El sector renovable levanta el vuelo con más empleo y nuevo récord en exportaciones
La Asociación de Empresas de Energías Renovables (Appa), ha presentado en Madrid la décima edición del Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España, que analiza los costes y beneficios que estas tecnologías aportaron a la economía española en 2017, un año marcado por la adjudicación de nueva potencia renovable fruto de las últimas subastas, la caída de la generación hidráulica provocada por la fuerte sequía que azotó al país y el repunte de las emisiones de gases de efecto de invernadero tras varios años de cierta estabilidad.
Los años de parálisis que han sufrido las renovables en los últimos tiempos parece que tiene los días contados. La instalación de 8.500 nuevos megavatios hasta 2020, procedentes de las subastas celebradas en 2016 y 2017, ha reactivado de nuevo el sector, lo que se ha traducido en una mayor contribución del propio sector renovable al Producto Interior Bruto (PIB) nacional en 2017 que, en su conjunto, ascendió a 9.304 millones de euros, es decir, un 9,32% más respecto al año anterior, hasta alcanzar el 0,8% de la economía nacional, según el informe macroeconómico de Appa.
Otro de los datos que refleja los síntomas de mejoría del sector —y que también recoge el informe—, es el aumento en el número de empleos que, en términos globales, ha supuesto un incremento del 5,5%, pasando de los 74.566 puestos de trabajo (entre directos e indirectos) de 2016 a los 78.667 con los que ha finalizado 2017. A pesar de esta subida, el informe deja patente que esta cifra aún queda muy lejos de los más de 127.500 empleos que generó el sector en el año 2011.
Por otro lado, gracias al impacto en la generación eléctrica, energía térmica y biocarburantes, el sector renovable evitó la importación de más de 20 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep) de combustibles fósiles, lo que generó un ahorro económico equivalente de casi 7.000 millones de euros. Asimismo, también evitó que se emitieran a la atmósfera cerca de 57 millones de toneladas de CO2, lo que permitió ahorrar pagos en concepto de derechos de emisión por valor de 332 millones de euros.
Penetración de las renovables en España
Según datos provisionales, las renovables supusieron en el consumo de energía final bruta en España un 16,7%, que se ha traducido en una reducción de la cuota respecto a 2016, cuando se alcanzó un 17,3%. Esta evolución, según argumentó el director general de Appa, José María González Moya, durante la presentación de informe, “nos aleja de los objetivos del 20% que tenemos que alcanzar en 2020”.
Aunque la generación renovable contribuye a reducir la altísima dependencia energética de los combustibles fósiles, esta dependencia alcanzó en España el 76,1% en 2017, lo que ha supuesto un aumento de casi un 4% respecto al año anterior, debido al incremento de todos los tipos de importaciones fósiles. Este dato refleja que la dependencia de nuestro país está más de 20 puntos porcentuales por encima de la media de la Unión Europea, que se encuentra en valores cercanos al 53%.
El “cáncer” del déficit de tarifa
El presidente de APPA, José Miguel Villarig, que intervino previamente a la presentación del informe, señaló que aunque en estos años “se ha producido una mejora tecnológica y un abaratamiento de costes, también hay cosas que, dentro del sector, no se han hecho bien”. La principal, explicó Villarig, “ha sido el déficit de tarifa acumulado, que llegó a superar los 30.000 millones de euros” y que, en opinión del presidente de Appa, “ha sido el cáncer que ha marcado el desarrollo del sector en estos años, lo que ha provocado inseguridad jurídica”.
Respecto a los objetivos marcados por Europa, Villarig consideró que “son ambiciosos, aunque creemos que deberían ser vinculantes”. Para poder avanzar en su consecución, el presidente de la asociación citó cuatro pilares básicos: “una adecuada planificación energética, aprovechar los recursos renovables que tenemos en España y el hecho de que algunas tecnologías ya son competitivas a precios de mercado, y que lo legislado permanezca en el tiempo”. Si nos apoyamos en estos pilares, afirmó Villarig, “podremos industrializar el sector”. En este sentido, afirmó, “no queremos ser un subapartado de las políticas de cambio climático, queremos que la competitividad de las renovables sea tenida en cuenta”.
El presidente de la asociación renovable quiso dejar patente que una de las principales preocupaciones del sector es “cómo se va a llevar a cabo la revisión de la retribución de estas tecnologías a partir del 1 de enero de 2020”. En este sentido, se mostró “esperanzado”, ya que los principales partidos que apoyaron al Gobierno anterior, hicieron una enmienda en la que se comprometieron a que no habría una revisión a la baja de la retribución y “entendemos que lo mantendrán”.
Villaring finalizó su intervención animando al Gobierno a que tenga en cuenta las observaciones de Appa sobre las próximas subastas de renovables, para que se subaste “precio y no potencia” y a que se “vayan haciendo las modificaciones pertinentes para eliminar las barreras que están frenando el desarrollo del autoconsumo en nuestro país”.