La planta de biogás de Tuero alcanza el 140% de su producción nominal
Genia Global Energy consigue, nueve meses después de la puesta en marcha, aumentar el rendimiento, para generar un 140% de la producción nominal, generando 500 Nm³ de gas cada hora.
Tuero es una empresa situada en Venta de Baños (Palencia), de gestión ambiental de residuos orgánicos de la industria alimentaria y la agricultura. Tiene una planta de biogás recientemente construida, la cual Genia Global ha puesto en marcha y tomado su gestión. Por una parte, el biogás producido se destina a autoconsumo, y por otra parte el 'digerido' se destina a compost y fertilizantes, que se usan de nuevo en la industria alimentaria y en la agricultura, un ejemplo perfecto de economía circular.
El objetivo de la planta es conseguir el vertido cero de desperdicios y lo consigue al obtener valor de esos desperdicios en forma de energía y abonos que vuelven al ciclo económico mediante un tratamiento orgánico natural. El biogás obtenido en la planta de Tuero se utiliza como combustible en sus propios procesos de la industria alimentaria, mientras los fertilizantes orgánicos (en forma líquida y compost) se aplican en los campos de los que se obtiene la materia prima para esa industria para mejorar su productividad.
Esta planta gestiona lodos de depuración de la industria agroalimentaria, residuos orgánicos de mataderos y desechos vegetales para valorizarlos, produciendo biogás y fertilizante orgánico mediante biodigestión anaerobia en su planta.
Es importante el tratamiento previo de los residuos, asegurar la correcta proporción de sustrato con el que se alimenta al digestor, gestionar 'los aditivos para activar el digerido', y controlar los plazos de digestión.
Este proceso de biodigestión anaerobia consiste en la fermentación de los residuos orgánicos por bacterias en ausencia de oxígeno. El gas resultante puede aplicarse tanto en procesos industriales como para producir electricidad o refinarse e inyectarse a la red o utilizarse como combustible de automoción. En este caso se utiliza directamente en procesos de la industria alimentaria. Además de gas se genera compost y biofertilizante líquido de alta calidad.
Con este tratamiento, residuos que suponían una amenaza para el medio ambiente y un coste para las empresas por la necesidad de su tratamiento, se incorporan a la economía circular, generando energía sostenible y fertilizantes orgánicos de alta calidad.