España perderá 5.000 M hasta 2020 si desaparece la fotovoltaica
10 de noviembre de 2010
El informe realiza un análisis coste-beneficio, en el que se computan las primas, los ahorros en importaciones energéticas y en derechos de emisión, los impuestos y tasas, las contribuciones a la Seguridad Social y las menores pérdidas en las redes de transporte y distribución.
Merece la pena señalar que el informe no cuantifica el efecto netamente positivo que la llegada de la paridad de red y la implantación del autoconsumo tendría para el país. Tampoco cuantifica el efecto del descenso de los precios del ‘pool’ eléctrico por la oferta de la energía fotovoltaica a precio cero en la punta de la demanda del mediodía, ni el previsible encarecimiento de los precios de los hidrocarburos durante la próxima década, entre otras partidas no computadas.
En el caso de que el mercado fotovoltaico aumentara hasta los 1.000 ó 1.500 MW anuales hasta 2020, el país obtendría un balance aún más positivo que con los 500 MW previstos, evaluado en 9.386 y 13.794 millones de euros respectivamente.
El mercado fotovoltaico español lleva paralizado por la regulación y la incertidumbre más de dos años. Durante 2009 el sector perdió el 90% del empleo temporal y el 30% del fijo, unos 30.000 puestos de trabajo en total. Durante este 2010, el sector ha entrado en descomposición y únicamente aquellas empresas y actividades relacionadas con los mercados exteriores están consiguiendo sobrevivir.