La economía circular, protagonista en Construyes! [parte 2]
La economía circular constituye una sensata alternativa al modelo lineal de “extraer, producir, consumir y tirar”. La clave está en convertir bienes que están al final de su vida útil en recursos para otros bienes, cerrando bucles en ecosistemas industriales y minimizando residuos. Este cambio de paradigma implica un giro en el comportamiento de empresas, usuarios y gobiernos, que lleve a un equilibrio entre factores económicos, sociales y medioambientales. Con el objetivo de mostrar ejemplos de valor sobre cómo las empresas del sector vienen desarrollando formas ingeniosas para liderar este cambio, se ha celebrado, en el marco de Construyes!, una mesa redonda, moderada por José Pablo Martínez, secretario general de la CNC, Confederación Nacional de la Construcción.
Ecodiseño; impacto medioambiental de materiales, procesos y tecnologías para poder diseñar alternativas innovadoras, circulares y sostenibles; remanufacturación y reconstrucción de maquinaria industrial; búsqueda de materiales 100 % reciclados o procesos que pueden transformar residuos en materia prima para las obras, son algunos de los asuntos clave a los que se han referido los expertos durante estas charlas.
Reconstrucción de las máquinas
Paradigma de compañía que promueve nuevos modelos de relación económica entre empresas y particulares, contribuyendo así a los objetivos de economía circular, es Finanzauto. Así lo ha venido a demostrar Jorge Yunta, responsable de Desarrollo de Negocio del área de Postventa de esta firma. Actualmente la firma cuenta con una amplia gama de servicios de postventa orientada a favorecer estos nuevos modelos de producción y consumo, con programas de reconstrucción certificada de maquinaria o, si la unidad aún está operativa, el programa de intercambio de piezas y conjuntos reconstruidos.
En su background, figuran más de sesenta reconstrucciones desde el inicio de este programa que, tal y como ha explicado Yunta, “surge con la intención de proporcionar a los clientes equipos de máxima calidad, que supongan, a su vez, la mejor propuesta económica para su negocio. Los programas de reconstrucción brindan a los clientes no solo un ahorro de costes inmediato y menor tiempo de inactividad, sino que también una ayuda en aras de extender los ciclos de vida, así como utilizar materiales y energía de manera más eficiente”.
Fiel a su compromiso sostenible con el medio ambiente, “las soluciones de reconstrucción de máquinas y componentes que ofrece Caterpillar alargan la vida útil de las máquina y componentes, reducen los tiempos de inactividad, minimizan el coste de las reparaciones a largo plazo, evitan averías en momentos en los que se necesita la máxima producción y se reutilizan materiales en buen estado reduciendo el coste de la reparación”. Por su parte, con los programas de intercambio Reman de Cat, el cliente entrega su viejo conjunto averiado (CORE) a cambio de otro reconstruido y con la misma garantía que el repuesto nuevo.
Cerrando el círculo
El desarrollo sostenible es un término que también GAM tiene bien interiorizado. Prueba de ello es su proyecto de remanufacturación de maquinaria industrial. El objetivo pasa por lograr pasar de una economía lineal a una economía circular, al disminuir el consumo de materias primas, las emisiones que conlleva la fabricación de maquinaria nueva y los residuos generados, aprovechando todos los materiales que, por el contrario, en una economía lineal, serían descartados.
“Se necesita una vía para cerrar el círculo de vida útil de las máquinas o equipos de manera respetuosa con el medio ambiente, fomentando su reutilización y la economía circular”, ha advertido, Joan Dalmau, director técnico de la firma, quien, a su vez, ha aportado soluciones como “la refabricación de aquellas máquinas que presenten un potencial de mercado adecuado, el reaprovechamiento de los repuestos que presenten unas características aceptables para su uso, el recondicionamiento de los repuestos que presenten algún desgaste corregible o dando un fin de vida sostenible a aquellos repuestos no aprovechables, fomentando el uso de estos subproductos como fuente de materia o refabricando bajo un modelo industrializado, con potenciales economías de escala para dar así una segunda vida a los equipos que así lo permitan”.
Residuos de construcción y demolición
Era comienzos de julio del año 2015, cuando Becsa recibía el Premio Mejores Prácticas Ambientales (MPA), que otorgaba Asefma, Asociación Española de Fabricantes de Mezclas Asfálticas. Han pasado ya, desde entonces, seis años y la empresa sigue caminando en la búsqueda de materiales 100 % reciclados, tal y como ha explicado Francisco J. Vea, director de Innovación de esta firma que defiende el respeto medioambiental en la teoría y en la práctica, en materia de aplicación, extendido, fabricación y transporte de mezclas asfálticas.
Con 80 años de experiencia —tal y como ha puesto de relieve Francisco J. Vea— tiene entre sus logros el ecodiseño de mezclas bituminosas en caliente, que implanta desde hace tiempo, y por lo que ha recibido el reconocimiento de diversas entidades del sector. Teniendo en cuenta el impacto medioambiental que se produce durante el desarrollo de un producto, el objetivo que se deriva de este planteamiento es que dicho impacto debe ser el mínimo posible, para lo que se identifica una metodología con la que reducirlo. Es aquí donde entran las mezclas bituminosas semicalientes con áridos reciclados cerámicos que propone Becsa para la reducción de la huella de carbono y la búsqueda de la eficiencia energética.
Francisco J. Vea se ha referido a varias acciones que se viene realizando desde Becsa, entre otras, su último proyecto Sost-RCD —Investigación y Desarrollo de nuevas soluciones SOSTtenibles para la gestión integral de residuos procedentes de construcción y demoliciones—, que el director de Innovación ha calificado como “esperanzador, aunque todavía no se tengan resultados concluyentes”. Se trata de un proyecto planteado como solución ante la problemática existente sobre la gestión de los RCD (residuos de construcción y demolición), y cuyo propósito es “investigar y desarrollar nuevas tecnologías que permitan generar productos a partir de los RCD, con características análogas a los materiales de construcción procedentes de materias primas vírgenes y que ayuden a mejorar los sistemas de gestión actuales de este tipo de residuos”, ha explicado el experto.
Hormigón reciclado
Pedro Extremera, director técnico de Casalé Gestión de Residuos ha mostrado también cómo la empresa avanza en aras de la sostenibilidad, llevando a cabo un proyecto de economía circular, que les permite aprovechar de forma óptima los procesos y elementos derivados de su actividad. El proceso abarca desde los servicios procedentes de la construcción hasta la gestión de residuos y elaboración de áridos reciclados que se incorporan en el proceso de la fabricación de su producto, Megalito, que se integra nuevamente a la construcción, cerrando así el círculo. “No se trata sólo de reciclar, el concepto es más amplio: prevenir, uso racional de los recursos y energía, evitar la producción de residuos y ser eficientes”, ha advertido el director de la firma. Megalito es un “eco-bloque de hormigón prefabricado, a partir de árido 100 % reciclado, procedente de los residuos de construcción y demolición, con una baja dosificación de cemento. Este proceso de fabricación se caracteriza porque evita emisiones de CO2 a la atmósfera”. El resultado son unas piezas de diferentes dimensiones, que conforman un sistema flexible, con un diseño muy similar a las conocidas piezas de Lego, facilitando así el montaje sin uniones.
Asimismo, Extremera ha aprovechado su ponencia para destacar la importancia del papel del sector de la construcción en la economía circular, ya que “tiene en Europa y, en particular, en España, una importante incidencia, tanto en las cifras macroeconómicas como en su capacidad potencial del impacto, por la cantidad de recursos naturales que moviliza”. En este sentido, y a modo de ejemplo, ha mostrado los datos de la Unión Europea, “que representan alrededor del 50% de los materiales extraídos, el 50% de la energía utilizada, el 25% del agua consumida y el 25% de los residuos generados”.
Valorización de los residuos
Itainnova, adscrita al Departamento de Innovación, Investigación y Universidad del Gobierno de Aragón, trabaja en proyectos para desarrollar procedimientos numérico-experimentales para dar soporte al diseño, optimización, escalado, operación de equipos y procesos de valorización de residuos. Tal y como ha detallado Salvador Izquierdo, responsable de Investigación de Procesos de valorización y reciclado de materiales de este Instituto Tecnológico de Aragón, desde la entidad se ha desarrollado “una hoja de ruta de actividades de I+D en torno a seis líneas de investigación, que permiten dar respuesta a los desarrollos de nuevos materiales”: procesos de valorización y reciclado de residuos, componente climáticamente neutros, procesos sostenibles de transformación de materiales, materiales inteligentes y funcionales, materiales computacionales y, por último, materiales bio-basados y reciclados”. En cuanto a los retos que han encontrado, ha destacado “la incertidumbre ante la alta variabilidad de los residuos; la singularidad condicionada por la localidad; la calidad del material reciclado que atiende a criterios fundamentales, como la homogeneidad en este caso; y la circularidad sistémica, uniendo cadenas de valor de diferentes puntos”.
El experto ha terminado su intervención recalcando “la necesidad de levantar la vista y mirar no solo a todo el ciclo de vida del proceso de construcción, sino a ciclos de vida de otros ámbitos en los que se puedan tener residuos de demolición y construcción que aprovechar”.