Los alimentos ultraprocesados, relacionados con enfermedades inflamatorias gastrointestinales
Un trabajo en el que han colaborado varios grupos del CIBEROBN y de otras áreas del CIBER ha constatado que el alto consumo de alimentos ultraprocesados se asocia a una mayor abundancia de bacterias específicas del intestino humano relacionadas con enfermedades inflamatorias gastrointestinales. Los resultados de este trabajo están disponibles en la revista científica Frontiers in Nutrition.
La producción y el consumo de alimentos ultraprocesados ha aumentado exponencialmente durante las últimas décadas con los consecuentes efectos adversos para la salud humana. Consumir en exceso este tipo de alimentos comporta un consumo a veces alto de azúcares, sal y grasas saturadas. Pero además son alimentos que usualmente han sido sometidos a múltiples procesos industriales y/o se le añaden otros ingredientes alimentarios como edulcorantes, espesantes, colorantes o realzadores de sabor.
Sin embargo, diferentes estudios científicos han observado que estos alimentos podrían modificar la microbiota intestinal y explicar, en parte, algunos de estos efectos adversos para la salud humana observados en estudios prospectivos realizados sobre grandes poblaciones: “Este trabajo ha revelado que determinadas bacterias del intestino humano relacionadas con los trastornos gastrointestinales se asocian a un mayor consumo de alimentos ultra procesados”, explica el investigador principal del CIBEROBN, Jordi Salas.
Estudio pionero en este campo
En este estudio han participado los grupos CIBEROBN liderados por Jordi Salas, Francisco Tinahones, Dolores Corella, Montserrat Fitó y Miguel Ángel Martínez-González, junto al grupo CIBERESP liderado por Jesús Vioque y al grupo CIBERDEM liderado por Josep Vidal, coordinados todos ellos por Jordi Salas, a través de la Unitat de Nutrició Humana, del Departament de Bioquímica i Biotecnologia de la Universitat Rovira i Virgili-IISPV.
El estudio pionero en este campo se llevó a cabo en una población mediterránea de 641 sujetos de edad avanzada reclutada en diferentes centros (Reus, Valencia, Málaga, Barcelona) que tenían un alto riesgo cardiovascular. Estos participantes se clasificaron en tres categorías según su consumo (bajo, medio y alto) de alimentos ultra procesados. Se recogieron, procesaron y analizaron muestras fecales de estos sujetos para obtener información sobre la composición de su microbiota intestinal mediante métodos computacionales de alto rendimiento.
La detección de patrones dietéticos poco saludables relacionados con los perfiles de la microbiota intestinal serían esenciales para llegar a entender los mecanismos de diversas enfermedades y para el diseño de futuras estrategias de prevención y mejora en salud pública.