El sector pinta un nuevo paisaje
Recientemente han celebrado sus principales reuniones anuales dos de las más importantes asociaciones del sector del alquiler y la elevación. Se trata de Anapat y Anagrual, que han celebrado, respectivamente, su 23ª Convención Anual y su 36ª Asamblea, centradas cada una en su campo de actuación pero con un tono similar en el mensaje.
Las buenas perspectivas mandan y sin duda el alquiler tendrá un peso fundamental en el nuevo horizonte que se dibuja en el sector de la construcción. Un nuevo panorama que se abre en el sector de la elevación gracias al impulso que llega desde el sector residencial; por desgracia, la inversión en infraestructuras continúa bajo mínimos y la nueva prórroga a los presupuestos supondría un nuevo jarro de agua fría sobre el sector de la obra pública.
Pero, decíamos, el sector comienza a hablar de un nuevo paisaje en el que se abren nuevas oportunidades para el alquiler, que está teniendo su reflejo en forma de importantes acuerdos y adquisiciones. Estamos asistiendo también recientemente a importantes movimientos en las grandes firmas. El más sonado, la compra de Hune por parte de Loxam, que continúa en su expansión con la adquisición de nuevos alquiladores en mercados como el italiano. Kiloutou continúa su expansión por el mercado español y también ha iniciado el proceso de entrada en el país transalpino.
En esta línea optimista se dirigía Pedro Luis Fernández a los asistentes a la Convención de Anapat recordando que, si bien los últimos cinco años han sido malos, ampliando la vista a las últimas dos décadas vivimos en una época en la que se han necesitado y se seguirán necesitando máquinas. Pero no se puede afrontar este futuro inmediato sin que las empresas estén preparadas para los retos que se presentan. Un proceso de adaptación que va desde el empleo de herramientas digitales –la venta y subasta online de maquinaria está creciendo a pasos agigantados- hasta planes de internacionalización sólidos, pasando por una confianza real en la I+D+i que se materialice en una mayor inversión en productos, procesos y formación. Todo ello sin olvidar asuntos enquistados en el sector y agravados con la crisis, como es el problema de los precios.
No obstante, las previsiones de crecimiento para el sector en los próximos dos años son cercanas al 6%, el país con mayor previsión de crecimiento según los informes de la ERA. La buena salud que empieza a mostrar la economía española es sin duda clave para que estas previsiones se acaben cumpliendo.
Sin embargo, en las últimas semanas ha irrumpido con fuerza un nuevo actor que, en función de los acontecimientos, puede alterar gravemente estas buenas previsiones; el conflicto catalán ha empezado a tener un impacto directo tanto en la esfera del negocio privado, con la cascada de empresas que han cambiado su sede en las últimas fechas, como en el de la inversión pública, con los presupuestos generales que volverán a estar congelados un ejercicio más. Y de reojo, volvemos a mirar la prima de riesgo con una inquietud que parecía olvidada.
