Los recambistas de Fremm se suman a los talleristas para combatir la economía sumergida

La Asociación de Comerciantes de Repuestos de Automóviles (Acrarem) se compromete con el Gremio Regional de Talleres de Reparación de Automóviles (Gretamur), ambas integrantes de la Federación Regional de Empresarios del Metal de Murcia (Fremm), a que sus comerciantes harán un seguimiento del volumen de ventas de material a particulares, por si el destino del mismo fuese a talleres ilegales para arreglar vehículos a terceros.

De esta forma colaborarán juntas para combatir la presencia de talleres ilegales, acción dentro de las medidas adoptadas desde la patronal sectorial junto a las administraciones públicas para acabar con la economía irregular.

El entendimiento fue acordado entre las Juntas Directivas de ambas asociaciones, ante el temor de los talleristas a que clientes particulares de los recambistas estuviesen comprando material para la reparación de vehículos a terceros en talleres ilegales, no siendo para consumo propio. Ante la dificultad para conocer la finalidad de los artículos vendidos a particulares, los profesionales convinieron en poner en manos de Fremm y las asociaciones las irregularidades detectadas para proceder a las denuncias pertinentes ante la administración correspondiente.

Asimismo, los representantes empresariales adoptarán otras medidas, como es pedir a la Inspección de Trabajo la comprobación del acceso de los presuntos talleristas ilegales a subvenciones públicas por si procediese su denuncia; recomendar a las empresas de recambios que hagan un estudio anual sobre los particulares con un volumen de compras destacable, además de articular maneras para distinguir entre talleres legales y “no regularizados”.

Desde ahora, talleristas y recambistas mantendrán una comunicación abierta y fluida sobre las denuncias tramitadas desde el Gremio de Talleres a los Distribuidores de Recambios, al no vulnerar la Ley de Protección de Datos por tratarse de información sobre la actividad empresarial; al igual que difundirán en prensa las implicaciones medioambientales e irregularidades cometidas cuando un particular repare su propio vehículo o ejerza la actividad de reparación de forma ilegal, al estar en juego la gestión óptima del aceite usado, así como el uso de piezas reutilizadas que no cumpla la normativa relativa a seguridad.

En el interés por combatir la economía sumergida, las asociaciones harán partícipes de sus acciones a los desguaces, a los que implicarán en la búsqueda de soluciones; también analizarán diferentes vías de distribución del recambio, advertirán a los consumidores sobre los riesgos de perder la garantía al comprar piezas para ser colocadas en un taller ilegal y los peligros al comprar recambios por internet en páginas dudosas o de piezas que afecten a elementos de seguridad.

Talleristas y recambistas acordaron hacer un seguimiento sobre la evolución de las medidas adoptadas cada seis meses.