Fiabilidad y seguridad en la industria química
La utilización del caudalímetro Coriolis Promass 200 de Endress + Hauser en un lazo instrumentado de seguridad aporta grandes ventajas.
Ventajas:
- Instrumento a dos hilos, por lazo de corriente, hasta DN80
- Clasificación eléctrica Ex ia o Ex d
- El propio indicador del caudalímetro muestra el diagnóstico del instrumento y además detalla el remedio al problema (según NAMUR NE107)
- Autoverificación integrada en el caudalímetro
Aumentar la fiabilidad = reducir el riesgo
La fiabilidad de los componentes individuales de un sistema es el principal factor relacionado con posibles funcionamientos defectuosos del dispositivo. Los procesos no se pueden controlar correctamente a menos que los componentes individuales presenten un funcionamiento fiable. El Nivel de Integridad de Seguridad (SIL) es un método de evaluación de la fiabilidad de cada uno de los componentes del proceso. Lograr un estado de absoluta seguridad es imposible, pero podemos reducir el riesgo hasta un nivel tolerable. SIL hace referencia a dos norma: IEC 61508, relativa al suministrador o fabricante e IEC 61511, relativa a la seguridad de planta.
Seguridad por diseño en los caudalímetro Coriolis
Desarrollar un caudalímetro según IEC 61508 es un gran reto. Antes de realizar el primer prototipo se realizan más de 10.000 diseños de simulación por ordenador con programas de métodos de elementos finitos en los que se prueban las prestaciones y estabilidad del caudalímetro. Se define el diseño óptimo del equipo, considerando las condiciones de proceso para que cumpla las especificaciones técnicas requeridas. En esta misma fase, el caudalímetro debe desarrollarse garantizando los requisitos de seguridad de equipos eléctricos, compatibilidad electromagnética y resistencia a vibraciones entre otras muchas pruebas.
En un caudalímetro másico, uno de los instrumentos más utilizado en aplicaciones con altas exigencias en la industria química, la fiabilidad debe quedar fuera de cualquier duda. Otro de los aspectos que más ha evolucionado los últimos años es el interfase entre el operador y el instrumento, siguiendo las recomendaciones de la norma Namur NE107, el caudalímetro debe ser capaz de dar la información del diagnóstico y además debe detallar el remedio para devolverlo a las condiciones normales de operación.
Una vez puesto en servicio, un caudalímetro Coriolis considerado como crítico en el lazo de control, debe ser verificado o calibrado según la DIN EN ISO 9001:2008: Control de equipos de medida donde el operador del instrumento es el responsable de definir los intervalos de prueba que satisfagan los requisitos particulares de la aplicación o el proceso. Muchos fabricantes utilizan cónsolas externas para verificar el buen funcionamiento de sus caudalímetros en proceso, pero una tendencia al alza es que el propio caudalímetro se autoverifique generando a la vez un informe de esta verificación.