2018: diez años después
Cantaban Los Rodríguez, a mediados de los 90, una canción que decía “si diez años después te vuelvo a encontrar en algún lugar... no te olvides que soy distinto de aquél... pero casi igual”. Una estrofa que bien puede definir al mercado del alquiler de maquinaria y equipos, en general, y a Aseamac en particular, asociación que presido.
Afrontamos un nuevo año, 2018, y ya son diez los que han pasado desde que irrumpiera de forma efectiva en España, y a nivel mundial, una crisis económica y financiera prácticamente sin parangón, la cual hizo temblar, hasta casi derrumbar, los cimientos de nuestra economía.
Uno de los sectores más afectados fue el de la construcción, y por ende, la actividad del alquiler de maquinaria y equipos, donde participamos.
Diez años después (¿quién lo diría?) las empresas de alquiler “son distintas que aquéllas, pero casi iguales”.
Distintas porque todas han cambiado, ninguna empresa es igual que en 2008, pero todas mantienen la profesionalidad y el objetivo de siempre: dar el mejor de los servicios posibles.
Diez años después, la situación del mercado del alquiler de maquinaria es más que optimista, con datos que hablan de un crecimiento en España del 6,1% en 2018, según la Asociación Europea del Alquiler, ERA.
Y es que los últimos dos años han sido ilusionantes. Olvidados quedan los números rojos, los problemas de tesorería y la angustia de la dudosa supervivencia. La demanda ha empezado a crecer, pero... paremos un segundo, y revisemos esas previsiones: la obra civil no está y no se la espera; desgraciadamente, no arranca, falta inversión para infraestructuras y no será en el 2018 cuando se retome la actividad.
Diferente previsión tenemos tanto para la obra residencial como la no-residencial, ya que ambas deben ser el motor de la construcción en este año que se nos viene encima. Esta perspectiva hace que los alquiladores nos preparemos de forma específica, ya que no se alquilan los mismos equipos para obra civil que para el resto. Adaptarse de nuevo, solo que esta vez nos adaptamos en la demanda y no en la ausencia de demanda.
En los últimos meses nos hemos encontrado, para algunas familias de productos, en ocupaciones superiores al 80%. Evidentemente, como en cualquier sector, la mejora de precios en determinadas familias es una realidad. Siempre lejos de las rentabilidades del período previo a la gran crisis, pero mejoras al fin y al cabo.
Curiosamente, dentro de algunas familias de productos nos estamos encontrando que el mercado no acepta determinados modelos. Ineludiblemente, con ocupaciones tan altas, aquellas máquinas y equipos que no salen de nuestras naves han llegado al final de su vida profesional en el sector del alquiler. La venta parece la última aportación de esos equipos a nuestras cuentas de resultados.
Este es un ejemplo del nuevo giro del alquilador de maquinaria y equipos. Atrás queda la propuesta de negocio basada en “estos son los equipos que tengo” y se abre otra que aporta mucho más valor añadido a nuestros clientes, que bien podría llamarse la era del “¿usted qué necesita?”. Adaptarnos a la demanda real de nuestros clientes nos ayudará a crecer tanto en activos como en la sensación de acompañamiento seguro que ofrecemos.
Parecen vientos favorables para el sector, incluso se comienzan a apreciar renovaciones de parque que, si bien no alcanzan el 10% de la flota (o superior) que sería lo ideal, sí que nos dan una idea de la clara voluntad de crecimiento y mejora de las empresas. Y a todo esto, ¿qué contesta la banca? Pues que por ellos fantástico...leasings de nuevo por doquier, tipos ajustados y disfrutando de un sector que, históricamente, le ha dado muchas alegrías dado nuestro marcado carácter emprendedor.
Dentro de toda esta marea ilusionante siempre debe haber algún ‘pero’. En este caso empieza a ser preocupante la retención del talento. Como alquiladores es muy complicado ser suficientemente atractivos para determinantes oficios, sobre todo para los mecánicos. Las propuestas que ofrece el sector del automóvil parecen mucho más atractivas que la aventura constante de la gran diversidad de equipos que manejamos. Este parece uno de los peores hándicaps para los próximos años.
De hecho, en ERA están muy centrados en crear fórmulas que nos ayuden a atraer y retener al siempre valiosísimo capital humano. No debemos olvidar que nuestras máquinas y equipos pueden adquirirse sólo con dinero, importarse de cualquier país del mundo; nuestras naves son sólo materiales inertes; nuestros vehículos circunstancialmente útiles; pero el verdadero valor a nuestras compañías lo aportan las personas que trabajan en ellas. Ellas y ellos generan todo lo que nuestros clientes necesitan. Debemos comprenderlos, formarlos, apoyarlos y, ante todo, cuidarlos.
En lo que a Aseamac respecta, la crisis, como no puede ser de otra manera, también le afectó enormemente. Antes de ésta, Aseamac llegó a contar con más de 100 empresas asociadas, mientras que en 2012 quedó en siete. La mayoría de las empresas no podían ni siquiera permitirse el pago de la cuota anual.
Ahora, la asociación ha multiplicado sus miembros por diez (somos más de 70 en la actualidad) y afrontamos 2018, como apuntaba anteriormente, con grandes dosis de optimismo.
Aseamac está en boca de todos, con varios nuevos miembros cada mes, y con un plan de trabajo futuro que estoy convencido de que continuará aportando herramientas y soluciones al sector.
Para empezar, Aseamac celebra en 2018 el Foro del alquiler, un encuentro nunca visto anteriormente en el sector y que, a diferencia de ediciones anteriores, cuenta con un espacio expositivo más grande, una duración mayor, con más contenidos técnicos (dos salas de conferencias en paralelo) y la presencia de 300 representantes de empresas alquiladoras.
Pero Aseamac no acaba en su encuentro anual de enero, sino que ese evento es tan solo el punto de partida, pues durante todo el año mantiene una gran actividad y no para de organizar actividades, participar en reuniones y gestionar grupos de trabajo.
Para empezar, Aseamac estará representada, a través de una delegación de miembros, en el evento anual de la Asociación americana del alquiler, ARA según sus siglas en inglés, en febrero en New Orleans, para poder aprender cómo trabajan el alquiler nuestros colegas americanos.
En mayo, haremos lo propio, aunque esta vez dentro de las fronteras europeas, con la Convención Anual de ERA en Viena, en un evento donde Aseamac cada vez gana más protagonismo y donde su delegación crece cada año.
En noviembre, Aseamac viajará hasta Santiago de Compostela para un nuevo encuentro regional de alquiladores y para la celebración de su reunión de Asamblea General.
Entre tanto, ferias como Fima o Construtec también contarán con la presencia de Aseamac, de una u otra forma, a lo largo de todo el año.
Eso en cuanto a eventos, pero una asociación no lo es solo los días en los que acude a un lugar, reúne a los profesionales relacionados e intercambia contactos, también lo es por los hitos que consigue, y esto solo puede hacerse gracias a la labor que permiten los Grupos de Trabajo.
En la actualidad, Aseamac tiene activos siete Grupos de Trabajo que cuentan además con una alta participación por parte de sus miembros y que se traducen en acuerdos con Administraciones Públicas, aclaraciones mediante consultas vinculantes o publicaciones de interés para el colectivo.
Además, durante 2018, Aseamac se centrará en promocionar la actividad a través de campañas de marketing sobre ‘las ventajas del alquiler’ y otros entregables como vídeos divulgativos.
Por lo tanto, 10 años después el sector y Aseamac son distintos de aquéllos de 2008, pero iguales, pues seguimos con la misma pasión por nuestro trabajo y la misma convicción a la hora de mejorar y defender sus intereses.
Quiero agradecer a Interempresas el apoyo que nos brinda desde hace muchos años y finalizar diciéndoles a los lectores que hagan lo que hagan, el alquiler es una buena solución.