Fundación Renovables propone tomar medidas urgentes para abordar con éxito la transición energética

Bajo el título ‘Escenario, políticas y directrices para la transición energética’, la Fundación Renovables ha presentado en Madrid un nuevo informe en el que expone las líneas fundamentales para abordar y culminar con éxito la transición energética a largo plazo, como ventana de oportunidad para transformar el actual modelo energético y lograr que las renovables cubran el 100% de la demanda en 2050.

Para conseguirlo, el Gobierno deberá poner en marcha medidas de gran calado, utilizando todas las herramientas disponibles a su alcance, pero siempre bajo el prisma del diálogo, contando con todas las partes involucradas para llegar a un consenso. Para ello, indica el documento, será necesaria una nueva visión de la energía que permita cubrir las necesidades energéticas de todos los ciudadanos.

Entre las propuestas más destacadas, el presidente de la Fundación Renovables, Fernando Ferrando, señaló alcanzar un Pacto de Estado de la Energía, crear una Vicepresidencia de Sostenibilidad, hacer un mayor esfuerzo para reducir las emisiones, situar a la ciudadanía en el centro del nuevo modelo energético, llevar a cabo una reforma eléctrica en profundidad para que el precio del kWh se reduzca, elaborar un nuevo sistema fiscal activo orientado a modificar las pautas de consumo, realizar actuaciones de carácter energético y sostenible en el medio rural y potenciar actuaciones relacionadas con la movilidad, la rehabilitación de edificios y el autoconsumo en las ciudades.

En el caso concreto de la movilidad urbana, la Fundación Renovables defiende un modelo bajo en carbono, con cero emisiones de gases contaminantes, donde se priorice la accesibilidad a los bienes y servicios frente a las necesidades de movilidad motorizada, con la movilidad activa (peatones y bicicletas) y el transporte público como elementos esenciales. Asimismo, apuesta por la implantación de los vehículos eléctricos, mayoritariamente para uso compartido y con capacidad de intercambio activo con la red de suministro.

Aunque España es uno de los países más vulnerables a los efectos de la crisis climática debido a su posición geográfica, el informe señala que nuestro país no ha liderado actuaciones a nivel europeo para hacer frente a este reto; todo lo contrario, ya que mientras las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) se redujeron en la UE un 21,9% entre 1990 y 2017, en España aumentaron un 17,9% en ese mismo periodo. En este sentido, la Fundación Renovables ha dejado patente la actual situación de “emergencia climática” en la que se encuentra el planeta y ha insistido en la necesidad de “reducir el consumo de energía”. A este respecto, señala que la “próxima década es crucial y que aún estamos a tiempo de hacer las cosas bien”.

Además de resumir las diferentes propuestas que los principales partidos políticos han incluido en sus programas electorales en materia de energía en los últimos meses, el informe también hace una valoración de los objetivos ambientales planteados por el Gobierno en el Marco Estratégico de Energía y Clima, integrado por el Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, el borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y el borrador de la Estrategia de Transición Justa.

La Fundación Renovables considera que estos objetivos son “poco exigentes” y reclama que sean “más ambiciosos”. Asimismo, echa en falta una propuesta de política fiscal para gravar los combustibles fósiles en origen, valora negativamente que se haya obviado cambiar el modelo de demanda y la baja apuesta que se ha hecho para electrificar los consumos.

A pesar de ser una necesidad básica, la energía no es un bien disponible para toda la sociedad. Los últimos datos de pobreza energética en España, con casi 7 millones de personas que no pueden mantener su hogar a una temperatura adecuada, se ha convertido en una auténtica lacra social. En este sentido, la Fundación Renovables propone la creación de tarifas sociales adaptadas al nivel de renta frente al actual bono social, el desarrollo de un Plan de Rehabilitación de viviendas vulnerables y que los ayuntamientos garanticen la electricidad como un servicio público.

En paralelo a la promoción de las renovables, otra de las apuestas de la Fundación, incluida en el informe, es la electrificación de la demanda de energía, ya que es más eficiente (sobre todo en transporte o climatización), permite una mayor presencia de renovables, asegura emisiones cero en destino y sitúa a los consumidores en el centro del sistema energético.

El documento también hace referencia al desarrollo del autoconsumo como una de las acciones prioritarias para mejorar los sistemas energéticos actuales, ya que ofrece la posibilidad, tanto a consumidores, asociaciones, comunidades como empresas, de transformar su consumo energético tradicional en renovable y aumentar su participación social.

Desde la Fundación Renovables consideran que el autoconsumo es especialmente importante para avanzar en la autosuficiencia energética de las ciudades para que, poco a poco, dejen de ser un sumidero energético. Además, la posibilidad del autoconsumo compartido permite instalaciones más eficientes económicamente hablando y abre la puerta a sistemas de acumulación centralizados que hacen efectiva la gestión de la demanda. Para esta actividad, la Fundación propone la existencia de un objetivo específico del 10% de la energía eléctrica generada a 2030, del 20% para 2040 y del 30% para 2050.