Sensus prevé una migración en España hacia los contadores volumétricos y el composite
3 de julio de 2012
A pesar de esa carencia de recursos hídricos, en las redes de distribución urbana en España se sigue perdiendo un 16,79% del agua por roturas o fugas (últimos datos disponibles correspondientes a 2009). Un porcentaje que, comparado con el año anterior aumentó ligeramente, lo que indica que no se ha mejorado la eficiencia de las redes de distribución de agua. De hecho, la cifra aumenta hasta el 25,69% si se suma el volumen de agua no registrada debido a consumos estimados, errores de medida o fraude.
“Se hace imprescindible mejorar aún más la gestión de este recurso, y es posible hacerlo de manera importante con la tecnología actual, especialmente en el ámbito del contaje”, explican fuentes de Sensus España, filial de la compañía internacional de referencia en fabricación y distribución de soluciones de medición.
A nivel nacional existe un parque de 16 millones de contadores de agua, de los que un 30% supera los 10 años de antigüedad. Además, al contrario que en otros países europeos, la tecnología de medición de estos equipos sigue siendo de forma mayoritaria de chorro único, la menos fiable de las existentes y con un error de medición muy alto, impidiendo la gestión correcta de las redes de distribución de agua. “En países como Francia, –indican en Sensus España- el 95% de los contadores instalados son de tipo volumétrico, mucho más exactos y precisos, por lo que es esperable que en España, con un parque obsoleto, sigamos esa tendencia, y de forma rápida para recuperar el terreno perdido”.
La tecnología del contador volumétrico se sustenta en una cámara con un pistón o émbolo en su interior. Éste gira conforme fluye el agua, incluso a muy bajo caudal, ya que cada vez que entra una gota de agua en la cámara del pistón se provoca un giro que se transmite al totalizador, contabilizando los más pequeños caudales de trabajo. Al margen de la mayor precisión de los contadores volumétricos, estos cuentan con otras características muy útiles, ya que es difícil de manipular a través de campos magnéticos, puede instalarse en casi cualquier posición con la misma precisión, es muy estable con el paso de tiempo y, lo que es más importante a efectos de usos domóticos y lecturas automatizadas, la información que se obtiene es la más real posible por sus bajísimos caudales de arranque y trabajo y por su estabilidad con el paso del tiempo.
Se estima que anualmente se renuevan un 8% de los equipos de contaje nacionales, lo que supone alrededor de 1,2 millones de unidades. “Un tanto por ciento muy elevado de esos futuros contadores, más los que se instalen en redes de nueva utilización, tenderán a ser volumétricos”, confirman desde Sensus España.
Composite
Otra de las tecnologías que está entrando con fuerza en el mercado internacional es la del material composite utilizado en la fabricación de los equipos de medición. Sensus fue la primera compañía del sector en investigar y apostar por este material para sus nuevos contadores, desarrollando un auténtico sustituto al tradicional latón. Gracias al composite se ha podido instalar la tecnología volumétrica en tipos de aguas que hace años eran impensables, con una alta dureza como en zonas del Levante y de las Islas Canarias. “En tan solo cinco años –explican las mismas fuentes- hemos multiplicado por 50 el número de equipos composite de Sensus instalados en España, y la tendencia no deja de crecer”.
El último aspecto que denota el futuro del contaje de agua en España pasa por la transmisión de los datos de la redes. En ese sentido, Sensus lleva trabajando desde hace muchos años para que sus equipos de contaje sean compatibles para la transmisión de datos, de hecho sus equipos volumétricos composite vienen preparados para una lectura segura y fiable vía tanto móvil como a través de redes fijas mediante la instalación de los correspondientes módulos radios.