Los fondos europeos y los deberes de las empresas de alquiler de maquinaria
“La contratación de personal, la entrada de nuevas empresas en el sector y el alquiler de maquinaria va a aumentar considerablemente. Mi consejo a las empresas que se dedican al último negocio es que aumenten su oferta porque es muy posible que la que poseen en el momento actual se vuelva insuficiente”. Así lo explicaba Gonzalo Bernardos, profesor titular de Economía de la Universidad de Barcelona, para All Rental en una entrevista realizada tras su intervención en los XV Premios Potencia, y en la que ha manifestado su optimismo por las “magníficas perspectivas para todos los integrantes del negocio de la rehabilitración».
Gracias a los fondos NextGeneration de la Unión Europea, la Administración española dispondrá de 140.000 millones de euros, “más de lo que se ha invertido en los últimos 30 años de fondos europeos”, enfatizó Bernardos, quien prevé un nuevo impulso al sector de las infraestructuras apoyado no solo en la disponibilidad de fondos, sino en el cambio de la ideología dominante de los gobiernos, que ya no tienen como prioridad el escaso déficit público. De esta manera, el economista equiparó la situación a la del New Deal de Roosevelt, basada en el impulso de las infraestructuras para salir de la crisis.
El reconocido economista ha explicado que «una de las partidas principales a que se destinarán los fondos europeos es a la rehabilitación de edificios para hacerlos más energéticamente eficientes”. Para conseguir este propósito, el Gobierno “debería facilitar que las comunidades pudieran endeudarse con las entidades financieras. De esta manera, en los siguientes años, podrían mejorar sustancialmente las prestaciones de los inmuebles con un recargo muy asumible en la cuota de la comunidad. Me parecería una buena idea que la Administración dé a fondo perdido un mínimo de un 30% del importe y la Comunidad pague mediante la contratación de un préstamo el importe restante. En algunos barrios, donde los edificios están especialmente deteriorados y las condiciones económicas de las familias son muy precarias, la Administración debería desembolsar casi el 100%”. Además, el experto ha remarcado que, “indudablemente, si la gestión de los fondos es eficiente, la disponibilidad del capital proveniente de ellos va a hacer que las viviendas rehabilitadas en 2023 y 2024 se multipliquen por un múltiplo entre 3 y 5 respecto a las mejoradas en 2019. La contratación de personal, la entrada de nuevas empresas en el sector y el alquiler de maquinaria va a aumentar considerablemente.
Bernardos considera que ahora es el momento de que las grandes ciudades, que no han podido invertir por el equilibrio presupuestario puedan reconvertirse, principalmente impulsadas por los cambios en la movilidad personal, lo que requiere de la adecuación de las infraestructuras viarias, entre otros aspectos. Esto nos llevará a “grandes remodelaciones de las ciudades y vamos a ver por parte de alcaldes la vuelta de grandes proyectos”.
Las ciudades también se verán afectadas por los fondos europeos dentro del ámbito de la eficiencia energética. En este sentido, el experto cree que no deberían rehabilitarse edificios, sino barrios enteros de las grandes ciudades con edificios de los años 50 y 60; lo que implica dos cosas: la primera, hacer un mejor urbanismo y, la segunda, tirar abajo en muchas ocasiones. “El objetivo final que deberíamos tener es configurar unos edificios que energéticamente sean mucho mejores, algo de gran importancia en un país dependiente de las importaciones de hidrocarburos como es España”.
Boom inmobiliario
Para Bernardos, el boom inmobiliario no estará exento de problemas por la falta la descompensación entre oferta y demanda: “Se producen muy pocas viviendas. El año pasado probablemente estuvimos produciendo 85.000, que se compara con las 765.000 de 2007, la diferencia es abismal”. Esta baja productividad, unida a la presión de la demanda, puede provocar un incremento excesivo de precios. Otro problema que destaca es la falta de suelo disponible, sobre todo en las grandes ciudades, y apela a la Administración porque “no está haciendo los deberes”.
Ante el temor de que este boom inmobiliario repita una nueva burbuja en España, el experto tranquilizó afirmando que “no repetiremos lo que sucedió en 2008”, principalmente porque la banca está muchísimo menos expuesta.
Gestión de los fondos
El principal problema para Gonzalo Bernardos es la posible incapacidad de la Administración para gestionar los fondos europeos, lo que podría poner en riesgo las inversiones y la recuperación. “Aquí es cuando a mí me empiezan a entrar sudores fríos. Yo siempre digo que la Administración interviniendo es más lenta que el caballo del malo”, explicó, por ser “tan garantista”. Por eso espera que se cuente con el sector privado para gestionar los fondos.
Salida de la crisis
Bernardos argumentó que, tras abandonar la errática política de austeridad europea, que calificó de “barbaridad”, la salida de la crisis de la Covid-19 será mucho más rápida. Y es que la política de austeridad impulsada por Alemania durante la crisis financiera, prolongó los efectos negativos de la misma, en contraposición a lo que hizo Estados Unidos. Porque se intentó arreglar una crisis con un planteamiento ideológico evitando que la Administración Pública hiciera de contraparte del sector privado. A juicio del experto, debe hacerse precisamente al revés, es decir, que el sector público tire de la economía cuando el sector privado va mal.
Los recortes de la Administración de entonces, “nos sumieron en una profunda crisis, y los gobiernos tuvieron que recortar de todo para mantener las prioridades”. El resultado es que “no nos queda prácticamente ni un euro para invertir”, siendo uno de los principales perjudicados de esa política el sector construcción.
La situación ahora es al revés, el sector público rescata al privado, asumiendo la reactivación de la economía y el resultado es que es la más rápida desde 1900, dicho por el FMI y la OCDE, según Bernardos, que aportó datos optimistas para el futuro, comparándolo con la salida de la crisis anterior, que tardó casi una década. En cambio, de la crisis generada por la Covid-19 vaticinó que saldremos a lo largo del año que viene, donde tendremos cifras macroeconómicas equiparables a las de antes de la pandemia: en 2022 recuperaremos el PIB de 2019; el número de ocupados de febrero de 2020 lo lograremos en junio de 2022, junto el mayor crecimiento económico anual desde la llegada de la democracia en 2022 (entre un 6,3% y 6,7%).
Gonzalo Bernardos terminó su exposición con el deseo de que sus proyecciones se cumplan “por el bien de ustedes, pero por el bien del país”. En esta línea, el economista quiso aclarar que el boom inmobiliario de 1998 a 2007, principalmente en 2001 a 2007, tuvo muchas características negativas, pero también muchas positivas: todas las ciudades pequeñas y medianas de España, en 10 años dieron un salto que no habían dado durante los 30 años anteriores. “Esperemos que esta vez sea boom y no burbuja, y nos quedemos con todos los elementos positivos, y sin muchos de los negativos”, comentaba.