durante unos 60 años y, en la actualidad, da soporte a cinco centros de investigación en Rothera, Halley, Signy, Bird Island y King Edward Point. Los barcos reforzados para el hielo brindan su apoyo para las operaciones en la Antártida, proporcionando avanzadas instalaciones para las investigaciones oceanográficas, así como un valioso soporte logístico y gran variedad de vehículos sobre ruedas y de oruga, incluyendo motos de nieve, Sno-cats (grandes vehículos de tracción) y grúas móviles, que dan soporte a las actividades diarias y contribuyen a la supervivencia.
Los Tucker Sno-cats se utilizan en la mayoría de las veces para transportar personal y remolcar trineos hasta 8 t
Los Tucker Sno-cats se utilizan en la mayoría de las veces para transportar personal y remolcar trineos hasta 8 t.

Soporte logístico

Existen varios vehículos especializados y genéricos en los centros de investigación de Rothera y Halley. Concretamente en Halley, los vehículos son de oruga y proporcionan acceso durante todo el año a la meseta de hielo de Brunt, mientras que en Rothera existe una combinación de vehículos de ruedas y de oruga que deben trabajar en condiciones cambiantes: en verano a medida que la nieve se desvanece y deja al descubierto la roca desnuda en torno a la base. Todos los vehículos pesados se impulsan mediante motores diésel que requieren un precalentamiento especial antes de ponerse en marcha a bajas temperaturas y que utilizan, además, combustibles alternativos, como el de aviación, para detener el encerado de los combustibles diésel habituales. Todos estos vehículos están equipados con cajas de cambio automáticas para garantizar un manejo sencillo y reducir las posibilidades de averías.

Los Tucker Sno-cats se utilizan básicamente para transportar personal y remolcar trineos hasta 8 toneladas cargados, principalmente, con los suministros procedentes del barco de soporte logístico principal de la BAS, el RRS Ernest Schackleton. Los Sno-cats, impulsados por un motor diésel Detroit o Cummins IBT y QSB de unos 170 caballos de potencia, van equipados con cajas de cambio automáticas de Allison con transmisión a las cuatro ruedas y se dirigen mediante platos encajados en los ejes. La BAS dirige actualmente una flota de 12 Sno-cats Tucker.

Las cajas de cambio Allison incorporan Controles de Adaptación...
Las cajas de cambio Allison incorporan Controles de Adaptación: memorizan el comportamiento de los conductores, ajustando el cambio de marchas en consonancia.
“En 16 años jamás ha habido ningún fallo en las transmisiones de Allison. Su fiabilidad es excelente”
La división de tecnología e ingeniería de la BAS se encarga de gestionar todos los aspectos de los vehículos. Martin Bell, ayudante jefe de proyectos encargado de la logística del proyecto del Halley VI, ha desempeñado varios cargos a lo largo de los años que ha pasado en la Antártida con diversos contratos. Gracias a su experiencia, conoce perfectamente los desafíos que suponen dirigir una flota en entornos agresivos “y no existe un ambiente más hostil que en la Antártida”. Bell afirma además que “en nuestras salidas de rescate, un vehículo puede trabajar solo de forma que la fiabilidad sea un factor vital. Durante los meses de invierno, cuando trabajamos con algunos Sno-cats, una avería puede suponer una situación de vida o muerte”. “En estas ocasiones nos preparamos con equipos y vehículos de emergencia de reserva. En los 16 años que llevo trabajando aquí y nunca se ha producido un fallo en una caja de cambios. La fiabilidad de las Allison es excelente”, concluye Bell.
Funcionamiento, prevención y protección

Allison cuenta con más de 50 años de experiencia en la fabricación de cajas de cambio automáticas.

El Sno-cat está equipado con una caja de cambio automática Allison de seis velocidades, con una cuidada relación de marchas para maximizar el rendimiento en terrenos nevados de gran dificultad. Al reducir el desgaste en del bastidor, la vida operativa del vehículo aumenta considerablemente y los costes de mantenimiento se reducen. Normalmente, la vida de los vehículos de la BAS está entre los 15 y los 20 años.

Todas las cajas de cambio Allison incorporan un convertidor de par que utiliza al máximo la potencia del motor, duplicando el par motor y facilitando así el ascenso por pendientes heladas. Además, la primera velocidad dispone de bloqueo, de forma que la tracción se transmite directamente desde el motor, reduciendo el aumento de temperatura. El monitor de la caja de cambios dispone, además, de un sistema de diagnóstico integrado y previene posibles problemas. Esta información reduce el riesgo de avería de la caja de cambios y evita situaciones potencialmente peligrosas que pudieran producirse 'in situ'.

Aún así, Allison ha incorporado el modo 'limp-home' por si se produjera algún problema, que permite al vehículo desplazarse hasta un emplazamiento donde el técnico pueda trabajar de manera segura para arreglarlo.

Las cajas de cambio trabajan en condiciones muy adversas, con frecuencia durante varias horas consecutivas, en pendientes muy extremas y bajo condiciones climáticas hostiles. Por ello, son necesarios los beneficios de Allison al proporcionar potencia ininterrumpida en cada cambio de marcha. Los controles electrónicos de Allison protegen, además, el motor y el bastidor de daños innecesarios, impidiendo la selección errónea de marchas.

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