Kee Safety denuncia que la seguridad es la gran olvidada en los proyectos fotovoltaicos
El boom de las placas solares tanto para uso empresarial como doméstico está arrasando en España. Una fiebre que ha supuesto un fuerte espaldarazo laboral —con la contratación estimada de 74.250 empleos directos e indirectos durante el pasado año—. Kee Safety denuncia que la seguridad laboral de los instaladores está siendo la gran olvidada en esta ecuación, poniendo así en riesgo la vida de los trabajadores.
"Ni el cliente final ni las empresas de instalación de paneles solares suelen incluir por lo general una partida reservada a la seguridad para no encarecer sus presupuestos. Y, desgraciadamente, es ya en el paso final: en el momento de la ejecución del proyecto, cuando se cae en la necesidad legal de atender a la seguridad, solo por salir del paso", tal y como evidencia Stefano Montaldo, director de Desarrollo de Negocio de Kee Safety Ltd. en España. "Es entonces cuando se intenta cubrir esta necesidad, pero sin un criterio profesional válido, saliendo del paso con las opciones más baratas del mercado en el mejor de los casos".
El pasado año se registró un aumento del 17% en los accidentes laborales mortales, una gran mayoría de los cuales fueron como consecuencia de caídas en altura, según datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. "Es imprescindible que se instaure como una práctica habitual que todos los presupuestos de proyectos de instalación de paneles solares incluyan una partida destinada a seguridad, donde se contemple tanto el asesoramiento y el estudio del caso específico como la adquisición e instalación de las soluciones de seguridad colectivas que se requieran. Cada cubierta donde se instalan las placas solares tiene configuraciones y accesos diferentes que dan lugar a situaciones de peligro muy distintas, por eso es fundamental que sea una empresa especializada en seguridad la que realice el estudio previo de cada caso y establezca las recomendaciones oportunas", explica Montaldo.
Para Kee Safety, especialistas en la fabricación de componentes para la construcción de barreras de seguridad desde hace más de 80 años, la seguridad de los trabajadores no es un factor negociable, sino una condición previa que es imprescindible garantizar antes de acometer cualquier tarea. Y recuerda que la responsabilidad última en caso de accidente recae sobre los hombros del cliente final, ya sea una empresa, una comunidad de propietarios o un individuo particular, con sanciones económicas, además, que pueden llegar a superar los 600.000 euros.