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La herramienta está gustando mucho en España porque supone ahorro y eficiencia

Yara presenta la herramienta Megalab como un sistema eficaz de obtención del mejor rendimiento en el olivar a través de análisis rápidos y eficientes

María José Álvarez08/07/2016

Si los distribuidores creen en la herramienta, serán ellos mismos los que la recomienden a los agricultores y éstos últimos los que la usen año tras año. Bajo esta premisa, Yara organizó los pasados 29 y 30 de junio unas jornadas en Córdoba y Jaén para presentar a distribuidores Megalab y mostrarles cómo utilizar e interpretar los resultados de las analíticas de suelo y hoja en el olivar.

Los encuentros se produjeron con grupos reducidos de personas, distribuidores de Yara en su zona que, tras una presentación y explicación de la renovada herramienta Megalab, analizaron de forma práctica varios casos de olivares de diferente tipología con el fin de hacer la mejor recomendación al cliente a la hora de invertir en recursos de fertilizantes y buscando como principal objetivo la eficiencia en la producción.

Javier Jovellar, delegado de zona de Yara y uno de los artífices la nueva Megalab, ponentes de las jornadas, hizo hincapié en la importancia de “trabajar directamente con el distribuidor, en una explicación dinámica y personalizada, con el fin de poder entrar en detalle en cada punto del análisis y enseñar o compartir con ellos cómo hacer un programa de análisis a través de los resultados que nos proporciona Megalab”.

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Alejandro Gayuela, responsable de zona de olivar, en Jaén, Córdoba y Sevilla de Yara, y otro de los ponentes de las jornadas, insistió en que para “para los distribuidores, Megalab es una herramienta que les vale para dar un servicio al agricultor y para cerrar el ciclo. Ofreces sabios consejos teniendo un conocimiento real de lo que estás haciendo, por lo que le das un valor añadido al servicio, aportando al empresario agrícola lo que hace falta a su explotación. Si lo haces bien, tendrás un cliente que volverá año tras año a que le aconsejes”, indicó.

Gayuela recordó que “el olivar es un cultivo que presenta muchas deficiencias, pero que, cuando son perceptibles, es porque ya está el problema creado y lleva ya varios años oculto y, para subsanarlo, también harán falta varios años”. “Lo que vamos a intentar es no llegar a ese problema. Vamos a intentar adelantarnos para que, cuando haya un indicio, arreglar la definciencia en una fase inicial y, por tanto, será muy fácil de subsanar”, matizó.

Megalab, que también hace análisis en otro tipo de cultivos como trigo, cebada, maíz, manzana, melocotón, nectarina, lechuga, fresa, naranja, uva de mesa, tomate y viña, es, según sus responsables en España y Andalucía, un aliado a la hora de hacer la planificación de un cultivo. “Hoy en día hay que plantear la agricultura como si fuera una industria: tienes que calcular costes variables, ímputs, costes fijos y lo importante es saber optimizar. La herramienta Megalab es eso: saber cómo está mi suelo o mi cultivo en general y optimizar en base a eso”, apuntó Gayuela.

“Megalab funciona en Yara desde hace muchos años atrás, pero en los dos últimos años se ha modificado la herramienta para hacer más fácil su uso”, matizó Javier Jovellar para presentar a los distribuidores, algunos ya usuarios habituales de la herramienta, el nuevo kit.

En este momento, si un agricultor quiere hacer un análisis a través de Yara, se acerca a un distribuidor y le pide un kit de análisis nuevo. En él tiene todo lo necesario para mandar una muestra a Inglaterra, que es donde se encuentra nuestro laboratorio, y en un plazo de 10 o 12 días recibe los resultados del análisis y la propuesta y los puede utilizar para hacer la programación de tratamientos en su campo. El nuevo kit Megalab, que se puede obtener en los distribuidores Yara de toda España, cuenta en su interior con cuatro bolsas para el envío de las muestras de suelos y cuatro sobres para las muestras foliares, un cuaderno de albaranes para la trazabilidad de las muestras, además de un manual con información práctica y sencilla que contiene las instrucciones para la toma de muestra. A la hora de recoger las muestras se hace con una simple llamada telefónica y una agencia de transporte lo recoge en la dirección indicada al día siguiente. La muestra llega en perfectas condiciones al laboratorio y en diez o doce días están los resultados del análisis disponibles para el agricultor y el distribuidor.

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La herramienta está gustando mucho en España. Principalmente, porque supone ahorro y eficiencia, y ya se está incrementando el número de análisis en otros países. “Los agricultores que quieren soluciones rentables y medioambientalmente sostenibles acuden a Yara”, insistió Jovellar, para matizar: “La nuestra es una empresa que está muy interesada en el respeto al medio ambiente y en la eficiencia de los nutrientes”. “Además, y esto es uno de nuestros principales atractivos, es que siempre trabajamos en una línea de compartir el conocimiento con el agricultor y el distribuidor”, añadió.

“Nosotros creemos en la herramienta, la hemos mejorado y hemos diseñado análisis donde analizamos todos los parámetros necesarios para realizar un programa de abonado y luego chequear foliarmente el árbol para ver si a nivel radicular estamos haciendo lo que queremos”, apostilló Jovéllar, para recalcar las diferencias con respecto a otros métodos de la competencia. Así, dejó claro cómo Yara, con un laboratorio de más de 40 años de experiencia, analiza 200.000 muestras al año y ha definido unos análisis donde aparecen parámetros que no se encuentran en otro tipo de análisis de suelo o tejido y que son esenciales para planificar la nutrición del cultivo. Como ejemplo, se han incluido en el menú parámetros como nitrógeno mineral, azufre, capacidad de cambio catiónico… que normalmente no se ven en otros análisis del mercado. “Lógicamente esto tiene un coste económico algo superior a la de otras herramientas, pero la amortización es segura”, recalcó.

Para el responsable de Megalab en España, es importante hacer una planificación de los análisis no para cumplir con un protocolo, sino para hacer una inversión. “Vemos que si hacemos un análisis en primer año por ejemplo de caracterización del suelo y en años sucesivos nos centramos en los nutrientes, sabemos que hay parámetros que no van a variar, como la estructura de carbonato cálcico, la caliza activa o la textura y otros que sí, como son el nitrógeno mineral, microelementos y otros nutrientes. Así hacemos una planificación de inversión y, por ejemplo, a cinco años, podemos estar hablando de un gasto de 4 o 5 euros por hectárea y año para una inversión a 5 años y un seguimiento detallado del suelo para el cultivo”, apuntó.

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¿Cuándo se hace el análisis?

“Depende del cultivo y lo que queramos analizar”, explicó Jovellar . En el caso del olivo, el análisis foliar se realiza en julio y el análisis de suelo, a principio de la campaña. “Si es un análisis de caracterización del suelo lo haríamos al inicio de la campaña agrícola y chequearíamos foliarmente en cada momento que cada cultivo requiere, por ejemplo, un cereal sería en primavera”, indicó. La respuesta de estos chequeos llega rápidamente a la distribución, que le transmite el resultado al cliente, y juntos, deciden lo mejor para el cultivo. “¿Por qué? Porque los resultados requieren una interpretación, y a esto es a lo que les estamos enseñando en estas jornadas. Así cada uno decide con su cliente lo que necesita, basado siempre en un análisis científico”, indicó.

En el caso práctico que se hizo a los asistentes, se partió de dos análisis de olivo de suelo y se compartió con los distribuidores cómo hacer la interpretación del análisis del laboratorio a partir de los datos que tenemos de análisis de olivo de esta zona.

Javier Jovéllar insistió en que cada año se viaja en varias ocasiones por parte de los responsables de Yara y Megalab al laboratorio en Inglaterra en Pocklington para que, “con los jefes de laboratorio y los técnicos de allí, asegurarse de que todo esté en perfectas condiciones y estar siempre dentro de las ISOS, en este caso la ISO 17025, que regula los análisis y certificados”.

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Los distribuidores avalan su viabilidad

José Luis, distribuidor de productos fitosanitarios y uno de los asistentes a la jornada de Jaén, definió la herramienta como “útil y más fiable que la de la competencia”. “Con respecto a otras del mercado es algo más cara, pero los resultados en el cultivo son mucho más visibles, por ejemplo a la hora de detectar carencia de magnesio boro en el olivar”, dijo. “Nosotros tuvimos una experiencia de una finca partida por la mitad, en la que en una parte se siguieron las recomendaciones de Megalab y, en la otra, de otra casa. Los resultados fueron más notables y espectaculares con Yara, el olivo se había recubierto espectacularmente de hoja y cubierto las carencias de magnesio, por lo que el agricultor estaba más contento”, ejemplificó.

Juan Antonio, responsable de otra empresa de fitosanitarios, cuenta que la usan desde hace un año para el suelo y, en cuanto a la hoja, empezarán en esta campaña. Para él, lo más destacable de la herramienta es la facilidad de la recogida, la información que ofrece para hacerla y el ahorro de tiempo. “Cuando no tenemos tiempo es fundamental. En otros sistemas tienes que desplazarte a entregar la muestra y aquí te dan tu bolsa con todo lo necesario. Llamas por teléfono y entregas el kit sin que pierda cualidades la muestra, ya que muchas veces llegan en lamentables condiciones al haber sido depositadas en sobres, bolsas de plástico…”.

Empresas o entidades relacionadas

Yara Iberian, S.A.U.

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