Perspectivas, retos y nuevos escenarios para la maquinaria

José Manuel Illescas iniciaba su presentación señalando que la relación de las constructoras con la maquinaria viene marcada actualmente por varios factores: dificultades de financiación a la hora de comprar un nuevo equipo; dispersión de las obras en las que participan estas empresas (frente a la concentración en España que existía antes de la crisis); y necesidad de actuar localmente en las obras que ejecutan fuera de nuestro país (trasladar equipos y personal les resulta más costoso que acudir a recursos locales).

Con todo ello, como señalaba el director de maquinaria de FCC Construcción, en una escala de prioridades basadas en criterios de rentabilidad, las constructoras suelen acudir en primer lugar a medios propios y después, por este orden, a subcontratar unidades locales o empresas españolas que están presentes en aquel país; al alquiler de maquinaria; y, por último, a la compra de nuevos equipos.

No quiso terminar José Manuel Illescas sin antes recordar las dificultades que entrañan los procesos de internacionalización, ya que suponen encarar las singularidades que todo país tiene y superar numerosos impedimentos a nivel normativo, de importaciones, de transporte, etc.

Como secretario general de ERA, Michel Petitjean aportó en la jornada una serie de cifras para poner en contexto la situación del alquiler de maquinaria en España respecto al resto de los países europeos. Según los datos de los que dispone esta asociación, el mercado de alquiler de maquinaria sin operador en Europa alcanzó los 21.500 millones de euros en 2011, una cifra muy similar a la registrada ese mismo año en el mercado norteamericano.

Esos 21.500 millones de euros supusieron un incremento interanual del 4%, si bien es cierto que el comportamiento fue muy diferente según los países: Noruega (+11%), Finlandia (+10%), Alemania (+7%), Francia (+7%)… y, sobre todo, España (-7,7% para un total de 1.600 millones de euros).

Las primeras estimaciones para el 2012 hablan de que el mercado de alquiler en Europa se mantuvo estable, con un incremento de apenas 0,1% (para España se contempla una caída del 13%), y las previsiones para este 2013 señalan un crecimiento de mercado para todo el continente del 0,8% y un descenso para el mercado español del 5%.

Será en 2014 cuando, según ERA, se dará el gran despegue del sector del alquiler, con un incremento en Europa (si no se producen grandes sobresaltos en la economía de la UE) del 2,5%. España también tocará fondo a finales de ese mismo año, para el que se espera que la caída se amortigüe hasta el 0,8% (1.300 millones de euros).

A pesar de estos datos que confirman la difícil situación que atraviesa el alquiler de maquinaria en nuestro país, Michel Petitjean afirmaba que estas caídas se deben fundamentalmente a la crisis que vive la construcción en España, ya que la relación entre el gasto canalizado al alquiler y el volumen total de construcción se ha mantenido estable desde el año 2007 (1 euro gastado en alquiler de maquinaria por cada 100 euros invertidos en construcción), salvo en el año 2009 cuando esta relación cayó al 0,75% motivado principalmente por un brusco descenso en los precios de alquiler.

Durante su intervención, el secretario general de ERA también aportó diversas sugerencias para las empresas alquiladoras españolas, como por ejemplo: reducir la alta dependencia de su negocio del sector construcción (en España alcanza niveles del 70%), internacionalizar sus empresas (pero siempre basando esta estrategia en el sentido común y disfrutando de una buena fortaleza financiera), buscar concentraciones operativas/estratégicas entre empresas (diferentes a las concentraciones financieras que se produjeron en España hace unos años), fortalecer las relaciones con los contratistas (“los alquiladores más fuertes son aquellos que pueden establecer relaciones con contratistas a medio y largo plazo”, señalaba), estrechar lazos con los fabricantes de maquinaria (en ERA ya se han formado varios grupos de trabajo en este sentido para adaptar los equipos a las necesidades específicas del alquiler y para estudiar en profundidad el coste de un producto durante toda su vida útil) y avanzar en aspectos importantes para el negocio del alquiler como la productividad de su taller, el transporte de la maquinaria o el aprovechamiento de las redes sociales.

No se quiso despedir Michel Petitjean sin antes mostrar un dato para el optimismo: según Euroconstruct –Eurostat la cifra de volumen de construcción en España creció un 10% en noviembre de 2012 respecto al mismo mes de 2011.

Antonio Casado, secretario general de Anapat, centró su intervención en cómo está afectando la crisis al alquiler de plataformas aéreas de trabajo, un negocio que ha visto reducido a la mitad el volumen de equipos disponibles desde el año 2008, cuando se contabilizaron cerca de 40.000 PEMP.

A la marcha de este gran número de máquinas se suma las dificultades que tienen las empresas de renovar sus flotas, lo que puede conllevar no sólo una obsolescencia de los parques sino también carencias en materia de seguridad, la verdadera razón de ser de estos equipos.

El mercado español, según reconocía Antonio Casado, también se ha visto distorsionado en los últimos años por la entrada de fondos de capital riesgo en algunas iniciativas empresariales, aunque sigue estando caracterizado por la presencia de unos pocos agentes de alquiler de tamaño grande y mediano y de muchos alquiladores de tamaño pequeño. Esta situación se ha visto además acrecentada durante la crisis al haber aparecido nuevos pequeños alquiladores locales que han comenzado en este negocio tras adquirir plataformas en las subastas.

De todas formas, y pesar de ser un negocio que arrastra numerosas dificultades, Antonio Casado señalaba que “el alquiler sigue teniendo un futuro muy prometedor”, que depende fundamentalmente de que los alquiladores den a su servicio el valor que realmente tiene. De hecho, citando una intervención del analista Dan Kaplan en una Convención de Anapat, indicaba que frente a una penetración actual del alquiler del 28% respecto al volumen total de maquinaria gestionada en España, las previsiones señalan que este porcentaje podría llegar en un futuro al 40%.

Y en el caso de las PEMP este crecimiento vendrá dado tanto por las posibilidades que ofrecen estas máquinas de afrontar también trabajos diferentes a los propios de la construcción, como por el convencimiento de sus agentes de que su negocio no se limita a la entrega de unos hierros, sino que engloba un servicio integral en el que la formación, tras la publicación de la nueva normativa UNE-58923 sobre este asunto, jugará un papel fundamental.