La Fundación Renovables exige que la energía nuclear internalice todos sus costes
La Fundación Renovables exige acabar con la actual discriminación que permite que algunas fuentes de energía escondan sus costes, externalizándolos al resto de la sociedad, mientras las energías renovables tienen incorporados todos los suyos. Tras conocer el informe del Tribunal de Cuentas que revela la escandalosa externalización de costes de la energía nuclear, la Fundación Renovables exige que los titulares de centrales nucleares se hagan cargo de la totalidad de costes que conlleva su actividad, incluyendo la gestión de los residuos durante toda su vida y la cobertura de la totalidad de los daños derivados de un accidente nuclear, entre otros.
El Informe del Tribunal de Cuentas de Fiscalización de la Gestión realizada por Enresa sobre el fondo para la financiación de las actividades del Plan General de residuos Radiactivos ha vuelto a poner de manifiesto la incapacidad de esta tecnología de internalizar sus costes de gestión de los residuos nucleares. El mismo documento denuncia que “se trasladen a generaciones futuras parte de los costes derivados de la clausura y desmantelamiento de las instalaciones nucleoeléctricas”. Del mismo modo, el Tribunal de Cuentas deja claro que los titulares de las instalaciones nucleares no están aportando lo suficiente para la gestión de los residuos radiactivos y por lo tanto recomienda subir la tasa que recae sobre ellos para cubrir los costes que ha de asumir Enresa en la gestión de estos residuos.
“La energía nuclear se presenta como barata porque esconde sus costes debajo de la alfombra. Incluso sin contabilizar sus costes externos, hoy en día la generación nuclear tiene unos costes tan elevados que es inviable la construcción de centrales sin un fuerte apoyo estatal. Si se añadiesen sus costes externos, incluso las actuales centrales resultarían más costosas que otras opciones de generación renovable”, ha declarado Domingo Jiménez Beltrán, presidente de la Fundación Renovables.
Desde la Fundación Renovables entendemos que el asumir los costes de gestión de los residuos nucleares no debe ceñirse meramente a lo dictado por el Plan General de Residuos Radiactivos (hasta el año 2085) sino a la totalidad del coste durante los miles de años de necesidad de confinamiento y blindaje de los residuos de alta actividad generados por la industria nuclear. Por ello, la Fundación Renovables vuelve a insistir en el abandono de la energía nuclear por insolidaria e insostenible tanto ambiental como económicamente. Países con muchos menos recursos en energías renovables autóctonas han dado este paso, como Alemania. España podría ser 100% renovable, eficiente e inteligente para 2050 y a menor coste que el actual sistema.
“La energía nuclear es intrínsecamente insolidaria con las generaciones futuras. Lo que hace indignante escuchar a representantes del Gobierno usar la palabra insolidario sólo cuando se habla de la alternativa a este modelo centralizado y oligopolístico que nos ha condenado a cargar miles de años con sus residuos nucleares: el autoconsumo con renovables” ha añadido Domingo Jiménez Beltrán.
Ya el Plan General de Residuos Radiactivos representaba un mínimo parche económico para la gestión de tan sólo 75 años de unos residuos radiactivos de alta actividad cuya peligrosidad perdurará durante decenas de miles de años. (Como ejemplo, la actividad de algunos actínidos puede tardar en decaer hasta niveles de radiación del Uranio “natural” hasta un millón de años). Para más inri, la industria nuclear, quien debería financiar a Enresa, a través de cuatro tipos de impuestos diferentes, no ha aportado lo suficiente para garantizar la gestión hasta 2085 y falta casi una tercera parte (28%).
Además de la carga de la gestión de los residuos radiactivos, España depende al 100% de la importación de uranio enriquecido para alimentar sus centrales nucleares lo que, a diferencia de las energías renovables, ahonda la gravísima dependencia energética del exterior.
Hoy mismo, sin ni siquiera internalizar los costes de gestión de residuos radiactivos, la energía nuclear es más cara que las energías renovables.
Como ejemplo, el proyecto de nueva central nuclear de Hinkley Point C, en el Reino Unido, ha logrado un acuerdo para un pago garantizado mínimo de 92.5£/MWh (125.5€/MWh) cuando entre en producción, supuestamente en 2022.
Sin embargo, hoy mismo el LCOE (Levelized Cost of Electricity) de la energía eólica terrestre está, según IRENA, entre 62.4 y 120€/MWh y con perspectiva de bajar. La fotovoltaica, según el informe sobre el Estado de la Fotovoltaica 2014 del Joint Research Centre, ya está en 70-110€/MWh. Todas opciones más baratas que los 125.5€/MWh negociados para Hinkley Point C y sin incluir el coste de gestión de los residuos nucleares ni de una responsabilidad civil ilimitada en tiempo y cuantía en caso de accidente nuclear.
En un escenario actual y futuro de reducción de la demanda eléctrica en España, la Fundación Renovables aboga por el abandono de la energía nuclear por cara, insolidaria e insostenible. Y por la sustitución de todas las fuentes sucias, empezando por la nuclear y el carbón, por energías renovables autóctonas, sostenibles, seguras y baratas.
Para ello la Fundación pide:
- Que la industria nuclear internalice la totalidad de los costes de seguridad y gestión de los residuos radiactivos que genera durante los miles de años de su radiotoxicidad.
- El abandono de la energía nuclear por un modelo energético 100% renovable, eficiente e inteligente antes de 2050.
- La creación urgente de un marco regulatorio estable y favorable al desarrollo de las energías renovables y en especial del autoconsumo con energías renovables.
- Que la Comisión Europea haga prevalecer el principio de Sostenibilidad que figura en el Tratado UE como objetivo de la Unión Europea sobre la “Neutralidad Energética”, impidiendo así a los Estados Miembros recurrir a la nuclear.