La instalación frigorífica: clave en el consumo de productos perecederos
15 de diciembre de 2010
El uso del frío gana peso en el sector agroalimentario. Ello se debe, sobre todo, al incremento del consumo de productos estacionales, durante todo el año, la falta de tiempo para cocinar y tratar los alimentos, etc. Así pues, las demandas del consumidor condicionan la producción, elaboración, transporte y comercialización de alimentos perecederos que deben llegar al punto de venta en condiciones óptimas. Tan solo es necesario observar la mayor presencia de productos de IV gama (frutas y hortalizas cortadas y envasadas) y V gama (congelados ya preparados) en grandes superficies y supermercados de menores dimensiones. Buena parte de la conservación y refrigeración de la mayoría de los productos depende de la elección de instalaciones frigoríficas adecuadas. De hecho, cada alimento se mantiene a una temperatura específica, diferente al resto.
Asimismo, en el sector agroalimentario, las instalaciones frigoríficas varían, por lo que no se limitan a las cámaras de conservación, producción de alimentos congelados y fábricas de hielo. También se engloban otras, como instalaciones frigoríficas auxiliares a procesos de fabricación, transporte frigorífico de productos refrigerados o congelados, instalaciones de distribución minorista así como refrigeradores y congeladores de locales de restauración, instituciones y domicilios. Limitándose a plantas e instalaciones frigoríficas, estas deben contar con una serie de condiciones. “Deben reunir los requisitos oportunos para controlar y obtener, en todo momento, las condiciones térmicas óptimas para la conservación de los productos que se usan, manipulan o se almacenan. Ello, independientemente de que sean productos de congelado, secado o conservación”, explica José Amigo, gerente de Construcciones y Obras Frigoríficas (COF), especialistas en la construcción de instalaciones frigoríficas para la industria alimentaria. Además, el portavoz de COF distingue entre ambas: “La instalación frigorífica es el conjunto de elementos con los que logramos la climatización y la planta frigorífica es el recinto donde tiene cabida la instalación frigorífica”. Respecto al mayor tirón comercial de unos equipos en detrimento de otros, el gerente de COF asegura: “El éxito lo determina la demanda del cliente y la adecuación de los equipos a las necesidades del mismo. Para nosotros, todos son necesarios”.
Pioneros en la construcción de uno de los primeros túneles de congelación a -60º del mundo
Desde que inició su andadura empresarial, a partir de la experiencia de sus fundadores en el sector del aislamiento, COF ofrece una oferta global a las empresas del sector alimentario, sea cuál fuere su actividad. Bajo esta premisa, la compañía desarrolla y construye instalaciones frigoríficas dirigidas a la conservación y/o congelación de todo tipo de productos (pescados, mariscos, cárnicos, embutidos, jamones, lácteos, frutas y verduras, helados, precocinados, prefritos, conservas, por citar algunos) de forma que se mantengan intactos gracias al control de la cadena del frío. Desde una pequeña instalación a una compleja nave frigorífica, el equipo humano de la compañía se ocupa del diseño y montaje de las mismas. “En la configuración de un proyecto se tienen en cuenta aspectos de ingeniería y la colaboración de nuestros técnicos altamente cualificados”, detalla José Amigo, en referencia al proceso que siguen. Esta filosofía, en la que todavía persisten, les llevó a construir el primer túnel de congelación de -60 ºC que se realizó fuera de Japón. Hoy en día, la compañía diseña y construye cámaras para preenfriar o madurar frutas, fermentaciones, congelar y conservar, etc.; túneles de gran congelación (hasta -60 ºC) y salas blancas; secaderos destinados a alimentos como quesos, embutidos, bacalaos y jamones; silos de hielo e instalaciones para grandes superficies, por ejemplo. Ante la pregunta de cómo les influye la creciente automatización y complejidad de la cadena alimentaria, el gerente de COF razona: “A través de nuestro equipo técnico, en COF estamos en contacto con los fabricantes de materiales frigoríficos para estar informados y recibir la formación adecuada sobre las novedades tecnológicas del sector”.
Sistemas y puertas frigoríficas minimizan los cambios de temperatura en las cámaras frigoríficas y permiten una perfecta conservación de los alimentos almacenados. Así lo asegura José Amigo de COF. En cuanto a las segundas, la tendencia se dirige hacia la sectorización. El sector alimentario exige puertas frigoríficas cortafuegos a medida, tal y como explica Peter De Jaeger, de Tané Hermetic. “La puerta cortafuegos tradicional no era adecuada para la industria alimentaria. Nosotros ofrecemos puertas frigoríficas en acero inoxidable, pensadas para ambientes húmedos y exigentes a nivel de limpieza, con sistemas de cierre automático en caso de incendio”. En concreto, la empresa dispone de una gama de puertas certificadas, aplicables a cámaras frigoríficas de conservación o congelación, que desempeñan, a la vez, dos funciones opuestas: conservar el frío protegiendo contra el fuego, de 120-160 minutos.