Anapat celebra su 23ª Convención «elevando» sus objetivos

El magnetismo histórico del Hotel La Reconquista de Oviedo, monumento nacional elegido para la celebración de esta 23ª edición, o quizás la trascendencia del relevante acto celebrado a la vez en la capilla aledaña donde se anunció el premio Princesa de Asturias de las letras otorgado a Adam Zagajewski, ha hecho que la Convención Anapat vuelva a ser fiel a su lema: ‘Elevando nuestros objetivos’. La afluencia récord de asociados y patrocinadores corrobora el resurgir de un sector que definitivamente da por terminada la crisis.

De aquella “Nueva oportunidad” de hace dos ediciones en Bilbao a este “Elevando nuestros objetivos” de Oviedo han pasado mucho más que un par de años para los asociados de Anapat que, en este corto espacio de tiempo, han visto consolidada la recuperación del sector a la vez que empezaban a monetizar la obligada transformación interna que se vieron forzados a realizar en el lustro negro de la crisis 2009-2013.

Nadie mejor que un gigante multinacional como General Alquiler de Maquinaria, GAM, empresa que ejerció como anfitriona del evento, incluyendo en el programa de actividades una visita a sus instalaciones centrales en Granda, para narrar esta historia reciente del mercado del alquiler de plataformas. Así, pocas personas hay tan conocedoras de la realidad del sector como su presidente Pedro Luis Fernández, que asumió la responsabilidad de hilar el pasado con lo que en su opinión deben ser los cambios a realizar de manera inmediata para aprovechar este viento de cola y resituar las empresas de alquiler en una posición acorde al potencial de país.

Bajo el título “Cifras para un mundo mejor” comenzó con unos paralelismos entre lo que le pasa al mundo y a la industria de la maquinaria, “muy simétricos” en su opinión, pero bajo una misma idea: “Estamos viviendo los mejores años de la humanidad, es la mejor época, en mi ponencia de 45 minutos 4.500 personas van a salir de la pobreza, nunca hubo tanta democracia en el mundo como hoy, ni tanta esperanza de vida, ni menos muertos por guerras, nunca hubo menos desigualdad”. Y llevado al sector del alquiler, afirmó que “podemos tener una percepción de que el pasado en nuestra industria fue mejor pero no es así, los últimos cinco años han sido malos, pero si lo ampliamos a los últimos 20-25 años coincidiremos en que ha sido una gran época”.

«Estamos viviendo los mejores años de la humanidad. En nuestra industria, los últimos 20-25 años han sido una gran época»

“Vamos a seguir necesitando máquinas” afirmó, “nuestros retos están más vinculados a las oportunidades que a las amenazas, tenemos que mejorar la eficiencia en las relaciones con los clientes”. Para el presidente de GAM, hay tres cosas que pueden cambiar el modelo de negocio del alquiler: la hiperconectividad (“sabemos de forma inmediata todo lo que pasa en cualquier rincón del mundo”), los nuevos trabajadores (“hay millones de jóvenes en el mundo con mucha formación y unas tremendas ganas de hacer cosas que van a irrumpir en el mercado laboral y eso nos va a afectar”), y la tecnología (“el crecimiento que nos va a dar será exponencial”).

Pedro Luis Fernández reconoció que GAM no existiría si no hubiera llegado a Sudamérica y narró su historia: “fuimos emigrantes. En 2008 nos encontramos con 60.000 máquinas trabajando en España, 50.000 en la construcción, fue en ese momento cuando supimos que nunca iba a haber un mercado como aquel, y además que nunca podríamos volver a poner en el mercado esa cantidad de máquinas. Pero tuvimos la oportunidad de ir a un mercado latinoamericano que estaba un pelín por debajo de nosotros y vivimos durante mucho tiempo de las remesas que traíamos de allí”.

Auguró que en España “tenemos recorrido en los próximos años para la edificación residencial beneficiados por el sol”, además de que las empresas se beneficiarán de la estabilidad en el precio del petróleo, el cambio del euro prácticamente equiparado con el dólar y los tipos de interés fijados casi al cero por ciento, por eso “es muy importante para nuestro negocio que ahora lo hagamos bien, que aprovechemos ese viento de cola en nuestras empresas”. Pero, sin embargo, advirtió: “Es posible que estemos en un mercado cómodo y eso no nos haga eficientes, como decía mi abuela, ratón que sólo tiene un agujero, ratón que come el gato”.

“Nuestro problema es que las empresas españolas somos muy pequeñas, una gran compañía española sería una pyme en Alemania, en la eficiencia somos iguales, pero su tamaño les hace tener más capacidades, poder invertir más en I+D+i, pagar más a sus empleados y dar más retorno a sus accionistas” lamentó Pedro Luis Fernández. “Las pymes están muy bien pero en España las hemos sobrevalorado demasiado, el objetivo de cualquier pyme debería ser dejar de ser una pyme, sin embargo el propio estado castiga a las empresas que crecen, por eso hay tantas compañías de 49 trabajadores porque el siguiente contrato ya es para un delegado sindical”.

«Las pymes estan muy bien pero en España las hemos sobrevalorado demasiado. El propio Estado castiga a las empresas que crecen»

Negocio distinto

Durante el tramo final de su intervención, el presidente de GAM planteó numerosos interrogantes: “No sé si nuestra industria está adaptada a los nuevos tiempos, llevo alquilando máquinas desde el 88 y hoy lo sigo haciendo más o menos igual, con los mismos mecanismos, algo me hace pensar que esto nos es sostenible, que debemos cambiar algo, y si hay que cambiar mejor que lo hagas tu a que te lo impongan” constató. “No podemos seguir haciendo el negocio igual”.

Además, denunció una incoherencia en su propia empresa: “GAM es líder del alquiler en España y sin embargo ocupa el puesto 40 en el ranking mundial cuando nuestro país es la novena potencia económica del planeta. Deberíamos ser también los novenos, pero no, somos muy pequeños, y en un futuro no muy lejano vamos a tener que competir con empresas grandes” advirtió.

Según Fernández existen problemas de base en la concepción de las empresas en España, ya que “hay escasa interacción entre las compañías, no queremos enseñar, nos protegemos”, y eso se traduce en un procedimiento pernicioso porque “vendemos comodities, impactando en el precio, si no hay nada diferenciador, tenemos que hablar de precio, y eso nos va a matar”. España tiene el peor precio de Europa en alquiler de maquinaria, un 30% inferior a la media, cifra que llegó a ser del 40%, pero esa mejoría se ha estancado y según los datos de la propia GAM este año sólo ha podido recuperar hasta el momento un 2,8% del precio cuando en sus previsiones había establecido un 10%.

Para concluir, el máximo mandatario de GAM expuso las cuatro claves que deben marcar el futuro del alquiler en España: especialización como única manera de dar valor al cliente; oferta de valor en base al conocimiento de las necesidades del cliente; transformación permanente de la empresa en función de la oferta y la demanda con atención especial a la digitalización y la experiencia de compra a través de múltiples canales; y entorno competitivo. En este último punto Pedro Luis Fernández incidió especialmente en que “compartir la explotación de activos para mejorar los precios debe ser una máxima del sector, no podemos tener todo de todo porque matamos el precio”.

100 años de Oshkosh-JLG

La 23 ª Convención Anapat contó como patrocinador Premium con JLG, empresa que forma parte de Oshkosh Corporation Company, que cumplía 100 años y nada mejor para celebrarlo con los clientes españoles que con una cena en el popular restaurante Casa Lobato. La firma también abrió el turno de presentaciones a los asociados de Anapat en el transcurso de la Asamblea General, a la que luego se sumaron los patrocinadores Oro como Genie, Haulotte, IGS y Manitou. En la categoría plata patrocinaron Cicor, Transgruas (como distribuidor de Multitel), Talleres Velilla, RB Componentes y Socage, mientras que en la categoría bronce participaron Altrex, Axesor, Implaser, Moviloc, Daisa, TVH, Maqel, Total, Holland Lift, Vertimac, Ritchie Bros, Beltran y Corrales Asesores, la feria Intermat de París, Klubb Ibérica y PB Plataformas.

Desde la atalaya que le proporciona su condición de diplomático jubilado, que no ex diplomático porque ese título se mantiene de forma vitalicia, Inocencio Arias no pudo ser más fiel a sí mismo en la ponencia estelar que cerró la convención. Locuaz y directo, el que fuera Secretario de Estado de Cooperación y Embajador Español en las Naciones Unidas, aprovechó la presentación de su libro “Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones” para disertar sobre un tituló no menos sugerente y provocador: “¿Debe España declarar la guerra a Donald Trump?”.

“El pueblo español es un pacifista selectivo”

Así, partió del reconocimiento del presidente de Estados Unidos como “personaje inquietante”, al que no ahorró descalificativos como “zafio, grosero, misógino, machista, bocazas y a veces hasta mentiroso”, una opinión que comparte la gran mayoría de la sociedad española, aunque en su opinión con una visión tendenciosa. “Ser político americano de derechas genera una hostilidad brutal en la opinión pública europea y sobre todo en España. Y además es rico, algo que aquí está muy mal visto” argumentó.

A continuación hiló con lo que considera desconocimiento de la sociedad española sobre los dos temas por los que más se ataca a Trump: el muro que quiere construir en la frontera con México y su exigencia de que cada país miembro de la OTAN eleve su cuota económica. “¿En qué texto de derecho internacional se prohíbe construir un muro en tu territorio?” se preguntó, cuando “Bill Clinton ya hizo un muro de 1.200 kilómetros y aquí Zapatero que tiene una beta lírica mantuvo los muros en Ceuta y Melilla”. “No podemos pensar que el papá americano nos va a salvar siempre de las guerras y luego insultarle” en referencia a la polémica en la que Estados Unidos exige que España aumente su participación en la OTAN del 0,9% del gasto al 2%.

Entre una sucesión de anécdotas propias, Inocencio Arias no dejó pasar su faceta polémica de contertulio televisivo al asegurar que “el pueblo español es un pacifista selectivo, a la carta”. Y lo explicó: “la guerra de Irak es el acontecimiento internacional que en los últimos años ha causado más indignación en España, con un 75% de la población en contra, sin embargo, en Siria ya hay 400.000 muertos y 5 millones de desplazados y esto no ha levantado la mayor indignación, no ha habido una pancarta de protesta”.

No quiso acabar sin destacar la excelente proyección de España en Estados Unidos, “el americano medio no tiene ni zorra idea de donde está nuestro país, pero tiene una historia difusa de amistad, muy folclórica gracias a autores como Hemingway, pero en la élite ha cambiado totalmente la visión, nos consideran una potencia en obras públicas, en ingeniería, en renovables como la energía eólica o solar”, y animó a los empresarios presentes a estar atentos a la prometida multimillonaria inversión de Trump en infraestructuras, que supondrá una enorme oportunidad para todos los sectores ligados a la construcción.

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