El autoconsumo es la meta de las directivas europeas, según JGB
9 de enero de 2015
La justificación de las directivas de renovables y eficiencia energética que la Unión Europea ha aprobado desde 2009 es garantizar que la trayectoria de los Estados miembros cumpla los objetivos de renovables, eficiencia y reducción de emisiones para 2020. Esta es la principal conclusión del nuevo Cuaderno IPM 'El autoconsumo es el hilo conductor de las directivas europeas' que acaba de presentar La Oficina de Javier García Breva.
Países como Alemania, Dinamarca o Francia ya se han marcado objetivos superiores a los aprobados para 2020 y 2030 y disponen de una planificación energética baja en carbono para 2050 como instrumento de apoyo a la reactivación económica y de sus sectores tecnológico e industrial para mejorar la competitividad de su economía.
Las directivas europeas desarrollan tres principios: el reconocimiento expreso de los beneficios que las renovables aportan al sistema energético y cómo esos beneficios han de ser tenidos en cuenta a la hora de establecer las tarifas y tasas que se les aplican, de manera proporcionada y no discriminatoria. En segundo lugar, la prioridad de la eficiencia energética en la edificación y el transporte por su efecto de arrastre para la consecución de los objetivos de renovables y reducción de CO2. Y en tercer lugar, el papel activo del consumidor, como centro del sistema, a la vez generador y gestor de su demanda a través del autoconsumo y el acceso a su contador.
La política energética está obligada al cumplimiento de las directivas europeas porque definen un modelo energético con la prioridad de proteger el medio ambiente y la defensa de los consumidores como parte activa de la gestión de la demanda. Estos dos conceptos contienen la solución a todos nuestros problemas energéticos y no pueden ser excluidos de la reforma energética porque supondría el incumplimiento de las normas europeas.