Sol Roig, coorganizadora y codirectora de Som Elèctrics

Todos hemos asistido a citas que, edición tras edición, repiten ponentes, intervenciones y asuntos, perdiendo de forma acelerada el interés que concitaron en sus primeras convocatorias. No es el caso de Som Elèctrics, que en la que será su cuarta edición (a celebrar los próximos 6 y 7 de junio en el mNACTEC, en Terrasa, Barcelona) va más allá de la movilidad eléctrica y acoge asuntos relacionados, como la transición energética a la que se enfrenta la sociedad occidental o el papel que jugarán los consumidores, que en ese proceso de cambio transversal que vivimos, pasarán a ser prosumidores.

La institución que no sólo alberga el congreso, sino que lo co-organiza con Sol Roig Projectes es el Museu Nacional de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya, dependiente del Departamento de Cultura de la Generalitat.

Tengo la suerte de co-organizar y co-dirigir este proyecto en un espacio que ha sido testimonio vivo de emprendedores, investigadores, científicos. Se tata de una joya del modernismo industrial donde su director, Jaume Perarnau, confió plenamente en que acoger Som Elèctrics era un asunto de interés social.

A nivel de instituciones y administraciones, hemos contado siempre con la colaboración del Ayuntamiento de Terrassa, de ICAEN y de Eurecat, a los que este año añadimos al Clúster de l’Energia Eficient de Catalunya (CEEC) y Acció.

Precisamente, la tercera edición, que fue la anterior, es la que registró mayor número de asistentes. Estamos plenamente seguros de que se debió a que incluimos asuntos como la disrupción de mercado, el cambio por una apuesta distinta en la movilidad entre los jóvenes, el futuro de los concesionarios de automóviles y de la industria de automoción, que -consecuentemente- obliga a resituarnos en un nuevo escenario social y económico.

Ser capaces de abordar temas de los que supuestamente ‘se habla’, pero en esta ocasión con carácter público y favoreciendo el debate, fue parte de ese éxito que pretendemos reeditar en esta edición.

Este año de nuevo damos un giro temático para explicar precisamente el escenario energético que debe favorecer una mayor penetración de nuevos modelos de movilidad, consecuencia de esas reflexiones y análisis.

Esperamos que el salón tenga la misma receptividad que ha tenido hasta ahora, a pesar, como decía, del cambio de contenido.

Yo hablaría no de cambios, sino del cambio. Porque durante tres ediciones hemos abordado principalmente la movilidad y la figura del vehículo eléctrico. Creo, sinceramente, que lo hemos tratado en profundidad. En esta edición, y por coherencia con lo que venimos haciendo, nuestro interés se sitúa en la transición energética, en cómo y de qué manera daremos respuesta a las necesidades futuras de la sociedad en este terreno.

Es momento de hablar de autoconsumo, de autogeneración, del papel de la energía solar fotovoltaica y del conjunto de las renovables, del papel del prosumidor… y hacerlo asumiendo la responsabilidad que tenemos todos (administraciones, empresas, consumidores) en exigir y propiciar un nuevo paradigma. En definitiva, definir el modelo energético presente y futuro es fundamental, porque determinará muchos aspectos económicos y sociales. Y la movilidad no será una excepción.

Precisamente sobre movilidad y vehículo eléctrico ya son muchas las propuestas congresuales existentes, y cabe la posibilidad de que una parte de nuestro público no comprenda el nuevo contenido y crea que nada tiene que ver con los de ediciones anteriores, cuando tiene que ver, y mucho, para que -precisamente- sea viable todo aquello que venimos explicando desde 2016. Cuatro años después, y como venimos haciendo en cada edición, rompemos el guion anterior sabiendo que debemos siempre dirigir la mirada a los intereses de la sociedad.

No hay programas reutilizables, o es lo único que no debería serlo, porque en la realidad sobre la energía y la movilidad, así como sobre la tecnología, los avances son tan veloces que me parece poco riguroso tratar idénticos temas un año tras otro.

Desde la primera edición, se ha caracterizado por ser muy heterogéneo: Empresas, instituciones, administraciones, universidades, escuelas de formación profesional, público general atraído por los vehículos eléctricos y, en particular, interesados en el contenido de las conferencias. Y en cuanto a procedencia, de toda Cataluña.

Sí, son las ciudades las que liderarán este cambio, pero deberán ir acompañadas de planes estratégicos en transporte público, en aparcamientos disuasorios, en la utilización de vehículos compartidos… Porque es verdad que las restricciones afectarán a muchas personas de distinta manera y la adaptación a ese nuevo escenario es compleja.

Lo que sí creo es que no se trata de reemplazar unos vehículos por otros, sino de reducir el enorme parque automovilístico de este país y fomentar distintas formas de movilidad.

Sin entrar en profundidad en este tema, porque creo que hay expertos que pueden abordar este concepto con mayor autoridad que yo, diría que la diferencia reside en pasar de consumidor a productor de energía. Precisamente, esta figura tendrá un papel destacado en esta transición energética de la que hablaremos precisamente en una ponencia específica.

Organizar y dirigir este evento me ayuda a tener una mayor conciencia en todos estos temas, eso es seguro. El uso responsable de los recursos lo he hecho siempre y lo continúo haciendo. Respecto a la movilidad, soy usuaria de transporte público, excepto en grandes desplazamientos.

En cuanto el Museu Nacional de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya, este año ha instalado puntos de recarga para vehículos eléctricos, facilitando la asistencia a los usuarios y propietarios de este tipo de vehículos. Desde el mNACTEC se entiende que dar ejemplo es muy importante.

Lo ha cumplido siempre. Precisamente nació (y mantiene) ese carácter educativo y de concienciación.

El impacto que los cambios de modelos económicos o científicos tienen en el conjunto de la sociedad son el principal motivo de que, junto a la propuesta de programa de congreso, ofreciéramos con carácter bianual exposiciones no sólo visitables los días del evento, sino con carácter permanente. En 2016, para explicar la evolución tecnológica en la movilidad eléctrica y la del pasado año para tratar la contaminación y sus efectos sobre nuestra salud.

En los propios contenidos del programa del congreso no sólo han intervenido empresas e investigadores, sino también sociólogos para precisamente tratar este aspecto que usted menciona.

A nivel educativo también me gustaría señalar que nos visitan universidades y escuelas, porque los centros educativos consideran que hay temas de interés formativo. En más de una ocasión estudiantes nos han solicitado información para realizar sus trabajos de fin de grado. En definitiva, cumplimos este papel y, además, con una especial satisfacción.

Siempre hemos creído que la imagen es importante en el mensaje. La propia marca registrada, Som Elèctrics, nació con la imagen de un ‘auto de choque’, asociándolo no sólo al divertimento, que siempre va bien, sino para hacer evidente que el vehículo eléctrico siempre ha existido. Es una imagen desenfadada que se alejaba de la que se utilizaba a menudo del coche con el enchufe.

En la segunda edición personalizamos más aún este icono con los distintos servicios que pueden prestar estos vehículos, porque el programa trataba este tema.

Y de cara a esta edición hemos pensado que tenemos que apelar a la RESPONSABILIDAD, con mayúsculas. Y ésta es de todos, de administraciones, de empresas y de la ciudadanía.

Hay una sensibilidad incipiente entre los más jóvenes, que han cambiado su manera de conectar, de moverse y que creen que el planeta merece que trabajemos en favor de la sostenibilidad en el más amplio sentido de esta palabra.

Así que esta edición es, más que nunca, un espacio para que todos debatamos sobre cómo podemos hacerlo posible.