El envase 'inteligente', un nuevo aliado para la industria alimentaria
13 de noviembre de 2009
El ‘I Seminario Envase Plástico’ ya ha celebrado su primera edición. El evento, organizado por el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), dio a conocer las últimas tendencias en envasado plástico. Este congreso de alcance nacional, que tuvo lugar en Paterna (Valencia), reunió a casi 100 profesionales del sector, básicamente empresas transformadoras del plástico y envasadores, de materia prima, directores técnicos, responsables de calidad, producción, I+D, diseño, negocio y packaging.
Las ponencias mostraron avances en cuanto a envases activos, que prolongan la vida últil de los alimentos y mejoran sus propiedades, que actúan de manera ‘inteligente’ y transmiten información a través de etiquetas o unos códigos de barras capaces de dar instrucciones a los aparatos de cocina. Como ejemplo, la última innovación en envase plástico activo posee sistema de auto-enfriamiento y auto-calentamiento; en línea con el estilo de vida de los consumidores. Por un lado, los envases auto-calentadores se destinan a comidas y bebidas para llevar y funcionan a través de una reacción térmica. Es decir, el envase mantendría caliente el alimento o el líquido durante más tiempo. Por otro lado, los envases ‘auto-enfriadores’ para líquidos, se utilizan básicamente en envasado de agua y refrescos. En este caso, el envase enfriaría las bebidas con mayor rapidez y las mantendría refrigeradas durante un periodo de tiempo más largo.
Envases que conservan las vitaminas y retrasan la caducidad
De ‘utopía’ a realidad. El ‘I Seminario Envase Plástico' sirvió de escaparate para aquellos envases que retrasan la degradación de los alimentos, conservan su valor nutricional y evitan la pérdida de vitaminas y proteínas. Prestaciones que alargan la vida útil de los alimentos. Envases que benefician no sólo a los consumidores, sino también a los distribuidores y fabricantes. De este modo, no sólo reducen su cantidad de fabricación, sino también sus costes de transporte a la vez que amplían la zona geográfica de distribución. En consecuencia, conseguirán aumentar la competitividad de su producto.
En cuanto a los envases ‘inteligentes’, la tendencia aúna tecnología alimentaria con el desarrollo de envases, embalajes y aplicaciones informáticas. “En materia de envases inteligentes, desde el Instituto estamos desarrollando envases capaces de emitir mensajes ‘inteligentes’. Es decir, a través de la incorporación de códigos de barras, se consigue transmitir a diversos electrodomésticos de la cocina información relativa al propio estado de los alimentos, datos de conservación, referencia a la fecha de caducidad, etcétera. De esta manera el consumidor podrá disponer de toda la información necesaria y sentirse más seguro a la hora de consumirlos”, declaró el responsable de la línea de envases de Aimplas, Sergio Giménez. “El objetivo que se persigue –añadió–, es hacer más fácil la vida de los consumidores y conseguir que su interacción con el producto sea sencilla y cómoda”.
El Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), junto al Instituto Tecnológico Aidima, participa en la posible implantación de un sistema de etiquetado inteligente (RFID) en los contenedores de plástico para transporte de mercancías en el sector de la automoción. Las etiquetas, basadas en tecnología de identificación por radiofrecuencia se componen de un microchip con memoria y una antena. Con esta tecnología se podrán resolver problemas actuales de las empresas de automoción: pérdida de información y poca fiabilidad de la misma, elevado coste en tareas de identificación, verificación e inventario e incompatibilidad entre sistemas de codificación. Este sistema permitirá una gran capacidad de almacenamiento de información. Todos estos datos se podrán transmitir a grandes distancias y recuperar, también, de manera muy sencilla, a través de lectores especiales. Entre otras ventajas, son etiquetas de alta durabilidad, inmunes a desgastes e infalsificables, ya que su número de serio es invariable, grabado en fábrica y único en el mundo. “Desde el Instituto realizamos continuamente proyectos en I+D para impulsar a las empresas nacionales del sector de automoción, sector muy globalizado y altamente competitivo, y evitar así la deslocalización de la industria auxiliar de la automoción”, ha declarado el director gerente de Aimplas, José Antonio Costa Mocholí. Se prevé que el proyecto, financiado con 385.000 euros por la Conselleria d' Indústria, Comerç i Innovació dentro del programa de ayudas para la financiación de acciones estratégicas de diversificación industrial, finalizará a finales del año 2010.
Adiós a las intoxicaciones alimentarias
Envases que actúan como alarmas. En el seminario también hubo cabida para envases que alertan de la falta de frescura, y por tanto, de seguridad alimentaria del producto. Se trata de envases con indicadores de concentración de aminas, utilizados especialmente en el envasado de pescado. Básicamente, indican al usuario si el alimento está o no en buenas condiciones de consumo, evitando posibles intoxicaciones. Además, este sistema avisa de una manipulación antihigiénica del pescado y de una conservación del mismo a temperaturas inadecuadas. Así se cumplen todos los parámetros de calidad del pescado, un producto perecedero y sensible a los riesgos. De esta manera, se garantiza la salud de los consumidores y se eleva el nivel de calidad y seguridad sanitaria de este alimento.
El envase inteligente avisará a los consumidores cuando un alimento caduque, al detectar el “estado real” del producto, según ha explicado el responsable de la Línea de Negocio de Envases del Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), Sergio Jiménez.
Jiménez ha asegurado que los envases inteligentes son los que “proporcionan información al consumidor sobre el producto a través de cambios en el color de su etiqueta” y que pueden precisar, por ejemplo, si se ha roto la cadena de frío durante la comercialización del producto o si el alimento ha caducado. En opinión del responsable de la Línea de Negocio de Envases de Aimplas, estas técnicas se podrían aplicar a todo tipo de productos después de que se haya realizado una investigación sobre los efectos que tienen en cada alimento. Respecto a la viabilidad de implementar dichos avances en el sector del envasado, Jiménez ha explicado que estas mejoras ya han sido probadas en alimentos y han funcionado. Así, el portavoz de Aimplas ha pronosticado que algunos de ellos estarán en los supermercados en un plazo de entre dos y cuatro años.