Por el carril rápido
“Es la primera vez que intentamos siquiera poner una base previa de 300 milímetros con un ancho de 11 metros de una pasada y con una tolerancia de +/-15 mm, y ha funcionado muy bien. Creo que este logro nos sitúa a la cabeza en este campo y se debe a la combinación de nuestra experiencia, la capacidad de mezclado en la obra que nos aporta nuestra empresa asociada, Sitebatch, y la zona que puso a nuestra disposición el principal contratista, Roadbridge. Pero otra de las claves del éxito es la extendedora, que no se queda atrás” afirma Richard Needham.
Needham & Cullen forma parte del negocio de Bardon Contracting, de Aggregate Industries. Aggregate Industries, grupo internacional de materiales de construcción que actúa en EE UU y en el norte de Europa, cuenta con más de 6.000 empleados en todo el Reino Unido. Needham & Cullen firmó un contrato con ellos por el cual se encarga del tramo de 40 kilómetros de carretera con doble calzada entre Dublín y Cork que estará listo para junio del año que viene. “Cuando acabemos la primera parte, habremos colocado cerca de 800.000 toneladas de CBM (material ligado con cemento),” añade Needham.
No cabe duda de que Irlanda es el lugar perfecto para los constructores de carreteras. La economía del Tigre Celta ha experimentado una metamorfosis desde principios de los años 90 y ahora el país es uno de los más ricos de Europa. Uno de los ejes de este éxito han sido las carreteras nuevas y renovadas.
Needham & Cullen llegó a la Isla Esmeralda hace casi diez años con su primer contrato y espera quedarse “sobre el terreno” al menos otros siete años. Sus extendedoras, que integran la oferta de productos de la recién creada línea de negocios de maquinaria de carreteras, nunca han estado tan ocupadas.
“Tenemos cinco en total: dos de ellas son nuevas ABG 9820, con otra pedida y que, en principio, recibiremos más adelante este año,” nos cuenta el jefe de la planta, Warren Bentley. Nos explica que, normalmente, el CBM, una mezcla semiseca de conglomerado y cemento, se colocaría en dos capas sobre la base de roca de la carretera. Cada una de esas capas tardaría una semana en solidificarse. Sin embargo, la ABG 9820, es lo suficientemente potente para hacerlo todo de una sola pasada. Al tener una base inferior más profunda, que quedará “más dura que una piedra”, son necesarias menos capas de asfalto para acabar la superficie.
El principal contratista ha extraído del propio trazado de la carretera toda la roca que era precisa para el proyecto, una solución medioambiental perfecta que también ahorra costes. Luego se tritura y se mezcla con CBM en una planta de mezclado dentro de la obra antes de que lo recojan dúmperes articulados de 40 toneladas que se van relevando y lo van poniendo en la tolva frontal de la ABG.
Luego, el material pasa por los sensores traseros de ultrasonidos que controlan el flujo, antes de que el juego doble de tampers de la regla (uno de los elementos clave de la ABG) compacte el material en una superficie plana, casi perfecta. Los últimos toques los dan los compactadores.
“Cada dúmper transporta cerca de 40 toneladas de CBM,” añade Bentley. “Ampliamos la tolva de la ABG para que pudiese asumir ese volumen. No es que sea un gran adelanto (con cada carga se hacen cuatro metros lineales de carretera).” Pero, de todas formas, es un avance más rápido de lo que Needham habría esperado al comenzar su trayectoria. “Se podría decir que yo empecé con la pala y la carretilla,” se ríe. “Luego, en 1990, comenzamos a alquilar equipos para la construcción de carreteras. Compramos nuestra primera Titan cinco años más tarde y nunca nos hemos arrepentido.”
Bentley, uno de los cinco hombres de Tickhill dentro de la cuadrilla de siete que trabajan con la extendedora, cuenta que el proyecto ha ido sobre ruedas desde que empezaron a trabajar en agosto. “Hemos tenido fallos en una bomba hidráulica y un panel de excitación, pero lo arreglamos rápidamente,” dice. “Será interesante ver qué nueva tecnología incorporará Volvo a sus máquinas, pero la fiabilidad continuará siendo una prioridad preponderante.”
Parece que el que es de carretera, siempre será de carretera. Needham y Bentley admiten entre risas que ambos suelen señalarles a sus esposas e hijos aquellos tramos de carretera que ellos ayudaron a construir, incluso cuando van de vacaciones. “Mi mujer piensa que soy tonto, pero es que me gusta mi trabajo. Es sobre lo que sé, ¿no?”, admite Bentley. “No conocemos a nadie más en Europa que esté a nuestra altura. Nos gusta ir por delante. Te deja buen sabor de boca.”