Un scooter eléctrico que se recarga como un móvil
Con alguno de sus cartuchos desconectados, el vehículo sigue funcionando perfectamente. Es decir, la autonomía total del vehículo es de 100 kilómetros. Al desconectarle una de ellas, que se puede dejar cargando en el domicilio, el vehículo seguiría funcionando y teniendo una autonomía hasta 75 kilómetros. De tal manera, se supera el obstáculo de tener el vehículo parado durante largos periodos de recarga, además de no ser necesario conocer la situación concreta de las electrolineras cercanas —si bien el vehículo también se puede recargar en bloque en cualquier punto habilitado—. Para la fabricación de estas innovadoras baterías se pusieron en marcha en junio de este mismo año unas instalaciones específicas, situadas en Reus, que son las primeras de este tipo en España.

“Este sistema convierte al scooter eléctrico en algo tan cómodo como un teléfono móvil”, afirma Joaquín Chacón, director general de Saft Baterías. “Incluso más, ya que un móvil lo debes tener enchufado mientras se carga, mientras que, dejando una batería del Sistema Emic en carga, puedes seguir usando el vehículo sin ningún problema”.

Además, el sistema se complementa con un ‘armario de recarga’ desarrollado dentro del Proyecto Aquiles, ideado también por el consorcio Convehidor, y donde se depositaría un cartucho agotado y se retiraría otro totalmente cargado.
